La vida golpea a todos
con azotes de azar que nos desencuadernan;
llega el envés,
llega el viraje virulento
y se convierte en óxido
lo que antes era acero rutilante:
son hechos maltrechos,
deslucidos encajes del camino de la vida
y reveses de fortuna
que nos sacan de la senda
y nos orillan en la arista misma
con su pendular hacia la muerte.
Pero hay almas, al parecer blasfemas
o ignominiosamente olvidadas,
que viven en la clausura del olvido
como reductos negros del desprecio
en la esquilmada tierra aborigen
y condenados sin juicio ni cordura
al olvido de los hombre y los dioses.
Nos hemos atrincherado
en el reclamo de lo mío es mío
y lo tuyo vuestro
—siempre que no sea del interés general—
y alambramos el coto, y elevamos la cota,
con las debidas rendijas para los bienes
sin comunión con la negra y endémica
palidez del hambre.
¡Hambre, hombre, hambre!
¿En qué pérfida y arrogante cabeza
anida la exclusión de tu látigo fiero?:
concertinas para el hambre
no es música bailable, sino holocausto
indignante, flagelo, picadura de áspid,
inmoralidad, indigencia, indecencia, infamia.
Da un poco de miedo tu poema. Los domingos a las14 horas un periodista, don Ruperto Concha, habla sin ambages de política internacional. Pareciera que el tema de tu robusto poema no tuviera que ver pero iniciativas de la UE son atrampadas por los EEUU, ocasionando cierta inmovilidad para resolver los problemas que ustedes no están acostumbrados. Definitivamente tu trabajo de escribir como lo haces crea virtud. Abrazos.
ResponderEliminarNo es miedo lo que he querido comunicar, Vicente, sino mi gran pesar por una inmensa parte de los ciudadanos del mundo que parecen tener menos derechos que el resto. Asistimos, estupefactos, a cómo han caído las fronteras para los bienes y no así para las personas. Cuando un país queda esquilmado, cuando se les priva de las mínimas posibilidades de vida, no hay hierros que puedan frenar a las personas. No digo que todo el mundo pueda circular abiertamente, pero hay que crear medios de vida en origen, pues nadie se mueve de su lugar de nacimiento si no es buscando un medio de vida más digno o cuando menos de supervivencia. No es cuestión de extenderme, pero el llamado primer mundo no podrá vivir en paz sin que la paz reine en el mundo entero.
EliminarUn fuerte abrazo.
Viniendo de África no es necesario poner el matiz que indicas; lo de ellos es nuestro sin más.
ResponderEliminarSaludos
La naturaleza es diversa y no todos los lugares del mundo son igualmente habitables, pero el colonialismo es, desde mi humilde punto de vista, el responsable de estos lodos de hoy.
EliminarUn abrazo.
Como me acaba de comentar un seguidor en mi blog a cuento de las fronteras, no me gusta estar cerca de vallas y alambradas, porque, una de dos, u odias o eres odiado.
ResponderEliminarUn saludo.
Así es, Cayetano: el preso es odiado por unos y el carcelero por otros.
EliminarUn abrazo.
Pobre gente, poner sus esperanzas en un país, un continente desesperanzado, sin futuro. Muy bien retratado, Paco. Un cordial saludo.
ResponderEliminarEn un continente que primero les ha robado sus materias primas y todo lo que ello conlleva.
EliminarUn beso.
Lo peor de toda esta situación actual en el mundo, es que a fuerza de verlo y oírlo cada día, el hombre se va acostumbrando y cada vez aumenta mas la indiferencia por los problemas ajenos. Triste pero cierto.
ResponderEliminarUn abrazo
Esa indiferencia es la motivación que me ha llevado a escribir sobre este asunto.
EliminarUn beso.
Un poema muy fuerte. No tengo palabras . Compadezco a esas almas abandonadas , hechas jirones . Pero posiblemente no lo siento como debiera. En mi tierra decimos "tiene que pasar por tu cuero " y es verdad . Eso te daría la verdadera dimensión de este horror.
ResponderEliminarEl Papa Francisco está llevando a cabo una serie de planes para paliar el hambre del mundo. Dios permita que la gente colabore . No sé que más decirte. Sólo Dios...
Apapachos.
Quiero confesarte algo, María del Carmen: cuando tras mi jubilación forzada por la situación física y un cierto tiempo de recuperación me incorporé a Cáritas, hace 11 años, comencé a palpar los problemas ajenos, a entender que lo que le duele al otro también debe dolerme a mí; entonces comencé a ver las cosas de forma distinta y con implicación y proximidad. Lo que pretendo con este y otros poemas sociales no es escribir una página literaria gloriosa, sino crear conciencia de que todos somos todos.
EliminarApapachos.
Gente luchando por sobrevivir.
ResponderEliminarGente que merecen que otros luchemos por que puedan ser personas con toda su dignidad.
EliminarUn abrazo.
El hambre y la desesperanza hace que esas personas arriesguen todo en busca de un futuro mejor.
ResponderEliminarEntiendo que no es posible dejar abiertas las fronteras, pero, con voluntad, habrá que buscar una solución que no pse por estas salvajadas.
Feliz semana Francisco.
Besos.
No hay fronteras ni guardias suficientes para frenar los impulsos de la hambruna: No todos cabemos en el mal llamado primer mundo, pero no podemos verles morir de hambre y sed y mirarnos el ombligo.
EliminarBesos.
Vengo de la mano de la buena amiga Tracy, paladeo tus poemas y me quedo.
ResponderEliminarEl ministro que permite esto ,suele retirarse en la abadía del Valle de los Caídos, para sosegarse y hacer oración.. !Sepulcros blanqueados!.
Un abrazo.
Así que eres uno de los regalos de Tracy. Comprobarás que ha exagerado, pero te recibo con todo mi afecto. En cuanto a las incoherencias de las que hablas, es cierto que hay muchos hipócritas que también hoy serían expulsados del templo.
EliminarUn abrazo.
Qué injusto el azar que hace que unos nazcan de este lado y otros de aquél.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Una injusticia que hace hablar a los mudos y sobresaltarse a los tullidos, Elena. Debemos crear conciencia de que no puede ser más la indiferencia ni repelerlos con métodos violentos.
EliminarBesos.
Una vez más tu poema nos hace reflexionar, nos llega al alma...Hay personas con estrella y personas estrelladas desde su nacimiento...La vida aparentemente es muy injusta, pero lo cierto es que mientras no cambie el sistema económico mundial y se dé más preferencia al espíritu, seguirá habiendo seres olvidados y desgraciados, que nos dolerán en la entraña y nos hará sentirnos frustrados por no poder remediar su situación...Mi gratitud por compartir y mi abrazo inmenso por tu buen hacer, Francisco.
ResponderEliminarM.Jesús
Si ya dentro de los países como el nuestro es una falacia la igualdad de oportunidades, tampoco debemos ni podemos consentir la igualdad en la desgracias. Movamos las conciencias empezando por la propia.
EliminarBesos.
Hola Francisco, un poema que cuenta la realidad de muchas vidas desesperadas. Como ya te han dicho por aquí, uno es más libre y tiene las necesidades mínimas cubiertas dependiendo del lado en el que nazca. De las vallas para acá todo es distinto aunque hay también mucha desesperanza. Si naces de las vallas para allá, eres desafortunado y buscas una vida mejor. De ahí que se hayan dejado jirones de piel en y de ropa en las concertinas. El mundo, desgraciadamente no es igual para todos los que vivimos en él. Buen poema aunque muy duro por las verdades que cuenta.
ResponderEliminarSaludos y besos
Aquí también hay desesperanza, pero hay comedores sociales, instituciones que hacen todo lo que está en sus manos por paliar las necesidades de las personas; ¿pero dónde acudir donde ni el agua potable está al alcance de todos? Gracias, Isa.Besos.
Eliminar¡Que injusta la vida o más bien los seres humanos , Francisco! ¿como podemos consentir que pase esto? mientras muchos nadan en la abundancia , otros se juegan la vida por irse a otro País para sobrevivir , no es igual la vida para unos y otros y lo peor, ya nos estamos acostumbrando a ver tales barbaridades que parece a veces que ni va con nosotros todo lo que está pasando ¡ y claro que va ! si todos somos seres humanos y tenemos los mismos derechos ! Ojalá no tarde el día en que todos los Países se unan para dar una solución a tanta barbaridad , el Mundo no puede seguir así , ignorando porque quieren , claro , que hay personas que lo están pasando terriblemente mal , no se puede ignorar el dolor de otros , no se debe ni se puede y tenemos que hacer todo lo que esté en nuestras manos . La vida no es injusta , los injustos somos los seres humanos que permitimos que esto pase .
ResponderEliminarUn abrazo grande y gracias por tu reflexión.
El sol sale para todos, pero las injusticias son siempre achacables al hombre y no a la naturaleza. Ese es primordialmente mi objetivo, crear conciencia de que todos podemos hacer algo y debemos hacerlo. Gracias, Charo.
EliminarUn beso.
Siempre he admirado tu talento literario, no solo no me molesta que copies la imagen sino que además me honra que a una imagen de micosecha le añadas un texto literario.
ResponderEliminarBesos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Muchas gracias, cualquier día de estos haremos un tándem juntos. Muchas gracias.
EliminarBesos.
Cuánta verdad encierran tus palabras, Francisco. Cuando dices " concertinas para el hambre/no es música bailable, sino holocausto" imagino los campos de concentración y sus alambradas espinosas, repletas de desdichas. Y avanzo y ahí están las concertinas esgrimidas por una sociedad avanzada y democrática, y no puedo sino demostrarme que hay hombres y hombres, hambres y hambres.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Carmen, por tu destacado comentario.
EliminarBesos.
Ya se ha dicho por activo y por pasivo que nuestra generación pasará por ser la más egoísta del planeta, porque teniendo, medios al alcance medio planeta se muere de hambre. Algunas ONGs, hacen lo que pueden pero es insuficiente. Somos un poco hipócritas en nuestras sociedades. Nos quejamos de lo al que no va sin mirar como les va a millones de personas que no tienen ni para un bocado diario, se mueren de hambre.
ResponderEliminarBss
La gran hipocresía es la característica común a esta generación que vivimos: al tiempo que hacemos gestos, no dejarnos de mirarnos el ombligo.
EliminarBesos.
Hay mucho de esto en los pueblos originarios de América Latina, arrinconados, diezmados y denostados. Ni que hablar en las grandes ciudades donde se explota a seres humanos sin documentación y sin distinción de sexo y edades para los trabajos tanto dignos (si se puede decir que lo son al estar hacinados) como indignos. Saludos. Es admirable tu forma de expresarlo.
ResponderEliminarHay mucho de todo esto en todos los rincones de la tierra, en especial en las fronteras con "el primer mundo". Gracias por tu comentario, Rosa María.
EliminarBravo.
ResponderEliminarMuchas gracias, hijo.
EliminarBesos.
Magnífico, acertado y sobre todo duro, tal como se merecen los responsables de las concertinas.
ResponderEliminarCon las nuevas medidas que están tomando, uno no sabe si se la juega por lo que opina, pero no voy a dejar de hacerlo cuando se trate de defender a los más débiles.
EliminarUn abrazo.
Todo lo pasado ha sido lo que ha forjado en lo que estamos, eso leó en sus letras, Francisco. pero como siempre, el fin para todos es la Fe.
ResponderEliminarSaludos
Absolutamente de acuerdo, Laín. Dicen que hay dos tipos de personas: los que creen y los que dicen que no creen.
EliminarUn abrazo en el día de la Santísima Trinidad.