A
Josep Rof Rof
No es raro el nombre, sino
el número:
esclerosis lateral amiotrófica.
La ciencia recurre al latín
y al griego
con la certeza de un
bautismo universal,
una comprensión académica
de la que el pueblo se basta
con las siglas;
una rareza paralizante,
una singularidad anómala
que desciende desde el
cerebro
y baja por los canales
medulares
atrofiando la vida en sus
mínimas
y máximas expresiones.
Si vivir es caminar hacia la
muerte,
subirse al ala radical y
menguante del ELA
es hacerlo con el acelerador
a tope
camino de un frenazo
irremediable
en el que estampar la última
firma.
Su diagnóstico es una
sentencia irrevocable,
un final que se desencadena
en cascada
y que pone en marcha
el reloj de la cuenta atrás
con síntomas de
certificaciones diarias.
Algunas historias se dilatan
como resistiéndose a lo
inevitable;
ahí la tenacidad de Josep,
su empeño en soslayar los conflictos
y hacer frente al cada día
con el gozo de estar y ser
en el hoy
sin abocetar proyectos,
conjugando el presente como
saldo de su cuenta personal.
Sobrevivir al hoy es la
meta,
abrir los ojos cada amanecer
una acción de gracias,
configurar nuevas
habilidades
para cada una de las mermas
el eslalon con el que
sortear la supervivencia;
una sonrisa por identidad
y un entramado de amistades
en el que fortalecerse y
enraizarse.
¡Hala, Josep, a por el día
de hoy, a pesar del ELA, hala!
A pesar de todo, hay que seguir tirando de este carro, a veces en exceso pesado, llamado vida. No hay otra.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
A veces no resulta fácil tirar del carro. En esta circunstancias, donde el horizonte está cegado en experiencias ajenas, no es fácil rebuscar ánimos, pero es lo único positivo que puede hacer Josep y cuanto se encuentran en situaciones similares. Muchas gracias, Cayetano, por estar siempre.
EliminarUn abrazo
Me uno al ánimo que le das a Josep, todos debemos ir día a día, aún sin ELA.
ResponderEliminarUn brazo a los dos.
No me ha sido fácil hacerlo, Tracy, pero sin dudas bien merece la pena reconocer sus grandes logros diarios.
EliminarUn fuerte abrazo.
Para José y para muchos ostros Josés, que los hay, ánimo y adelante, y para otros que ya no están con nosotros, por el ELA y otras diferentes formas de machar, deseo que en alas del amor universal descansen.
ResponderEliminarOtravez he tardado en pasar y desde mi lugar de descanso te visito, leo y agradezco, tu compañía y recuerdo.
Un abrazo.
Ambar
,
Muchas gracias, Ambar, por volver siempre y por dejar tu huella.
EliminarUn fuerte abrazo.
Que casualidad yo valoro muchisimo a Josep, es un ejemplo de vida, parece burlar al la insufrible ELA, me encanta poderle hacer frente
ResponderEliminarYo tengo la prima hermana EM, no estan agresiva como la ELA, pero tampoco para olvidarla
Es verdad que la EM es la enfermedad de las mil caras, o que cada una una tiene un DNI, quiero pensar que es la razon por la que no encuentren su curarion despues de mas de cien años de investigacion, pero bien esperaremos ver su derrota, y mientras tanto, bailaremos con la musica que suena
un abrazo
No me explico lo sucedido, MJesús, te había respondido a tu comentario y ahora no aparece. Lamento tu dolencia y te transmito todo mis ánimos para que luches denodadamente como lo hace nuestro común amigo Josep. Gracias por estar aquí.
EliminarUn fuerte abrazo
Para Josep y todas aquellas personas que padecen esa enfermedad, desearía infundirle mucha fuerza y que dentro de poco, los investigadores encuentren el modo de combatir de forma rotunda esta enfermedad.
ResponderEliminarBesos
Gracias por sumarte a mi intencionalidad, a la motivación de este poema.
EliminarBesos.
Me uno a tu homenaje a Josep y a todos los que luchan por estas enfermedades raras. Realmente son gente valiente, con fortaleza de espíritu y saben valorar la vida, como debe ser...
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño para ti y para Josep.
M.Jesús
Muchísimas gracias, María Jesús, por ese homenaje a esos héroes que son gente corriente como tú y como yo, personas que viven muy a diario el gozo de la vida y la amenaza de perderla.
EliminarUn fuerte abrazo.
Ojalá que gente sin ningún padecimiento, tuvieran las ganas de vivir y de luchar como tu amigo Josep, que debe hacerlo cada día.
ResponderEliminarUn abrazo muy inmenso. Otro para cederlo, ya sabes.
Esa es la gran diferencia, Sara, que estas personas viven la amenaza a diario, esa que también pende de nosotros, pero que por incierta vivimos de espaldas a ella. Muchísimas personas descubren en su despertar el regalo de un nuevo día, algo que debería ser común a todos, ya que en definitiva ninguno sabemos ni el día ni la hora. Y en el caso de Josep y otros el esfuerzo de tener que superar las limitaciones que diariamente se van sumando.
EliminarUn fuerte abrazo.
Gracias Francisco tienes un gran corazón y sabes llegar al de los demás, con tus rimas, no les hacen falta envoltorio, el envoltorio ere TU!!! Para todos mil abrazos Josep
ResponderEliminarMil gracias, Josep. Como ves, eres un ejemplo para todos los que te conocemos y punto de admiración para quienes te conocen a través de mis palabras.
EliminarUn fuerte abrazo.
Sobrevivir al hoy es la meta,
ResponderEliminarabrir los ojos cada amanecer una acción de gracias...
Con esto está todo dicho. Bonito post dando ánimos a pesar de...
De alguna forma todos estamos de prestado aquí. Bss
Y muy bien dicho, Katy. Muchísimas gracias por tu aportación.
EliminarBesos.
Mi abrazo sincero para Josep y aquellos que como él sufren a diario esta terrible enfermedad pero aún así sacan fuerzas de flaqueza y no se rinden nunca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Jorge. En nombre de Josep y de las numerosas personas que cada día se esfuerzan por colorear la vida, muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Una enfermedad que corroe por dentro y que te deja encerrado dentro de ti sin posibilidad de que la cárcel de tu cuerpo deje libre a la mente.
ResponderEliminarUn saludo
Lo has dicho muy metafórico y precisó, Carmen.
EliminarUn abrazo.
Enfermedad terrible donde las haya...
ResponderEliminarHabía-espero que aún esté-en este mundo de los blogs, un amigo llamado José Antonio que la padecía y contaba desde la delicadeza más absoluta, la crueldad en la que vivía, cada vez más limitado...
Me resultó durísimo su último post diciendo que estaba preparado...
Le envié mails, pero jamás contestó.
No sé porqué cuento todo esto. Perdóname, me ha venido a la memoria. Ojalá Josep viva cada día disfrutándolo al máximo y sea muy feliz.
Besos.
Lo cuentas porque te dueles del dolor ajeno, cosa que está muy bien por salud mental y solidaridad.
EliminarBesos.