“Cada
minuto de pesadumbre nos priva
de sesenta
segundos de felicidad”
BLAS DE OTERO
Te has esfumado
como vapor de agua helicoidal
que quiere desdibujar mi sonrisa,
como fumata vaharada
de una olla en ebullición
que ni sabe ni puede pensar
y me dejas el lastre de este peso,
de este fardo fastidioso
que ancla mis pasos
a unos cimientos inexistentes.
He aprendido a paliar el dolor físico
con la farmacopea prescrita
en la que me siento diestro, pero
¿cómo sacar de mi pecho herido
la espina de tu abandono?
Tu poema es una preciosura como siempre, pero hoy DUELE. Has dibujado la figura del abandona fielmente. Es terrible, el abandono te desgarra. Pero siempre hay otras cosas que la vida te da t de las que puedes prenderte. Mientras tanto ponle "curitas" a la herida. Recuerda lo que yo siempre le digo a mis nietos: Nada viene para quedarse. te quiero mucho, mi españolito lírico. ¡APAPACHOS. :)
ResponderEliminarDebo confesar que he mentido. Sé que en mis palabras trasciende el dolor, pero es físico y lo he mutado para crear belleza de lo que sólo es hundimiento, incapacidad y reposo.
EliminarApapachos.
Todo gran amor no es posible sin pena.
ResponderEliminarEl amor, tanto en la ansiedad dolorosa como en el deseo feliz, es la exigencia de un todo. Únicamente nace y subsiste si queda una parte por conquistar. Solo se ama lo que no se posee por entero.
Precioso, Francisco!! La nostalgia no le quita sensibilidad a tan bonito poema.
Cariños….
La vida es dolor, es esfuerzo, es sacrificio y necesita del acompañamiento, por eso el abandono es el fracaso total. Gracias por tu opinión, Oriana.
EliminarMe has dejado triste al leerte, ¿qué se puede hacer para paliar esa sensación de abandono?
ResponderEliminarLa frase de Blas de Otero me ha encantado, me la apunto.
Gracias y abrazos.
El dolor del que hablo es ficticio, Tracy, pero el físico no lo es. ¿Tienes influencias para que me citen pronto?
EliminarBesos.
Ya sabemos que la mejor medicina para estos males es el tiempo, el lo cura todo y acaba poniendo cada cosa en su sitio. No hay que desesperar, tan solo dejar al tiempo que haga su trabajo.
ResponderEliminarBello poema. Abrazos
"Que la mancha de la mora con otra mora se quita", ya sabemos, pero ¿dónde se han quedado los besos que ahora extraño, Julia? Muchas gracias.
EliminarUn beso.
Esas sensaciones solo las cura el tiempo, no hay otro remedio.
ResponderEliminarUn abrazo.
En cambio las goteras se acentúan con el paso del tiempo. ¿Te das cuenta que mientras el amor es imperecedero la vida se va aproximando cada día al precipicio? Parece como si viajaran en sentido opuesto.
EliminarUn abrazo.
Ay los abandonos...esos tristísimos lapsos en los que ciegamente nos sumergimos junto a la incertidumbre...
ResponderEliminarEspero, por cierto, que estés ya bien de tus dolores. Lo espero de todo corazón.
Besos.
A ti, en voz baja: es el físico quien me empujó a hablar de dolor, pero lo revestí de amoroso para que resultara más lucido y comprendido. La cosa está regular y sigo esperando cita.
EliminarBesos.
No hay fármaco contra el abandono o la soledad no querida. Como dice Emilio, el tiempo es el único que puede restañar esa herida abierta. Lo malo es que precisamos de una dosis enorme de meses y años.
ResponderEliminarY cuando duele, duele. Ojalá un fármaco milagroso me devolviera mi perdida lozanía.
EliminarUn abrazo.
Las dolencias del alma sólo se curan con tiempo.
ResponderEliminarPreciosa imagen para ilustrar un no menos bello poema.
Un abrazo Fco.
Cuando veo una imagen que me gusta, sin saber cómo ni cuándo será usada, la coloco en una carpeta y más adelante hago uso de ella. El abandono, he querido significar, es una casa sin cimientos.
EliminarBesos.
Así es la vida tras el abandono, queda el vacío pero con el tiempo hasta eso se esfuma...
ResponderEliminarY más o menos ese es el estado, como el de esa casa sin cimientos, evanescente, flotante, levitando entre ayes. Gracias, María Jesús.
EliminarUn beso
Esas espinas en el corazón son tan difíciles de sacar que el dolor se convierte casi en algo consustancial con aquel que la padece.
ResponderEliminarHay una preciosa poesía de Rosalía de Castro, que habla también de un clavo en el corazón, que atormentaba tanto a quien lo padecía que éste rogó a Dios que se la quitase y le fue concedido, pero luego sintió el dolor del vacío que el clavo le dejó. ¿Quien nos entenderá? Hay pasiones y sentimientos que, de una manera o de otra, nos acompañan siempre.
Un fuerte abrazo.
Y citada también textualmente por Antonio Machado en el poema "Yo voy soñando caminos":
Eliminar“En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día:
“ya no siento el corazón”.
Confieso que he hecho una transposición del dolor, pero hoy puedo decirte que me siento más aliviado.
Besos.
el abandono es algo desgarrador...
ResponderEliminarmuy bueno
carlos
Sí, Carlos, y los desgarros psicológicos o sentimentales son más lecerantes que los físicos.
EliminarUn abrazo.
Hoy me sabe agrio tu poema, cuando el abandono llega, se siente soledad tan profunda que duele el alma.
ResponderEliminarUn beso.
En cambio tú, María, siempre me arrancas un suspiro que remato en sonrisa para no sofocarme.
EliminarBesos.
Quizás no sea abandono, Francisco.
ResponderEliminarApenas un retraso del tren, nada más.
Abrazos.
El poeta parece que se sintió obligado a explicar el por qué su pena, pero podría haber llorado sin decir nada.
EliminarUn beso.
Bella inspiración para esa imagen, Francisco...Hay sentimientos, que no tienen base ni raíces, según vienen se van...sin dejar rastro, ni dolor...La vida es un mosaico de sentires, sólo perduran los verdaderos, los que tienen base y consistencia...Mi felicitación y mi abrazo por tu creatividad constante y amor a las letras.
ResponderEliminarFeliz fin de semana y espero, que el dolor físico remita.
M.Jesús
Gracias, María Jesús. Tú sabes mucho de lo difícil que es conjugar texto e imágenes, pero siempre tienes para mí una palabra de aliento. Mil gracias.
EliminarBesos.
Amigo Francisco, puede ser que en algunos momentos el dolor físico te inspire un hermoso poema, pero casi daría por bueno privarme de su lectura, si eso conllevara tu mejoría en la salud, de donde indudablemente surgirían también magníficos poemas.
ResponderEliminarSalud y un fuerte abrazo.
Gracias, José, un bello gesto por tu parte. Para tu satisfacción, hoy me siento mejor.
EliminarUn abrazo.
Abandono si, abandono en el sentido positivo de la palabra. Serenidad, aceptación, tranquilidad, paz. Pero yo soy de las que pienso que es casi imposible conseguirlo.
ResponderEliminarEspero que la farmacopea ayude cuando el dolor traspasa los límites.
Bss
Es cierto que todas esas cosas que mencionas se suelen perturbar en los diversos pasajes de la vida, pero la paz llega de conseguir un cierto equilibrio. Hoy me siento mejor, Katy, muchas gracias.
EliminarBesos.
"Nada se va hasta que hayamos aprendido lo que nos vino a enseñar". Los besos que extrañas están ahí, en tu corazón y ahí también está el fármaco milagroso. Cerrá los ojos, desde Buenos Aires, te estoy abrazando.
ResponderEliminarAsí debe ser, por eso vuelven una y otra vez buscándome. Gracias, Adriana.
EliminarUn beso.