Noche apacible, silenciosa,
serena… La brisa susurra
canciones que forman parte de mi vida
y me acaricia el oído.
Son canciones de otro tiempo,
esas que perfumaron mi juventud.
Por los espacios siderales
se pasean las musas ociosas,
llevan pentagramas no escritos
y una languidez en sus miradas
sin margen ni estribo
en los que apoyar una aventura.
He saltado el vallado
y me he paseado al olor de tus huellas,
pero la dama de noche era muy persistente
y desdibujaba tu estela.
La luna es un círculo perfecto,
rotundidad y brillantez
que evocan a tu rostro;
tan solo me parece vislumbrar tu acento:
demasiado brillo en el firmamento
como para señalar a una única estrella.
Qué bien poder disfrutar de una bella y apacible noche estrellada, Francisco.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz mes de junio, que ya llega.
Sí, porque estas son noches de toses y de sudores. La intensa floración, tras las copiosas lluvias, nos tiene alterados.
EliminarUn abrazo.