Estoy sin ti y contigo.
Experimento tu verdadera posesión.
ISABEL MARTÍNEZ
BARQUERO
Cuando el deseo se hace vehemente,
cuando ser y estar
son peces jabonosos y evasivos
que se conjugan entre los dedos
y dejan secuelas de penitencia
con ansias de escapatoria;
cuando la vida se desdibuja en aspirar
aquello que no se respira
o que se inhala y transpira lo que
mortecinamente no apetece,
entonces es el momento del viraje,
cambiar de rumbo
y asomarse al balcón de los ensueños.
Ojén (Málaga) en la memoria y el Mediterráneo a vista de pájaro. |
Por encima de las paredes enjalbegadas,
de la cal apagada en los paramentos,
los tejados irregulares y algunas azoteas
por encima de la aplastante realidad...
Experimento, vivo
una escapatoria por el lejano balcón
de los sueños infantiles,
para surcar el mar
con el único e incierto propósito
de una loca aventura de foque, trinquete y gavia
que me lleve al ensueño en el que abrigarme.
Como estás de feria te has escapao a respirar aire puro a tu tierra, ¿eh?
ResponderEliminarUna maravillosa imagen la que nos muestras.
Besos.
No es así, Tracy, como es feria y eso me resulta una incomodidad casi absoluta, sigo haciendo en casa mi vida normal, pero dejo volar a mi pensamiento. Es un medio económico de viajar y ni siquiera contamina.
EliminarBesos.
Igual que un sentimiento, así es esa abrigo...
ResponderEliminarUn abrazo.
No es un ensueño. besos¡
Es puro sentimiento y nada más.
EliminarBesos
Tu balcón es sereno, de paisaje hermosísimo.
ResponderEliminarTus versos, hondos, se abren a la nostalgia y la vencen.
Precioso poema, Francisco, y un orgullo esa cita mía en su inicio.
Un abrazo bien grandote.
Gracias, Isabel, por tus palabras. Me quedo satisfecho porque creo que he estado a la altura.
EliminarBesos.
Lindo homenaje a ese balcón al que todos los que vivimos cerca nos hemos asomado a disfrutar del paisaje de ese bonito pueblo de paredes blancas que se divisa desde él, y al pueblo en el que viste la luz por primera vez, se ve que te sientes orgulloso de pertencer a él.
ResponderEliminarBesos, feliz semana.
Para mí, Ojén y Marbella van de la mano. De muy pequeño veía el mar desde ese balcón, desde la azotea de mis padres; luego la hice mía y la llevo igualmente en el corazón.
EliminarBesos.
Te apartas del mundanal ruido para tener frente a ti un paisaje mezclado con tus sueños.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un puro producto de los sueños, Emilio, pues sigo estando en Sevilla, pero alejado de la feria.
EliminarUn abrazo.
Nada como volver a ese balcón de la infancia, desde allí te reencuentras contigo mismo.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Y lo mejor de todo, Elena, es que como lo posees en tu mente, no hacen falta desplazamientos.
EliminarBesos.
Gracias por contar con Isabel Martínez, en ese balcón.
ResponderEliminarSalgo a respirar lo que puedo de aire sereno y sencillo para dejarle mi saludo.
Sor.Cecilia
Muchas gracias, Sor Cecilia. Sólo conocía a Isabel del Blog, pero ahora tengo un par de obras suyas y eso es muy importante.
EliminarUn abrazo.
Qué lindo tu balcón de los ensueños ! Como siempre tu poema es hermoso .
ResponderEliminarEl penúltimo verso no tengo ni idea de lo que sea. .No son elementos conocidos en mi tierra o tal vez tengamos sinónimos.. Luego me explicas.
¡APAPACHOS !!
Gracias por tu apreciación. Foque, trinquete y gavia son los nombres de tres tipos diferentes de velas de barcos. Sí que son muy conocidos en tu tierra, también marinera, tal vez no en Corrientes y, eso sí, referido a barcos veleros.
EliminarApapachos.
Ah no españolito ! yo puedo ser la "burra " pero mi tierra no. CORRIENTES es LO MAS. y seguramente saben de esas palabras . Acá también hay río .El Paraná cuyas aguas son dulces como la miel.. Barcos veleros no sé . Pero acá NO HAY NADA QUE NO HAYA. . mi tierra es rica . Andá a visitarnos y veremos si podés volver. ¡APAPACHOS !!
EliminarNo me entendés. No te llamé "burra" ni se me ocurriría, pero a mí me enseñaron (tal vez también a vos y lo ha olvidado) que las palabras desconocidas están en el diccionario. Sé que tu tierra es muy rica y como tal, seguramente también muy saqueada, como corresponde. Ahora no cruzan los mares muchos veleros, que también, pero en otro tiempo era la fuerza del viento la que movía los barcos. Pues bien, para no extenderme, cada vela tiene su nombre propio y todo está en el diccionario.
Eliminar¿Me entendés?
No es mal refugio el ensueño, cuando es la infancia el punto de llegada. Paradojas de la vida: creíamos que aquellos años eran el punto de partida.
ResponderEliminarUn saludo.
Lo que no sabíamos es que el mundo es redondo y los viajes de ida y vuelta.
EliminarUn abrazo.
A veces intento asomarme de nuevo al balcón de mi infancia, pero el panorama que observo a través del tiempo no es luminoso.
ResponderEliminarEstá pintado de gris y rodeado de escombros.
Cierro las contraventanas y sólo puedo describir lo visto mediante mis textos.
Y después de leerlos, creo que más me hubiera valido no asomarme a ese balcón, porque a veces recordar y escribir lo anteriormente vivido, te rompe el alma.
Sé que me comprendes.
Recibe mi abrazo, querido Francisco.
Por supuesto que te comprendo. Pero sigo pensando que es un buen ejercicio.
EliminarUn abrazo.
Hola Paco, el poema es precioso.
ResponderEliminarLo bueno de poder cambiar y asomarse al balcón de los sueños, es que los sueños siguen ahí y no nos abandonan. Y si no aparecen nuevos pues tiramos de los que sueños que ya fuimos capaces de realizar.
Bello poema, preciosa imagen.
Saludos y besos
Gracias, Isa. Me comprendes porque sabes bien que no necesitas volver a san Vicente para describir ninguna de sus facetas desde tu escritorio en Madrid.
EliminarBesos.
Grande Tocayo, te has salido con esta poesía dedicada a mi paisana, la cual tuve la gran suerte de conocer en una presentación de su libro "Linaje oscuro". Te aseguro que me impresionó su saber estar y, sobre todo, su sabiduría. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarPues cuando tengas la oportunidad de estar de nuevo con ella, dile lo mucho que la admiro, y de ahí estos últimos poemas centrados en ella.
EliminarUn abrazo.
Un bonito balcón para asomarse a los sueños desde cierta perspectiva.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las cosas suelen estar a nuestro alcance, el problema, casi siempre, es que no hacemos usos de ello. Gracias, José.
EliminarUn abrazo.
Por suerte, existe ese balcón, ese que nos permite asomarnos y dejar volar los sueños.
ResponderEliminarAbrazos.
Así es, Rafael, tú sabes también de sueños.
EliminarUn abrazo.
Qué sería de nosotros sin los sueños en esos balcones mediterráneos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Vivir sin soñar es como morir a plazos.
EliminarUn abrazo.
"Cuando el deseo se hace vehemente, la vida se desdibuja y traspiramos lo que mortecinamente no apetece...Es el momento del viraje..."Si señor, debemos cambiar de rumbo, dejar a un lado la realidad prosaica y asomarnos "al balcón de los sueños" Ahí encontraremos la esencia de nuestro ser, que nos espera para renovar fé, esperanza e ilusiones y seguir ensayando el vuelo del espíritu...Precioso, Francisco.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso...Feliz noche y mi ánimo siempre.
M.Jesús
Gracias, María Jesús. No imaginas el ánimo que me comunican tus comentarios.
EliminarBesos.
Un excelente detalle de un caballero y Poeta como tú amigo Francisco.
ResponderEliminarIsabel se merece plenamente estos detalles porque con su lucha diaria ha demostrado mucha capacidad de ingenio y un dominio del idioma que, a mi, particularmente, me atrapa.
Cordial saludo.
Muchas gracias, Gustavo. Sólo había leído algo de Isabel en su blog, pero nos comunicamos muy bien y sentía atracción por sus escritos; ahora que tengo dos de sus textos con sendas primorosas dedicatorias, no podía sino corresponder con ella. Gracias nuevamente.
EliminarSaludos.