Algunos niegan el valor machista
de nuestro modo de hablar, pero es evidente que el lenguaje no resiste la
prueba. No sabemos qué sucederá con el tiempo pero, desde antiguo y por el
momento, damos valor distinto a las palabras según su
género:
-Zorro: astuto, sagaz,
listo.
-Zorra: alimaña, raposa, puta.
-Perro: el mejor amigo del hombre
-Perra: vaga, puta.
-Aventurero: osado, valiente, arriesgado.
-Aventurera: alocada, facilona.
-Ambicioso: triunfador, enérgico, con aspiraciones
-Ambiciosa: pécora mala, insaciable.
-Cualquier: fulano, mengano, zutano.
-Cualquiera: indeseable, puta.
-Callejero: Mapa o guía urbana.
-Callejera: Zascandil.
-Hombre de la vida: hombre de gran experiencia.
-Mujer de la vida: prostituta.
-Héroe: ídolo.
-Heroína: droga
-Zorra: alimaña, raposa, puta.
-Perro: el mejor amigo del hombre
-Perra: vaga, puta.
-Aventurero: osado, valiente, arriesgado.
-Aventurera: alocada, facilona.
-Ambicioso: triunfador, enérgico, con aspiraciones
-Ambiciosa: pécora mala, insaciable.
-Cualquier: fulano, mengano, zutano.
-Cualquiera: indeseable, puta.
-Callejero: Mapa o guía urbana.
-Callejera: Zascandil.
-Hombre de la vida: hombre de gran experiencia.
-Mujer de la vida: prostituta.
-Héroe: ídolo.
-Heroína: droga
-Sargento: suboficial del ejército.
-Sargenta: marimandona.
-Atrevido: osado, valiente.
-Atrevida: insolente, maleducada.
-Machista: varonil.
-Feminista: lesbiana.
-Sargenta: marimandona.
-Atrevido: osado, valiente.
-Atrevida: insolente, maleducada.
-Machista: varonil.
-Feminista: lesbiana.
En mi caso, me inspira mayor respeto la
mujer pública que el hombre público, aunque
reconozco que no todos son iguales, si bien bastante parecidos.
No lo entiendo, funcia asi pero no lo comprto
ResponderEliminarejemplo un homcon muchas mujeres es buaaaaa un machot una muje on muchos es putisima, enfin sera un abrazo
Precisamente, M Jesús, lo que comento y critico es el doble significado de ciertas palabras al cambio de género, algo que tiene mucho que ver con una larga tradición machista y de chascarrillo con más mala leche que buen humor.
EliminarBueeeeno... No del todo de acuerdo, pues la palabra machista ahora no tiene muy buena prensa. Lo mismo que a feminista no le daría yo esa definición.
ResponderEliminarEstamos viviendo un momento de componendas donde se impone lo políticamente correcto, que se traduce por aquello que da o no quita votos. Lamentablemente queda mucho de machismo, y tardará en que se erradique. Los pequeños reciben una misma educación en la escuela, pero luego llegan a casa y no siempre el ejemplo va por el mismo camino de lo que explicaba su Seño. Han cambiado las cosas, sí, pero queda para rato.
EliminarY, podrías ser una lista con significado ofensivo en femenino. El mundo ha sido manejado por el varón y es muy incomprensible, siendo que la mujer es quien por lo general está más a cargo de la educación de los hijos. Pero tristemente, la más machista es la mujer y esos los resultados. Sabes qué sucede? que las mujeres no somos solidarias con las mujeres y los hombres sí, eso es lo que los mantiene a la cabeza. Es un tema que da para mucha discusión y reflexión. Porque también "nos conforman" con fórmulas como: compañeras y compañeros, que en realidad es algo chocante. Pues se entiende que en "compañeros" quedamos incluídos todos, para qué esa "consideración" que termina siendo una payasada.
ResponderEliminarUn abrazo!
¿Qué son los malos tratos a la mujer sino la impotencia de no admitir la igualdad? Efectivamente, muchas mujeres inseminan las ideas machistas en sus hijos con trato desigual a ellos y a ellas.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco, es evidente que así es y creo que seguirá siendo por siempre que el mundo sea machista y a la mujer se nos trate de esa forma, no digo todo el mundo pero si la mayoría, solo tienes que ver el significado de las palabras y esta bien claro, también es verdad que muchas veces nosotras mismas tenemos la culpa ya que somos nuestras propias enemigas, tampoco es en general pero si mayoritariamente, pero bueno que el mundo gira en ese sentido del machismo, a ver si nos vamos concienciando los unos y otros y valoramos mejor a la mujer, al fin y al cabo el mundo gira alrededor de ella.
ResponderEliminarBesos.
Espero que no aciertes en tu diagnóstico del para siempre. Desde luego la colaboración nefasta de distinguir entre miembros y miembras no ayuda, sino todo lo contrario.
EliminarNo sé, a mí particularmente no me hace ningún daño el género de las palabras.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
No te hace daño porque superas esas menudencias, pero eso no quiere decir que sea justo que se asignen significados distintos a algunas palabras para mofa y escarnio del femenino.
EliminarUn beso.
Comparto con Elena . no me preocupa el género de las palabras sólo su contenido.
ResponderEliminar¡APAPACHOS !!
Como tú posees las fuerzas de un tsunami, no es de extrañar que no repares en ello; si acaso te molestara lo anegarías de sopetón y te quedarías tan pancha. Jajaja,
EliminarBesos.
Si quieres la luna, no te escondas de la noche.
Si quieres una rosa no huyas de las espinas.
Si quieres amor, no te escondas de ti mismo…
Un abrazo lleno de energía positiva,
para celebrar a tu lado
con alborozo el fin de semana.
Atte.
María Del Carmen
Igualmente, María del Carmen, un abrazo para ti.
EliminarLo malo es que el machismo está presente también por desgracia entre las costumbres de muchas mujeres. Conozco señoras que son más machistas que yo. Se trata de un problema dementalidades que, afortunadamente, tiende a reducirse con el tiempo. Hacer la compra un hombre o tender la ropa, hoy algo bastante extendido, hace treinta años era casi una osadía. Así que tiempo al tiempo. Y todos arrimando el hombro, hombres y mujeres.
ResponderEliminarUn saludo.
El caso de la compra lo he vivido en muchas ocasiones, pero siempre lo he tomado por el despiste de quien pregunta o la falta de habilidad para manejar los géneros. Pero precisamente es una oportunidad de distinción. Antes nunca iba un hombre a la compra, por tanto, cambie usted también su modo de hablar si quiere que se generalice la igualdad entre unos y otros.
EliminarUn abrazo.
¡¡Que peligro tienen las palabras!!, más de una guerra ha sido provocada por esas palabras a las que muchos no le dan importancia.
ResponderEliminarUna entrada que da para pensar mucho. Comparto lo que alguna de las que comentan dicen, la mujer tiene también al enemigo en casa.
Saludos
Las palabras son espadas de doble filo, Emilio. Como explico en un comentario, no en respuesta a nadie sino a todos, ese ha sido precisamente el motivo de sacar este tema: poner sobre la mesa un asunto sobre el que reflexionar.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. En tu colección puedes incluir estas expresiones:
ResponderEliminarEs cojonudo: es altamente bueno, es 'chachi', es magnífico.
Es un coñazo: eso, es un coñazo.
Un buen ejemplo, Pensionista, como otros miles que no hemos mencionado: el masculino es extraordinario, mientras que el femenino es un latazo, siendo como sabemos la puerta de la vida para unos y otros.
EliminarUn abrazo.
Sí, estoy de acuerdo con Emilio, la mujer tiene el enemigo en casa. Hasta tal punto que a veces lo lleva dentro y justifica lo injustificable y educa a sus hijos en lo injustificable. El cambio debe empezar por nosotras. Gracias por tocar este tema.
ResponderEliminarDe lo que no se habla, no existe. Pareciera que ya somos todos muy modernos y hemos cambiado de mentalidad, pero no es cierto. Muchas madres siguen educando a sus hijos de manera impropia.
EliminarUn beso.
No me cusa sorpresa ni me paro a rizar el rizo aunque lógicamente si en el devenir de la historia la mujer estaba en un segundo plano, en el vocabulario se tenía que reflejar también. Pero siempre ella es la que ha educado y estaba encantada de denostarse y no tengo que ir muy atrás en el tiempo., Las chicas a servir a sus hermanos, y ellos a estudiar. Me temo que pertenezco a generación que ha roto con estos tabúes:-(
ResponderEliminarBss.
La esperanza, Katy, es que ahora se asoma uno a la universidad y al menos el 60% de los alumnos son mujeres, lo que quiere decir que las próximas generaciones verán las cosas desde otro prisma; al menos esa es la esperanza.
EliminarBesos.
Según nos lo presentas, efectivamente, hay diferencias de significados según el género...Sin embargo, creo, que todo está en transición. El hombre y la mujer van renovando su visión de la vida y las crisis actuales van transformando el espíritu, las palabras y sus contenidos...También el diccionario sufrirá renovaciones, sin duda alguna...Esperemos que sea para bien, naturalmente, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo inmenso y feliz fin de semana.
M.Jesús
Creo, María Jesús, que es la mujer la que tiene que dar un paso de gigante en la sociedad para que sea más respetada. Lo ilustro con un ejemplo: en mi niñez, la médica era la mujer del médico; pero afortunadamente ese es un campo en el que todo está cambiando. Por ahí está el verdadero cambio, por la normalización de los puestos de responsabilidad de la mujer en la sociedad.
EliminarBesos.
Algunas palabras de las que has puesto como ejemplo tienen practicamente el mismo significado independientemente del género Hay que recordar que las palabras no tienen sexo, sino género. Espero no tener que llegar a decir que tu eres un gran "poeto" o "relatisto", además de un magnífico "artisto". Un abrazo desde mi mejana , con permiso de las "miembras".
ResponderEliminarYo hablo claramente de género y no de sexo. La verdad es que me siento más capacitado para hablar de género y hasta me da menos pudor hacerlo. Jajajaja. Precisamente pones un ejemplo que me sirve para ilustrar lo mismo de lo que hablo. ¿Crees que tiene el mismo valor las palabras poeta o poetisa? Pues francamente no. Por descontado que no debiera ser así, pero es una realidad. No tengo a mano la argumentación que hacía Gloria Fuerte sobre este asunto, pero, tal vez, por la tradición literaria del hombre, poeta, desde Homero, es un marchamo de reconocimiento, mientras que poetisa suena a algo ligero, como a certamen primaveral o eufemismo de poeta menor. Nadie me malinterprete, pues hay gloriosos ejemplos femeninos en la historia de la literatura y qué decir de la actualidad, pero no suelen usar el apelativo de poetisa por lo devaluado, si bien el diccionario lo define en plena similitud con el masculino. Será cuestión de irse adaptando.
EliminarUn abrazo.
Creo que Emma tiene bastante razón, las mujeres podemos hacer mucho más de o que hacemos. Saludos . Siento que llevo tiempo sin entrar y leer tus estupendas poesías y reflexiones. fue por causa de fuerza mayor
ResponderEliminarMi deseo es que estés bien de salud. Siempre eres bien recibida en mi casa y no preguntaré el porqué tu retiro, salvo que intuya que algún mal te aqueja. ¡Suerte!
EliminarUn beso.
La has "clavao" Francisco, y es que es así lamentablemente. Como también, el hombre que va con muchas mujeres es un conquistador, y a la inversa... ya lo sabemos. Me ha encantado. Un abrazo y buen fin de semana amigo.
ResponderEliminarOtro buen ejemplo el que aportas, Pepe. Gracias por tu presencia y opinión.
EliminarUn abrazo.
Siempre he pensado en esto y desde lo más prfundo, he repudiado estas curiosas definiciones de nuestro diccionario anclado en otra época y sin ánimo, por parte de quienes lo regularizan, de someterlo a un lavado intenso e igualar de una vez por todas tamaña ofensa para la menospreciada mujer, hasta en el lenguaje.
ResponderEliminarY claro...diciendo esto podría tachárseme de feminista, pero nada más lejos; odio los extremos. Sólo soy femenina y sobre todo, persona al igual que un hombre.
Hala, que a gusto me he quedado,ja,ja,ja
Besos.
La verdad, Marinel, es que el diccionario no inventa las palabras, sino que recoge el habla de la gente y la registra. Somos las personas las que ponemos el significado a las palabras y la buena o mala uva al pronunciarlas. Me alegro que te hayas despachado a gusto, para eso lo he puesto, para que cada quien opine libremente.
EliminarBesos.
Se plantean dos temas: el significado viciado de las palabras que lleva a ver distinto el grado de un sargento y una sargenta y el uso del género como propina política con la que precisamente los menos doctos tergiversan el habla y en lugar de usar el plural repite "ciudadanos y ciudadanas". No hace tanto que la jueza era la mujer del juez, pero afortunadamente eso va cambiando porque la mujer va ocupando puestos de relevancia en la sociedad que antes eran privativos del hombre.
ResponderEliminarEn el fondo, lo que he querido manifestar, es que estoy en desacuerdo con el significado distinto de algunas palabras, siempre en menoscabo del femenino, y, por otro lado, me opongo al uso repetitivo, casi cacofónico, por contentar para persuadir.
No mido mi acierto por el número de lectores, ni siquiera por el de comentarios, sino por el cruce de opiniones; eso significa que he acertado a exponer un tema con el que quienes me leen piensan, discurren y exponen. No es mi meta tener la razón, sino empujar a razonar. Gracias a todos.
Apreciado amigo, en mi trabajo cuando damos de comer a los "abuelos", tengo una compañera de 60 años, que se empeña en que a ellos hay que ponerles los platos más llenos , dice : para eso son hombres¡¡¡¡ y se queda tan a gusto, espera prosigo tengo otra de 39 años, que le compra los mejores caprichos en cuanto a comida a su esposo ¿por que?, no me atreví a preguntar...
ResponderEliminarEn mi opinión esta muy vigente el uso más que la denominación.
Un gran beso ♥♥
Te agradezco estos ejemplos. Ya se han pronunciado varios lectores en ese sentido y es cierto que son las mujeres las primeras que tienen que hacer por cambiar el estado de las cosas.
EliminarUn beso.
Es curioso ¿eh?
ResponderEliminarCierto, muy curioso; pero así lo ratifican todos los que han dejado un comentario.
EliminarUn beso.
Pues tu lo has dicho todo, y la evidencia en lo escrito, habla,
ResponderEliminarun abrazo,
y así esta la sociedad.
Buen finde.
Lo he dicho, Montse, y lo han corroborado casi todo los que han comentado. Es triste, pero es así.
EliminarUn beso.
Eso, eso es lo que habría que corregir, en lugar de la tontería de miembras o de personos.
ResponderEliminarFeliz fin de semana, monsieur
Bisous
Esta es mi contribución, Madame.
EliminarBisous.
¡Vaya lección de lengua nos has dado!, cierto todo lo que nos dices hoy, tan cierto como que ahora estoy en el ordenador, muy curiosa tu entrada de hoy y divertida, pero, como dices, machista.
ResponderEliminarMe dices que añora los sardinales varados en la arena, los de aquellos tiempos que no volverán, yo también los recuerdo con cariño y alegría, pero sabemos que es solo un recuerdo que tenemos en nuestro corazón.
Besos, te deseo un feliz fin de semana.
Yo no doy lecciones, Demófila, las recibo con vuestros comentarios día a día.
EliminarUn beso.
Habrá que dejar de lado el diccionario y equiparar las cargar, no es justo tanto despropósito.
ResponderEliminarAbrazos.
No se podía esperar menos de todo un caballero.
EliminarUn abrazo.
Tu tema planteado, apreciado Francisco, es tan importante que no sólo tiene que ver palabras que van y que vienen ni que el cambio de ellas soluciona todo, sino es cómo pensamos, sentimos y vemos o nos vemos. Vivimos en sociedades con espiraciones y realizaciones muy parecidas y también diferentes. He aprendido de tí y de tus comentaristas -como también de otras entradas- que existen distintas sensibilidades y no puede ser de otra manera. La misma palabra "feminista" es tomada como la mujer que lucha como mujer por el reconocimiento del valor de ser mujer; No tiene una trinchera para atacar a los hombres ni menos ser como los hombres pues, fundamentalmente, hombres y mujeres somos iguales (o debemos serlo) como también nos enriquecemos con nuestras diferencias. He leído diferentes libros de feministas, algunas religiosas, otras maestras, etnias donde todos son muy semejantes y también de ex-prostitutas, etc. Cuando leamos la biblia la próxima vez descubramos que allí, en el crisol de una gran religión, los escritores invisibilizaron a la mujer, la borraron. O que la que cometía pecado de adulterio era sólo ella y era ejecutaba sin piedad. O que la Magdalena, la gran amiga de Jesús, se escribió por los varones que había sido una prostituta, para deshonrar en parte su educación y la riqueza que poseía y su vinculación con el proyecto del Nazareno.
ResponderEliminarPerdón ¿Me fui parece para otro lado? Es que entusiasmé en el tema. Una confesión: Cuando escribo sobre la mujer siempre la ubico con todo mi respeto y aprecio que realmente se merece. Disculpas, también, por haberme extendido.
Un abrazo, Francisco.
No sólo por tu comentario, Vicente, sino también con tu comentario, entre todos, completamos el boceto que yo tracé en mi entrada. Lo maravilloso de recibir muchos comentarios no está en el éxito de quien plantea, sino en los complementos que hacen de un bosquejo todo un estudio con diferentes miradas. Finalmente, entre todos, hemos logrado hablar de un tema que lleva siglos de oscuridad y hasta de mofa masculina de manera absolutamente injusta. Dicen los biólogos que son muy escasas las diferencias genéticas del hombre con la mosca del vinagre y no digamos con el hermano chimpancés. ¿Cómo podemos marcar esas diferencias hirientes en nuestro modo de hablar?
EliminarTe agradezco tu extensión y esa otra visión histórica que le has imprimido al tema.
La semana pasada celebraba la Iglesia la presentación del Niño en el templo, a los cuarenta días de su nacimiento, rescatado con un par de palomas o tórtolas, según la situación social de la familia; pues las niñas, de quienes ni siquiera se habla, eran presentadas a los 80 días y sin el mismo boato. Tal vez por eso, el Maestro, que no hacía acepción de personas, comía con pecadores y prostitutas. Según sus propias palabras, "porque no necesitan médico los sanos".
La discriminación de la mujer es tan vieja como la vida y va siendo hora de poner nuestro granito de arena. No podemos hacer cambiar al mundo, pero yo sí que puedo cambiar.
Un abrazo, Vicente.
Hola Francisco, joooooooooooo de alucine. Es increíble como la misma palabra sólo cambiando de masculino a femenino, puede tener el significado para el primero de orgullo, y para el segundo despectivo. Es cierto que hay mucho machismo incluso en el vocabulario o significado de las cosas, y esto es porque los hombres se lo han dado.
ResponderEliminarMuy buena la entrada.
Saldos y besos
Perdón, quise decir saludos y otra vez besos :-)
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