Siento tu presencia,
tu solemne estampa,
tu huella mullida sobre el pasto
con la ternura de tus pies transparentes,
como cristal de sonido apagado
y traslúcido,
mientras te contemplo
en la plenitud de tu beldad,
disparando a la brisa
las saetas de Eros
de tus ojos melados.
La esbeltez de tu cuerpo,
las mangas semi y con volantes blancos,
el bermejo caracoleo de tu pelo
y el cesto de mimbre
sobre el cimbreo de tu cintura
y el desafío de espera de tu mirada,
son como un reto inaplazable
al que no puedo resistirme
aunque me llevara al Averno.
“Toma una poma”,
parece pronunciar,
el murmullo de tus labios sosegados
sobre la peana de la esbeltez de tu cuello,
donde no asoma una mueca vocálica,
pero sí el envite que sólo una dama
sabe articular guardando silencio.
Voy hacia ti;
tal vez a mi perdición,
pero tu pose me reclama
y el hambre y la sed de mis labios
no admiten dilación
ni están en condiciones
de templar arrebatos.
Por una poma,
el primer hombre;
por una poma,
tal vez la irremediable perdición
a la que me entrego.
Cuántas veces las manzanas han sido fuente de apetencias y de perdición… Había unas en el jardín de la Hesperides, casualmente por tu tierra, recogidas por Hércules con esfuerzo y astucia. Vertumno, dios del otoño quedó prendado de Pomona, diosa de los árboles frutales, y en el Edén otra, causa de la desnudez y debilidad del hombre en el mundo y es que…¿quién no ha mordido una manzana en su vida?
ResponderEliminarUn saludo.
La historia de la literatura y de las artes en general están llenas de simbología, de esa misma simbología de la que hablo: la manzana es la excusa, pero la vista del poeta se ha entretenido en dibujar a la recolectora y no al fruto.
EliminarUn abrazo.
Así que POMA es una manzana...? Bellísimo tu poema. Qué descripción preciosa has hecho de esta joven que vende "POMAS "
ResponderEliminar¡Cuidado con la manzana ...? mira que muchos se han perdido por una poma.
Me encanta la palabra . Es como si se ofreciera sola.
Una joyita. ¡APAPACHOS.
En este, caso como en tantos otros, la manzana es el medio para acceder al verdadero deseo. Aunque no has dicho nada de ello, ves que te he sustraído la imagen que colocaste ayer en tu casa y a la que he querido recrear como objeto de deseo. Gracias por consentirlo y no afearlo. Ha sido una especie de guiño, una segunda visión a lo que con esta misma figura tú nos ofreciste ayer.
EliminarApapachos
Porque ya es tiempo de cosechar el fruto de aquello que sembramos...
ResponderEliminarLa tentación no viene ahora en forma de manzana sino en forma de mujer bella y lozana.
Un saludo.
Creo que la tentación nuca fue la manzana en ninguno de los casos, pero no cabe duda de que es un fruto muy apetecible y jugoso.
EliminarUn abrazo.
Mujeres y manzanas....hay fantasia del pecado mayor que esta?
ResponderEliminarVenir, leerte y decir "precioso" ya no suena igual de tanto repetirlo. Pero es lo cierto. Con este poema nos has hecho sentir la entrega sin miedo al pecado de su protagonista. Asi debería ser siempre. Deberíamos dejar de actuar según convencionalismos ajenos. Solo con lo dictados de nuestro corazón (siempre que no sea el corazón-mente de un hombre-mujer de psiquis enferma).
Pero si. Pertenecemos a generaciones adoctrinadas en un bien y mal que limitaba con el pecado en sus cortos extremos...
En este caso, como es frecuente, la voz poética no tiene por qué coincidir con la del autor. En mi caso, me confieso como un pecador que pasa por tentaciones continuas, pero hasta el momento logro ser fiel, y así me lo propongo cuando ya las fuerzas en retirada, a la única mujer de mi vida.
EliminarComo ya he dicho, la manzana es la excusa, pero el poeta ha puesto sus ojos en otras carnes más suculentas; esa es la atracción de los polos de signos distintos de aquellas lejanas lecciones de física. Gracias por tu comentario.
Besos.
Tocayo, éste llega al alma, te diré que lo he leído dos veces una mirando el cuadro y otra simplemente leyendo, en ésta última he visto por tus palabras y eso pocas veces ocurre.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y gracias por tus comentarios, para mí son muy preciados.
Gracias, Paco, por esa segunda lectura. El éxito de un autor es llevar al lector a una segunda lectura.
EliminarUn fuerte abrazo.
Leyéndote dan ganas de comer po(e)mas.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
¡Genial, Elena, has hecho una nueva creación! Espero que nunca falten tus comentarios en mi blog, son imprescindibles.
EliminarBesos.
Has vuelto a los tiempos bíblicos. Por una manzana estamos como estamos y cantándole odas a la Eva moderna. Ay que los hombres no tenéis enmienda, por muy bello que sea tu poema en el fondo en el fondo...
ResponderEliminarBss
En el fondo de todo sólo existe la confesión de un atractivo: el poeta ha visto a una joven que recolecta manzanas, pero se fija más en ella que en el fruto, como suele suceder a todo mortal que se relame ante el escaparate de una confitería. Pero no hay miedo, ya sabes que siempre conduzco en la misma dirección.
EliminarBesos.
Por una manzana perdimos el paraíso. Hermosos versos.
ResponderEliminarUn abrazo
He visto a muchos que han arruinado sus vidas por dejarse llevar por una veleidad, pero no les juzgo; sólo agradezco no haber pasado por esa misma puerta.
EliminarUn abrazo.
Símbolo de la tentación, y sin embargo no se me podría tentar a mí con una, a pesar de que soy de tierra de manzanas.
ResponderEliminarFeliz tarde
Bisous
¿Y con el manzanero, Madame? No respondáis y perdonad mi insolencia.
EliminarBisous.
Francisco has convertido ese cuadro en lo que se merece una bellisima poesía, a esa dama le has dado una personalidad y carácter, su vestido y silueta, hasta de su ensortijado pelo supiste decir , imprimiste una historia y un carácter , ¡gran poeta¡, gracias.
ResponderEliminarBesos muchos ♥♥
Esa ha sido precisamente la pretensión, Tramos, destacar la belleza de esa dama que ayer colocó en su blog mi amiga, nuestra amiga, María del Carmen Nazer.
EliminarBesos.
Francisco, has mirado a la dama de arriba abajo...Y tu mente ha recorrido el tiempo y el espacio hasta llegar a aquel momento històrico...Esa dama ofrece una "poma o manzana" y el caballero la acepta o la rechaza...Ambas, mujer y manzana son naturaleza humana y divina...y merecen sin duda alguna un buen poema, como el que tú nos dejas...lleno de admiración, de pasión y belleza...sonrío
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso, poeta y amigo.
Feliz semana, Francisco.
M.Jesús
Lo de buen poema lo dices tú y yo te lo agradezco. Ambas son divinas, si considerados que las dos son frutos de la creación. No podía limitarme a definir una figura humana sin ofrecer al lector otra visión que no fuera la misma de quien relata la suntuosidad o prestancia de los vestidos por una pasarela; de ahí esa apelación al Génesis que me venía dada por el cesto de frutas y el árbol junto a la nueva Eva. Gracias infinitas por tu comentario.
EliminarBesos.
Siempre la dichosa manzanita presente hasta en el cuento de Blancanieves, si su fama ha servido para que tú escribas sobre ello, bendito sea Dios.
ResponderEliminarPrecioso como siempre.
Si la manzana hubiera estado aislada, lo inmediato hubiera sido pensar en un jugoso mordisco a la sombra del manzano; pero la hermosura de la joven no me podía pasar desapercibida. Existe un largo tratado de elementos simbólicos y aunque muchos al ver un cesto de naranjas suelan pensar en un zumo recién exprimido, pocos ante un cesto de manzanas a la juncal cadera de una bella moza pensarán en una sidrina.
EliminarBesos.
Te has inspirado divinamente con esta estampa de la dama y su cesto de la ancestral fruta, la de la caída en el precipicio de la historia.
ResponderEliminarUna poma, fíjate, en valenciano y aquí tan acorde, tan fresca, tan jugosa, tan apetecible como esa beldad del cuadro.
¿Qué tendrá el fruto prohibido capaz de desvanecer un edén cayendo en brazos de otro?
Precioso poema, poeta.
Besos.
Posiblemente si Newton hubiera visto caer la manzana del cesto en lugar de haber caído del árbol, también se habría fijado más en la dama que en la manzana y andaríamos todavía ingrávidos, Marinel. Jajaja.
EliminarBesos.
Bellísimos versos para tan bello cuadro
ResponderEliminarSi es así, Meme, he logrado la concordancia. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Paco, eres un poeta de los pies a la cabeza, claro que con esto no digo nada nuevo. Cualquier objeto, cualquier situación, son la excusa perfecta para lograr un gran poema con una facilidad pasmosa. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarExageras un poco, Felipe. Es posible que el producto final te parezca transitable a gran velocidad como una autopista, pero no creas que estas cosas salen con ayuda de epidural, sino que a veces hasta con forceps.
EliminarUn abrazo.
Una mujer, una manzana... Esta historia me suena. Seducción, sensualidad, femineidad y derrota total por parte del otro.
ResponderEliminarUn beso
Creo que la derrota es previa o al menos la decantación.
EliminarBesos.
Mi querido amigo Francisco.
ResponderEliminarAmor recogido en tres estrofas, dices?
Amor que desborda inspirado en esta bella imagen, que te llama y te reclama su esplendorosa belleza, una poma, es la base de la historia.
Maravillosas tus letras todas, he repasado lo perdido, pues voy lenta en visitar..
Un abrazo y una buena semana.
Ambar.
Muchas gracias por tus ambarinas palabras.
EliminarUn beso.
Pues sí que te ha inspirado la pintura.
ResponderEliminarHa quedado un poema para enmarcar.
Te felicito.
Un beso.
Más que inspiración es casi una traslación escrita de lo que se ve en la pintura. Muchas gracias.
EliminarUn beso.
Hoy, no solo la pintura ha sido arte, también tus versos, amigo Francisco, yo creo que están para enmcarcar.
ResponderEliminarFelicitaciones por tu manera de transmitir.
Un beso y mi total admiración que va con un aplauso.
Me emociona, María, que te guste mi manera de transmitir y tu admiración.
EliminarUn beso.
Muy dulce y deliciosa perdición, jajaja. Muy bello poema.
ResponderEliminarOtro abrazo.
p.d. me tocó ser la número 400!!! Bonito número.
Suele suceder que, a veces, la perdición es un dulce trago, sin esperar a las consecuencias. En el otro comentario que has hecho hice alusión a ese número redondo que en este caro es una cuadrado perfecto. Gracias, mil gracias.
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