El
hombre es igual que un soplo;
sus
días, una sombra que pasa.
(Salmo 143, 4)
Como
se consume una vela,
con
igual parsimonia,
con
idéntica constancia cadenciosa y cansina,
la
vida son retazos de espacios que se consumen
en
la oscuridad pasmosa del mañana
y
su asechanza,
como
relumbrón cegador e irreflexivo,
como
tintineo en la penumbra
o
ráfaga que vuela
racheando
los pies ingrávidos
en
la pesadumbre de la espera;
de
vez en cuando,
una
ilusión revestida de púrpura;
otras,
un quebranto ardiente
como
lágrimas de cera
que
se hacen lava sólida en el alma.
Soñando
propósitos,
hilvanamos
los días en quimeras irrealizables
que
se configuran siempre hacia el mañana,
desperdiciando
el hoy efímero que se marchita
sin
cuidos ni mimos.
Antes
de darnos cuenta,
la
vela es un cabo, una postración
limitativa
como
pabilo mortecino expiando el presente
con
su saldo de futuribles insatisfechos
e
imposibles de dar alcance.
Como
se consume una vela,
con
igual parsimonia,
con
idéntica constancia cadenciosa y cansina…
Y no hay más cera que la que arde.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Dijo la reina con lágrimas en los ojos ante el pavoroso incendio. Muchísimas gracias por tu puntualidad, Cayetano.
EliminarUn fuerte abrazo.
Llevo días, tiempo... que te encuentro tristón ¿te pasa algo?
ResponderEliminarPor otra parte te diré que te sienta bien esa vena triste para la poesía, pero me gustaba más ver cuando mi amigo estaba contento y alegre.
No me hagas mucho caso ya sabes que estoy un poco p'allá.
Un beso enorme.
Melancolía del invierno en los huesos que quiere imponerse a la dulce alegría que me habita a diario. Debe ser eso, Tracy. Nada de qué preocuparnos. También me dicen que me sienta bien el sombrero y en verdad que es muy calentito.
EliminarBesos sentidos.
Efectivamente como se consume una vela... solo que tú lo dices muy bien y en forma de un bello poema. Un abrazo .
ResponderEliminarGracias, Chelo. Para mí el poema es más gozoso mientras lo escribo, en ese instante en que dudo entre decir ya está o romperlo. Ya conoces mi desapego que en varias ocasiones me has reconvenido.
EliminarUn fuerte abrazo.
He visto esa vela parsimoniosa, cadenciosa y cansina...que da luz a su alrededor y se mantiene fiel a si misma y a su destino...Ha resistido los empujes de la lluvia y el viento, los silencios y los golpes de la vida y he admirado esa vela, que puede ser la tuya o la mía, Francisco...Que la Providencia nos conceda tiempo y fuerza para seguir manteniéndola.
ResponderEliminarMi felicitación por esa inspiración bella y profunda.
Mi abrazo siempre.
La vela, como el río de Jorge Manrique o el de Parménides, son viejas metáforas que comportan el riesgo de la repetición, pero a pesar de ello he corrido el riesgo y quizá no sea desafortunado. Muchas gracias, María Jesús, por la delicadeza de tus palabras.
EliminarUn fuerte abrazo.
Me ha gustado mucho. Hace ya unos años que me he dado cuenta de la importancia del "Ahora" Absurdo soñar si no nos damos cuenta que esos sueños son irrealizables. Soñar si pero con los pies en el suelo.
ResponderEliminarBellamente expresado. Bss
Soñar con los pies en el suelo. Yo también creo firmemente en los sueños, pero sin olvidarnos de que en nuestro saldo sólo tenemos el hoy.
EliminarBesos.
Así nos vamos consumiendo con el paso de los años, aunque esto sólo se aprecia conforme la persona se va haciendo mayor.
ResponderEliminarBesos
En todo caso, que esto no reste ni una pizca de ilusión en hacer todo aquello que nos falta por hacer. Mil gracias.
EliminarBesos.
Hola Francisco. Bello poema.
ResponderEliminarAsí es. Somos como una vela que da luz y resplandece, a la vez que se va consumiendo con el tiempo. Hay que aprovechar al máximo el tiempo que podamos seguir iluminando.
Abrazos
Dices muy bien, Isa, pero tampoco podemos dar más luz que la de una simple vela, por mucho que nos esforcemos. Conocer nuestras limitaciones es como andar por el camino recto.
EliminarUn abrazo.
Con frecuencia, demasiado tarde se encuentra el sentido de vivir.
ResponderEliminarTe abrazo con todo mi cariño de anís!
Muchas gracias por tu mucho afecto, querida amiga. Es cierto, tardamos en encontrarle el sentido a la vida, pero es ciertamente bella.
EliminarBesos.
Es cierto la vida del hombre es como un soplo y sus días como una sombra que pasa, pero mientras duran esos días nuestra meta debe de ser usarlos sabiamente y ser útiles como tu que usas ese tiempo en escribir verdades tan hermosas.Abrazos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Katiuska, por este comentario tan halagador y ratificar mi argumento.
EliminarUn abrazo.
Parabens pelo o blog! amei muito
ResponderEliminarse puder passa no meu blog tbm, bjs
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Es una hermosa poesía a pesar de esa tristeza omnipresente, esa certidumbre ante lo inevitable y la escasa sabiduría nuestra de perseguir espejismos dejando a un lado el presente que es lo que hay que saborear...
ResponderEliminarTriste, sí...
Besos.