01 agosto 2019

LA MAR DE SUEÑOS




Una gaviota, un dron natural,
sobrevolando las aguas salobres y las arenas,
un sueño, mi sueño, el sueño del hombre
hecho realidad, surcando caminos
no hollados,
deshilachando el horizonte
en visión panorámica de agua y sal;
para mí un divertimento, para ella su medio natural,
su ejercicio constante, su hacienda,
su mantel y sus cubiertos, su pan de cada día.

Ya no soy hombre, sino niño que sueña,
que vuela de otero en otero
y se provee de todas las utopías leídas
y de las quimeras soñadas,
que se enrola cada día en su bajel imposible
hacia un punto lejano e incierto
en alas de las aventuras del Cachorro
y rivalizando con los diestros corsarios
de las aguas oscuras y terribles.

Una gaviota, la mar de sueños.

8 comentarios:

  1. El mar y el vuelo de las gaviotas abren las puertas a la imaginación libre, de par en par.
    Cuidado con los drones. Y con las gaviotas.
    Un abrazo, Paco.

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    1. De momento, las gaviotas sólo me han proporcionado sueños.
      Un abrazo, Cayetano.

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  2. Francisco, tu poema nos describe el vuelo del espíritu. Es necesario hacerlo de vez en cuando. Nuestra parte divina se recrea en ello y sobrevuela la materia que nos limita y confunde. Asi que felicidades por ello, hay que seguir creciendo en espíritu, amigo.
    Espero que estés pasando un buen verano.
    Mi abrazo y mi cariño.

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    1. Me satisface tanto tu comentario, María Jesús, porque describes aquello que quería lograr ante la página en blanco.
      Un fuerte abrazo.

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  3. Cómo te envidio gaviota
    que vuelas sobre la mar
    y en tus aguas te reflejas
    sin detener tu volar......
    Saludos

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    1. Uno tu poema al mío y o fundo en un único decir.
      Un abrazo.

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  4. "Ya no soy un niño"... Yo que te he leído tantos poemas, creo que tu espíritu siempre pudo conservarse niño, aunque tu cuerpo, su casa, haya ido cambiando.
    Te abrazo.

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    1. ¿Cómo pagarte todas tus gentilezas, esas caricias de letras que me dedicas hoy?
      Un fuerte abrazo.

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