Fotografía de José Antonio Tamayo |
Se puso el sol como
descendiendo
a los abismos abisales,
allá donde la vista
es un sentido inoperante
y la contemplación pertenece
a los hondones de los vigías
ciegos.
Desde los fondos marinos
emergen algas que no
hicieron
juramento de fidelidad al
sol
ni saben deletrear
clorofila,
y se columpian a merced
de las corrientes
submarinas,
con la música
de las partituras raptadas.
La noche en el mar
es como esos ensueños
fantásticos
que por la mañana no
recordamos
pero sabemos de su existencia;
en el submundo húmedo, salobre
y frío,
no dejan de sucederse
los acontecimientos, pero en
un perímetro
inmenso que nos está vedado.
Un poema impresionante que hace juego con la imagen lindísima que te lleva a visualizar esa noche de lujo.
ResponderEliminarTres estrofas con tanta fuerza que parecen más.
"Desde los fondos marinos
emergen algas que no hicieron
juramento de fidelidad al sol ". Bellísimo.
Te dejo el homenaje de mi admiración y una APLAUSO desde el corazón.
Apapachos.
Por encima de la admiración, deseo y espero tu cariño. Finalmente, esos son los verdaderos tesoros, el resto es vanidad de vanidades.
EliminarApapachos.
Pensaba que mi cariño lo tenías en el corazón, como yo tengo el tuyo en el mío ....SIEMPRE.
EliminarApapachos.
Por supuesto que piensas bien, lo que hago es remarcar las cosas que para mí tienen verdadero valor.
EliminarApapachos.
La noche en el mar es apasionante , despierta todos los sentidos e invita a vivirla plenamente.
ResponderEliminarAbrazos.
Gracias, Tracy, por tu constancia de cada día, por tus comentarios siempre satisfactorios.
EliminarUn fuerte abrazo.
Es increible, cómo tratas de penetrar en ese misterio de la noche y del mar...a pesar de nuestros límites humanos...Yo diría, que lo elevas a la magia de los sueños, donde todo es posible y real...Mi felicitación y mi abrazo grande por tu profundidad y belleza literaria.
ResponderEliminarM.Jesús
Es una suerte tenerte como lectora, María Jesús. Gracias por tus palabras.
EliminarUn beso.