Dichoso
el hombre que no sigue el consejo de los
impíos.
Salmo 1
Orienta tu brújula hacia
Ítaca;
apunta al cielo
si quieres mostrar
la feria iluminada de los
astros
y las figuras caprichosas de
las estrellas,
como carros de fuego
que presagian tu victoria
camino del edén.
Si aspiras al paraíso,
elige el camino ascendente
─el fatigoso─
aunque el cansancio o la debilidad
te zarandee;
con las artimañas del ruin
es más festivo y jacarandoso,
pero quien mete piedras en
sus alforjas
acaba con sus sandalias
rotas,
los vestidos andrajosos,
le precede la pestilencia de
sus postemas
y en todos sus días no
encontrará la meta.
En cada encrucijada, un
dilema;
mas no temas la nula visión
en los cambios de rasante,
porque no muere de sed
quien bebe y comparte,
sino quien hace ídolo de su cantimplora.
Ten siempre a Ítaca en tu
mente
y en tu corazón,
y sigue por siempre
la ruta segura por el camino
del bien.
Por el camino del bien amigo.
ResponderEliminarAsi debería de ser el corazón del hombre sincero siempre mirar al cielo.
Sin dejar que le aparten du senda.
Un abrazo.
Ambar
Lo vamos intentando, Ambar, y cuando notamos el desvío corregimos la derrota. Gracias infinitas.
EliminarUn abrazo.
Y pide que el camino sea largo, lleno de experiencias, de dificultades y de sabiduría. No temas ni a los cíclopes, ni a las sirenas, ni a la malvada Circe. En casa te esperan los tuyos. Con el permiso de Kavafis.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Largo con moderación. Acabo de leer que una anciana de 90 años ha rechazado todo tipo de tratamientos para su cáncer de útero tras escuchar las largas explicaciones del médico. Ha elegido morir en su casa y creo que es acertado: los experimentos con gaseosa, y cuando en la pantalla aparece "The End", a dormir.
EliminarProfe, uno se va contagiando de aquello que lee. Un abrazo.
Una preciosura 1
ResponderEliminarUn canto a la vida. Ese es el camino que hace bien. El más largo sí, el más difícil , pero el que nos hace mejores
Todo el poema es bellísimo, cada verso es un gozo pero el final es SUPREMO.
Para leer y releer.
Apapachos.
( odio esa cosa, que no sé cómo se llama que pusiste y no deja ver lo que uno comenta. Ya sé. Fue inevitable )
Tu mirada y tus sentimientos son bellos, María del Carmen. Sólo quien posee la belleza es capaz de apreciarla fuera de sí y vos sos experta en ello.
EliminarDisculpas las molestias de lo que he entendido por inevitable.
Apapachos.
Es muy costoso llegar a Itaca y el camino está lleno de obstáculos.
ResponderEliminarTienes razón, Tracy, y ni siquiera hay lugares bellos en los que tomar un té.
EliminarBesos.
Hay que ir dando botes, demasiados obstáculos.
ResponderEliminarSaludos
Los obstáculos son infinitos, pero la gracia radica en poder sortearlos.
EliminarUn abrazo.
Del error se aprende. Con la desidia y la inacción a flor de piel se presume de ho haber errado.
ResponderEliminarUn saludo
Te asiste la razón, Carmen, sólo el escribano echa borrones.
EliminarBesos.
Hola Francisco. No tengo ganas de romperme las neuronas en busca de poemas, la verdad y por el momento, pero he pensado que no van a impedir que me deleite leyéndoos y comentando vuestras letras.
ResponderEliminarEs precioso tu poema, indicador de caminos ligeros...
Gracias y besos.
Me alegro de esta respuesta, por ti, por nosotros que usamos nuestra libertad para tratar de construir y no de derribar. ¡Ánimo!
EliminarBesos.
Todo un alegato a esa aventura vital, que nos lleva a Itaca, apuntando al cielo...Pero, como peregrino, entregado en cuerpo y alma a aprender con honestidad y amar el camino...Mi felicitación y mi abrazo por esa claridad rotunda de tus letras.
ResponderEliminarM.Jesús
Gracias, una vez más, María Jesús. Se trata de eso, de estar en camino, de levantarse tras cada caída e ir corrigiendo la derrota para no ser derrotados.
EliminarBesos.
Sabias letras que incitan a la construcción y no a la destrucción. Pero mejor no ver el telediario.
ResponderEliminarMuchas gracias, Amparo, por tus palabras.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. Muy bellos los versos. Hacer el bien y no mirar a quien, es un ejercicio muy bueno para partir al otro mundo con la mochila vacía pero el corazón henchido de alegría.
ResponderEliminarLa imagen es también muy bella.
Saludos y abrazos
Mil gracias, mi dulce Isa, por tus palabras corroborando mi poema.
EliminarUn fuerte abrazo.
Lo importante es levantarte si caíste, fijar de nuevo el rumbo, aplicar las enseñanzas que aprendimos al equivocarnos y continuar el camino hasta su término.
ResponderEliminarMuy buena reflexión.
Un abrazo.
Mil gracias, Belen. Aunque uno crea que escribe para sí, en el fondo busca gustar a los lectores, pues es el único medio de mantenerlos.
EliminarUn fuerte abrazo.
¡Lástima que esa Ítaca es para muchos su bolsillo, hacer el mal sin objetivo o convertir en odio sus frustraciones!
EliminarPero, afortunadamente, existen también muchas personas como tú, que prodigan frases o poemas blancos, como miguitas para las inofensivas y hambrientas palomas. Gracias.