25 marzo 2010

DEUDA HISTÓRICA

Han tenido que parir los montes para que treinta años después se salde la “deuda histórica” del Estado con Andalucía y seguimos divididos: unos satisfechos y otros presentando recurso a los tribunales; los primeros tan campantes con el pago en especies y los segundos indignados por el trasnochado sistema del trueque. Algo de unanimidad sí se ha logrado en los últimos tiempos: el reconocimiento de la deuda, antes negada por los que ahora tachan de insulto al pueblo el viejo sistema de pago.

El ansia de sosiego que anhelan mis años confía en que este asunto duerma al menos durante los previsibles cinco años que tarde en pronunciarse el tribunal, pero dudo que así sea, ya que en el fondo se trata de las escaramuzas del poder. Mientras tanto, el pueblo llano, el que verdaderamente sufre la crisis en sus carnes y en sus bienes, al que no le alcanza para subsistir y menos aún para pagar la hipoteca, ve cómo la banca cobra deudas a diario por el viejo sistema del cobro en especies sin inmutarse ante el desahucio, y se pregunta: ¿Por qué me echan a la calle? ¿Por qué no recurren el pago de mi deuda, la convierten en histórica y me dan tiempo a que pueda pagar en dinero contante y sonante?

3 comentarios:

  1. Magníficos tus apuntes... pero me hacen pensar que alguien nos debía informar "oficialmente" en cuánto se venden los solares y a quién se venden y detallar en qué se emplea el dinero recaudado con su venta. Alguien siquiera lo preguntará ? Debo estar loco al pensar estas cosas...

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Joaquín, por tu apreciación. No estás loco, claro que no. Lo que sucede es que unos y otros cuentan sólo aquello con lo que embaucarnos. ¡Ya está bien de tanto papel de celofán! Pero que nos cuenten la verdad desnuda es una quimera que no nunca lograremos.

    ResponderEliminar
  3. No está mal convertir nuestras deudas en "históricas" para poder ganar tiempo y pagar con cuatro pesetas la cantidad de euros que debemos.
    Magnífico blog, querido Paco

    ResponderEliminar