El
hipócrita traza todo un esquema mental con el que engañar al otro, pero antes o
después acaba mostrándose a sí mismo.
La
hipocresía es virtud torcida, como la prudencia y el recato hipocresía mal
entendida.
El
hipócrita termina creyéndose lo que aparenta y acaba por ser careta que ya no
necesita ni gomas para sujetarse a las orejas.
Los
portavoces políticos terminan por hacer virtud de la hipocresía y nos hacen
comulgar con ruedas de molino.
El
esfuerzo memorístico del hipócrita es tan ostensible como el del mentiroso,
pero el primero no sólo se divierte, sino que trata de sacar provecho de ello.
El
cómico representa un papel que no nos lleva a engaño; el hipócrita finge representar
la verdad y la reviste de farsa.
Cuando
la hipocresía es burda simulación, aparecen una serie de tics corporales que
delata con gestos la urdimbre del títere.
El
hipócrita compra con ofrendas y paga con promesas inverosímiles y absurdas.
No
por mucha verborrea la hipocresía acaba en axioma.
A
veces, el educado pasa por hipócrita por no desnudar en público a quien se
arroga dotes que no le pertenecen; el hipócrita trata de desmerecer las
virtudes ajenas.
No debe haber ser más desagradable que el hipócrita. He conocido algunos, sobre todo en el trabajo, pero puedo decir por experiencia que siempre acaban mostrando lo que son. Es el caso de los compañeros de trabajo con quienes a veces pasas más horas que con tu propia familia. No hay manera de que no los descubras. no los quiero cerca. No me gustan los mentirosos ni los hipócritas que se parecen mucho.
ResponderEliminar¡APAPACHOS !.
La hipocresía y la mentira puede que no sean lo mismo pero tienen similares resultados, cuando al final el engañado es aquel que pretende engañar, ya que la verdad tarde o temprano siempre sale a relucir, y el que más alto se sube, mayor golpe se lleva.
ResponderEliminarLa humildad es una sencilla planta que engendra muchas virtudes, procuraré mantenerla en el jardín de mi alma.
Preciosas tus letras para pensar.
Un abrazo.
Ambar
Que pobre es de espíritu el que vive y se esconde tras la mascara de la hipocresía e intenta hacer ver a los demás que es el más sobresaliente del grupo, aunque le cueste sudor y lágrimas alcanzar las metas marcadas para seguir fingiendo hasta ser descubierto.
Al envidioso le pasa tres cuartos de lo mismo, le es más fácil estar llevando cuenta con todo lo que pasa al rededor y tiene su propia contienda avandonada, lastima siento por ambos que no son de mi colección, aunque a veces tengo la desfachatez de aplaudirlos hasta ver donde les llega el propio egoismo de hacer a los demás de mentalidad reducida, sin presentir al final quien ae reirá el último.
Pero que conste que con hablar de estos pobres de espíritus no se van a corregir, así que mejor obvialos y cada cuál que siga las directrices que se ha forjado en la vida y al final en el libro original quedarán las huellas de cada personaje o personajillo como se merezca.
Un abrazo y feliz comienzo de semana amigo Francisco.
Atte.
María Del Carmen
Creo que la imagen resume perfectamente los que son estos “seres”.
ResponderEliminarPero por desgracia la vida se trata en nadar contra la corriente, dentro de un mar lleno de gente hipócrita. Los hay en todos los ámbitos, algunos tratarán de hundirte y otros se agarrarán a ti, haciéndote naufragar. Pero los peores son los que sin medir daños juegan con los sentimientos.
Una entrada para reflexionar, muy interesante.
Cariños…
P.D: gracias por estar siempre.
Algunos se habitúan a instalarse permanentemente en la hipocresía y la mentira. Hacen de ello oficio. El problema más grande no es ése, sino seguir dándoles nuestro apoyo.
ResponderEliminarUn saludo.
Algunos hemos sido hipócritas en algún momento de nuestra vida, otro lo han sido la vida entera, de todos modos ¿quien reconoce que lo ha sido?, el hipócrita siempre ha sido "el otro".
ResponderEliminarUn abrazo.
Me pregunto qué o quien hizo que escribieras esta 'Hipocresía', argumento ad hominem.
ResponderEliminarUn abrazo sin hipocresías, eh!?
Quizá parezca imposible encontrar algo positivo a la hipocresía, tal vez porque se piense que no tiene nada que ver con los buenos modales y la educación, pero, cuántos problemas familiares y de relaciones sociales ha evitado, cuántas veces hemos asistido a un evento familiar sin puñeteras ganas, cuántas sonrisas fingidas acabaron con la discusión, y cuántos halagos falsos no nos han subido la autoestima.
ResponderEliminarPensémoslo.
No siempre la sinceridad es lo más adecuado.
Un abrazo Fco.
Es verdad.
ResponderEliminarTienes razón, Un abrazo Fco.
Unos bellos pensamientos para una fea actitud.
ResponderEliminarNo soporto la hipocresía.
La hipocresía es decir y hacer lo que no se siente para quedar bien y cumplir una finalidad preconcebida, es cierto...A veces la hipocresía también puede confundirse con la prudencia y educación, debemos tener cuidado...(sonrío). Estoy de acuerdo en que la hipocresía campea abiertamente en nuestra clase política, sin embargo es bueno dar un margen de confianza...y profundizar en cada individuo, que no es fácil...La hipocresía nos invita siempre a reflexionar y a plantearnos muchas cosas...El valor de la sinceridad,la honestidad y la honradez reclaman su sitio.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso por tus buenos posts,amigo.
M.Jesús
Hola Francisco, ummmmmmmmmmmm, pues yo sé de uno que hace unas cosas raras con los ojos cada vez que miente. Y cada vez lo hace más a menudo. Tiene una barba rara, gafas, es Presidente y usa mano de derecha.
ResponderEliminar:-) Pone caras de chiste.
Muy buenas todas las frases.
Saludos y besos
La hipocresía está muy presente en las relaciones sociales.
ResponderEliminarUn abrazo
la hipocresía y lo políticamente correcto a veces caminan por la misma vereda y visten sombras semejantes
ResponderEliminardonde la una , donde la otra?
a veces ser directo y sin pelos en la lengua es calificado como rotería
donde la diferencia entre
sinceridad y desparpajo?
buena semana
Existe una delgada línea de separación entre la hipocresía y la prudencia, cuando lo que se pretende es simplemente ser educado. Por eso, entre otras razones, digo "la hipocresía es virtud torcida, como la prudencia y el recato hipocresía mal entendida." Con frecuencia, nos encontramos con personas que, en virtud de la franqueza, se comportan con el otro como unos verdaderos estúpidos. Se puede y debe no mentir, se puede y debe no ser hipócrita, pero ¿quién me autoriza a enfrentar al otro al ridículo?
ResponderEliminaresa delgada línea se llama Intención , pienso, que es ella la que dictamina hacia donde la balanza se inclina
Eliminarpero como la intención es subjetiva , nunca sabremos en definitiva cómo juzgar al otro, solamente elucubramos posiblidades
Has hilado muy fino en esta reflexión, Francisco.
ResponderEliminarCiertamente, la hipocresía requiere memoria, consciencia y perseverancia. Muy cansado, obliga a estar siempre alerta. Más nos vale ser tal como somos, le guste o disguste a los demás, pues nunca llueve a gusto de todos.
Me parece muy interesante esa sutil diferencia que has sentado entra la hipocresía y la prudencia, tanto en la entrada como en el comentario anterior. Porque por afán de verdad no se debe causar un mal ajeno, eso lo tengo claro. No se trata de hipocresía, sino de caridad o prudencia, como tú mismo la calificas.
Un abrazo.
La falsedad para obtener con lisonjas lo deseado y no merecido es una hipocresía. Mostrar dos caras también lo es. Pero como dices nadie puede engañar indefinidamente y menos aún engañarse así mismo. Muy buena reflexión sobre el corazón humano.
ResponderEliminarBss
Hola Francisco, la hipocresía digamos que es lo que hoy en día se lleva, no me las doy de hipócrita ya que me gusta ser sincera siempre, pero estoy totalmente de acuerdo con el comentario que ha dejado Elena, quien no ha echo eso en su vida?, creo que todos.
ResponderEliminarBesos.
Muy buenas sentencias sobre la hipocresia que es el mal que abunda hoy en día, hay más hipócritas que granos de arena en el mar.
ResponderEliminarLos defines muy bien, sobre todo a nuestros políticos que no pueden más hipocritas de lo que son, en general, creo que todos lo somos un poco, a veces necesitamos serlo, aunque no todos servimos para ello.
Me dices en tu comenario a mi entrada que estás de acuerdo con la conclusión de ella, es verdad que todos nos equivocamos alguna vez, es de humanos errar, pero siempre podemos rectificar, gracías por tu visita y por tu comentario.
Besos, te deseo una feliz semana.
Seguramente la hipocresía es detestable, pero en ocasiones no podemos aventurar si se trata de hipocresía o simplemente de evitar discusiones y polémicas. También se dice que hay que ir con la verdad por delante. ¿Qué verdad, la nuestra? y ¿cómo podemos estar seguros de que la nuestra es la verdad? A veces es necesario algo de hipocresía como también no es imprescindible ofender al otro con nuestra verdad. Mi comentario es en el sentido del que ha hecho Elena, con el que estoy muy de acuerdo.Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarComo hay mentiras piadosas que son menos mentiras, hay hipocresías que lo son menos o no lo son. Cuantas convenciones sociales son tenidas como comportamientos hipócritas cuando en realidad no hacer más que permitir la convivencia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Verdades como puños. La clase política nada como pez en el agua de la hipocresía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me han gustado tus sentencias: ¡cuánta verdad!
ResponderEliminarAbrazo!
Aunque todos mis lectores saben que suelo contestar a cada uno de los comentarios, hoy me vais a permitir que haga una respuesta general; no sólo por ahorro de tiempo, sino porque es un tema que está siendo tan desmenuzado que no creo oportuno seguir insistiendo en lo ya dicho en el texto como en el comentario que hice ayer. Lo que quiero explicar es el por qué de este tema.
ResponderEliminarSoy miembro de otro blog comunal que se llama "Trazando Caminos", donde cada mes se propone un tema distinto a desarrollar por todos. Por aquello del mínimo común múltiplo (esto es un guiño a mi amiga Chelo de la Torre), por economía, he publicado al tiempo lo mismo en ambos blogs:
http://trazandocaminos.blogspot.com.es/2014/02/hipocresia.html#comment-form
El tema tiene sin duda su controversia y mi participación ha sido un esfuerzo de meditación para sacar estas 10 píldoras con las que curarnos o vacunarnos de tan grave defecto. A todos, muchas gracias por las lecturas y comentarios.
Vivimos en un mundo de falacias y mentiras. A la hipocresía se le contrapone la transparencia o la honestidad, cuando una persona es totalmente coherente entre sus pensamientos y sus acciones y no tiene “doble discursos”. Pero cuando una persona actúa hipócritamente de manera constante y prolongada puede ocurrir que termine creyendo sus propias mentiras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un grave defecto del ser humano en general, algo detestable a lo que unos se abocan de manera intensa y otros sólo rozándola. Los primeros cuanto más lejos, mejor. Los segundos, la inmensa mayoría, a aprender que la vida tiene lecciones de sobra para no caer en esa farsa.
ResponderEliminarEs como aquello de no recuerdo quién, de que en una mano tenía la piedra y en la otra mostraba el pan...
Pues eso.
Besos.
El problema de la hipocresía es cuando se toma por virtud y se profesionaliza a través de la política. Ellos nos muestran una cara que no es la suya, nosostros lo sabemos desde el otro lado y lo malo es que les seguimos apoyando cuando hay que decidir. ¡Increíble!
ResponderEliminarUn saludo
La hipocresía es terrible y yo la odio pero también coincido bastante con lo que dice Elena ¿quién en algunos momentos de su vida no hemos sido hipócritas? hemos asistido a Actos por cumplir pero sin ganas, nos hemos reunido con familiares o amigos sin apetecernos lo más mínimo y así un largo etc , eso también es ser hipócritas , aunque realmente quizá eso no se pueda llamar hipocresía sino prudencia o pocas ganas de discutir , es una linea muy fina la que separa una cosa de la otra . pero, no lo se.
ResponderEliminarUn abrazo, Francisco
Claro, conciso y real: primero cae un hipócrita que un cojo.
ResponderEliminarAbrazos.
Me gusta tu manera valiente de abordar el tema. Así es la hipocresía, ni más ni menos.
ResponderEliminarTe acabo de conocer en casa de nuestro amigo José del blog "El viejo aprendiz", aunque me parece que ya te había visto con otros amigos mutuos.
Un abrazo. Por aquí andaré.
Como bien dices, ya se ha dicho prácticamnte todo lo que se podía decir por eso me limito a darte las gracias por este guiño que me haces.
ResponderEliminarUn abrazo .
Impresionante esa forma tuya de desgranar lo que sabemos y a veces, no llegamos a plasmar en palabras. Me gusta mucho la última: "A veces, el educado pasa por hipócrita por no desnudar en público a quien se arroga dotes que no le pertenecen; el hipócrita trata de desmerecer las virtudes ajenas.", porque la creo cierta en toda su extensión. Sobre todo en la parte de la educación. La semana pasada sufrí de esa situación y aún estoy digiriéndola.
ResponderEliminarUn besazo Francisco !!
Últimamente siempre que vengo veo que nos enseñas una palabra nueva con todas sus acepciones, por desgracia odio la hipocresía y hay tanto de eso en este mundo.
ResponderEliminarLlevo unos días de relax porque murió mi mascota y ha sido un golpe muy duro, pero muchas gracias por seguir pasándote por mi blog, retomaré el ritmo en cuanto me sienta con ánimos.
Un besazo.
A veces se confunde la hipocresía con un comportamiento educado. Claro que el único que confunde ambos términos es el propio hipócrita.
ResponderEliminarUn abrazo.