Cuando la luz disipa los contornos,
cuando curvas y rectas
han encontrado un mismo punto de fuga;
cuando el termómetro
le lleva la contraria al medio día
y baja o se templa,
según la estación.
Cuando los temores se hacen esdrújulos
y los sonidos de la mar
o del bosque
marcan tildes agudas
como silbos de nereidas;
cuando la percepción de la vista
es mole amorfa y pesada
como fardos de estiba;
entonces, con luz extraviada,
se acentúan las dudas
y los temores se hacen cuerdas de violín
prestas al grito.
Es hora de balance,
de examen de conciencia,
de analizar los miedos
antes de rendir la voluntad
en brazos del sueño;
en el horizonte,
la estela de la luna
es una promesa salpicadas de inquietudes,
y en el barbecho de las respuestas
la sola manta de la soledad
con la que abrigarnos.
El examen de conciencia, especialmente cuando no lo suspendemos, ayuda a conciliar el sueño con los sueños. Buenas noches y dulces sueños
ResponderEliminarNo es ninguna connotación con lo religioso, sino un análisis que te permite disponerte a descansar adecuadamente. Dulces sueños.
EliminarBesos.
La noche se abriga con tus cálidas palabras, amigo Francisco, quién dibujas sueños y pintas destellos de luz, y música con tus versos, la noche se hace poesía en tu mirada.
ResponderEliminarPreciosa entrada.
Mi admiración y un beso.
Hablas muy bien de mi intención de dibujar con las palabras María.
EliminarUn beso.
Tus palabras son caricias para este corazón que ahoga su penar es esa manta de soledad.
ResponderEliminarCariños…
Creo, Oriana, que la soledad no hay manta capaz de abrigarla. Por suerte hablo de experiencias extrañas, pero son muchas las evidencias.
EliminarUn beso.
Esa soledad que siempre es fiel.
ResponderEliminarSaludos.
Hay un momento en el que por muy acompañados que estemos, acabamos estando solos ante nosotros mismos. Gracias por tu comentario.
EliminarUn abrazo.
La noche que palabra tan llena de contenido que has desglosado de maravilla.
ResponderEliminarBss y a por el martes
De contenidos y de matices, pues no hay dos noches iguales ni la misma es igual para todos.
EliminarBesos.
La noche, buen momento para las reflexiones, siempre y cuando ayuden a conciliar el sueño y a reencontrar la paz. Lo malo es cuando todo te desvela.
ResponderEliminarUn saludo.
Es el momento de aplomarse, serenarse y analizar el sentido de todo aquello que somos y hacemos. Ese es el riesgo, pasarse de rosca y quedarse desvelado.
EliminarUn abrazo.
Una poesía perfecta para ese momento en que quedamos a solas con nosotros mismos. Un abrazo
ResponderEliminarTe agradezco el calificativo, pero todo es susceptible de mejorarse.
EliminarUn abrazo.
Esta noche me ha resultado más serena y he dormido mejor. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarNo imaginas cómo me alegro, Felipe. Te imagino una de esas personas de corazón limpio que duerme a pierna suelta.
EliminarUn abrazo
Parece "coba" pero no lo es. Me rindo siempre con admiración ante tus versos, profundos en su contenido y delicados y certeros en la forma.
ResponderEliminarLa noche se asemeja al declinar de la vida, es la hora del balance. Lo importante es disipar los miedos e ilusionarse por emprender un nuevo día, como un regalo y oportunidad de enmienda y nuevas posibilidades de amor y conciliación con nuestro entorno.
Un saludo muy afectuoso.
Gracias, Chela. Sé que tus palabras son sinceras, pero yo no merezco tanto.
EliminarUn fuerte abrazo.
Qué bien marcan tus metáforas...esos temores que se hacen esdrújulos y son tildes agudas, silbos de nereidas y cuerdas de violín...en el alma, nos hacemos noche y por unas horas recorremos un mar de oscuridad y dudas...Pero, todo es necesario para valorar de nuevo la luz, que nos regala el Creador cada día, amigo.
ResponderEliminarMi felicitación por tu consciencia, que vive cada instante con intensidad y camina siempre con la perspectiva de la luz en el alma.
Mi abrazo inmenso y mi cariño, Francisco.
M.Jesús
Gracias por subrayar mis palabras, M Jesús, muchísimas gracias.
EliminarBesos.
Así no da miedo.
ResponderEliminarUna noche que se viste de gala con tus versos no da miedo.
Un abrazo Fco.
No soy yo, Elena, es tu mirada de bondad.
EliminarUn beso.
'Cuando la luz disipa los contornos...' el amigo Francisco Espada nos compone un poema que agradecemos sin temores... pues sabemos que él está ahí.
ResponderEliminarDesde Gran Canaria, un saludo como siempre afectuoso. Ángel
Tú lo provocaste, Ángel, al comentar mi poema anterior sobre el amanecer.
EliminarUn abrazo.
La hora de las dudas es la hora más feraz, de ella nacen todas las certezas. Un abrazo.
ResponderEliminarCierto, porque es la hora de los descartes. Si no hiciéramos balances continuos no nos daríamos cuenta de los desvíos.
EliminarUn abrazo.
¡MAJESTUOSO !! te has hecho un festín de metáforas exquisitas., has jugado con ellas como siempre lo haces.
ResponderEliminar..."la estela de la luna
es una promesa salpicada de inquietudes..."¡DESLUMBRANTE !!
¡Te felicito, españolito ! ¡eres un genio !
¡APAPACHOS !!
Gracias por lo del festín de metáforas, María del Carmen. No te excedas que no van a creerte.
EliminarApapachos.
Qué bonito poema, Francisco, está tan lleno de imágenes que me pareció ver un cortometraje, me voy cargado de poesía.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amigo.
HD
Gracias, Humberto, qué bonito lo que me dices.
EliminarUn fuerte abrazo.
Para mí también esa es la noche con todas sus oscuras desnudeces.
ResponderEliminarCon el frío que corre en este hemisferio, por descontado que hablo de la desnudez del espíritu, porque la del cuerpo: ¡Brrrrr!
EliminarUn beso.
Infinitas gracias mi querido y admirado poeta por siempre deleitar nuestra alma con la belleza de tus letras. Mil besinos de esta amiga con inmenso cariño.
ResponderEliminarCariñoina Ozna, gracias por tus mimos vocálicos.
EliminarBesinos.
Ojalá hiciéramos examen de conciencia antes de caer en brazos de Morfeo aunque me temo que esto, que tendría una fin terapéutico y benéfico para nuestra conciencia, no es una práctica extendida sobre todo entre quienes nos gobiernan.
ResponderEliminarUn beso
Sinn duda que es una buena terapia. Sinceramente, Carmen, tengo que decirte que es un hábito que me llegó con los años, en el tiempo de aplomo, pero que es muy saludable.
EliminarUn beso.
Es necesaria la oscuridad para valorar la luz en su justa medida, es necesario el silencio para valorarnos a nosotros mismos tal cuál somos.
ResponderEliminarBesos poeta!.
Efectivamente, sólo añoramos lo perdido, por eso la incógnita de la noche, el miedo a que sea la última, nos acerca más a nuestro ser íntimo y a cuestionarnos y respondernos acertada o equivocadamente.
EliminarUn beso.
Sí, la dos cosas son: causa de temor cuando cerrada parece boca de lobo, y momento de reflexión y con el reparador sueño momento para ordenar vivencias, sin darnos cuenta. Ya se sabe: consultarlo con la almohada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es. Casi la totalidad de la sabiduría humana (no hablo de ciencia) está presente en el refranero.
EliminarUn abrazo.
Es necesario el silencio de la noche y el recogimiento en la obscuridad para tomar conciencia de lo quienes somos, como somos y a donde vamos.
ResponderEliminarUn examen de conciencia es necesario cada noche para valorar nuestros errores y tratar al día siguiente de no repetirlos. Cada día de vida es una oportunidad que se nos da para lograr ser mejores.
Besos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Las prisas del día, la ebullición del corre corre no nos deja respiro para meditaciones. Me gusta el complemento que le das a mi poema. Finalmente, todo es de todos, o todos ayudáis a engrandecer lo que hago.
EliminarBesos.
Hace usted la noche tan tentadora que apetece ser insomne para disfrutar de cada una de sus horas.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Algunas insomnes llegan de vez en cuando, pero prefiero las otras; esas que uno se pierde en la nebulosa del pensamiento. Gracias, Madame, por vuestra presencia.
EliminarBisous.
"Curvas y rectas
ResponderEliminarhan encontrado el mismo punto de fuga"
Menos mal que solo se marcharon ellas y te dejeron las letras para que podamos seguir disfrutando y aprediendo de tus poemas.
Un abrazo.
Gracias, Chelo, por tu comentario matemático.
ResponderEliminarUn beso.
La noche abriga tantos sentimientos, como esta...tu poesía.
ResponderEliminarUn abrazo desde mi mar:)
Gracias, Ángeles, por tu comentario.
EliminarUn beso.
Hola Francisco, muy bonito el poema.
ResponderEliminarLa noche da para mucho, sobre todo para las personas que tienen insomnio.
Seguro tú no tienes que hacer examen de conciencia porque eres una persona limpia de corazón. Pero tal vez son las pastillas las que hacen que tus sueños sean mas livianos y no puedas reconciliaros tú y el sueño.
Saludos y besos
Esto no vale, Isa, esto no es un comentario, esto es cariño.
EliminarGracias y un beso.
Hermoso poema. Me ha encantado. Me he visto reflejada en él cuando tengo insomnio.
ResponderEliminarGracias por tus maravillosas letras
En este caso no fue escrito durante el insomnio, sino a plena luz del día, pero la ventaja de ser mayor es haber pasado por muchas vivencias. Gracias a ti por tu afecto al leerme.
EliminarUn beso.
La noche es esa dama sigilosa que cual diosa nos hace sumergir en el alisado de tanto enredo diario, nos hace recapacitar antes de que Morfeo nos haga vivir en otros mundos donde tal vez ella no sea tan nítida, tan consejera, tan oyente.
ResponderEliminarPrecioso poema nocturno. Yo no le he encontrado ni un punto de fuga.
:)
Besos.
Gracias infinitas por tu comentario, Marinel.
EliminarUn beso.