Saluda al nuevo día, da gracias
por el nuevo despertar,
y tras el aseo una ropa cómoda,
en especial un calzado adecuado.
Así como los libros son para leerlos,
una y otra vez y hasta recomendarlos,
así los caminos son para disfrutarlos
mientras se respira y asimila cada encuentro:
los juegos de luces y sombras
tras cada esquina, el resol que deslumbra
al llegar al rellano, la cuesta que se resiste,
el claxon del impertinente impaciente,
la habilidad para sortear ciclistas y patinetes
y turistas mirando el Google Maps
arrastrando música de troyler;
la hierba que crece junto al camino
o que verdea las juntas de las baldosas,
la flor tímida que apenas se asoma
o la exuberante que hace señas a lo lejos;
un reguero de ociosos con litrona o peleón,
el banco ocasional libre y en la sombra
para un leve descanso...
“Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás”
ver la vida en perspectiva sin dejar de caminar.
Hay distintas maneras de ver los caminos según cada circunstancia, sea de paseo o sea de huida.
ResponderEliminarSaludos
Todo lo inimaginable tiene más de una versión para cada uno que lo observa, Emilio.
EliminarUn abrazo.
Qué bueno que te hayas despertado mirando la vida con ojos machadianos, amigo...El camino es puro símbolo vital y hay que disfrutarlo y escucharlo, porque nos cuenta muchas cosas, como tú haces, amigo poeta.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable de soles de mayo.
Así es, María Jesús, nunca nos llegan las mismas sensaciones del camino que transitamos a diario.
EliminarUn abrazo.