Era septiembre
cuando floreciste en mi corazón
como esas ramas serpenteantes
de las enredaderas que se encaraman
en lo vertical sin prisa ni vértigo,
eras brotes tiernos que se anudaban
a mi corporeidad
como parra despampanante y fecunda.
En las ausencias,
una sombra parda y fría
se adueñaba de mi ser
perfumando de nostalgias
en el cristal ahumado
de mi extrañamiento.
Era septiembre
cuando te enzarzaste
en la maraña de mi soledad,
y desde entonces soy el matorral
donde tú anidas
con vocación de eternidad.
Estupendo poema , enhorabuena Francisco, me encantas los paisajes de campo con plantas sanas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Feliz finde .
Gracias por tu comentario, Amapola.
EliminarUn beso.
Poema lleno de vida enraizado en la propia vida y rebosante de amor.
ResponderEliminarUn beso.
El amor y las malas hierbas lo invaden todo, Tracy.
EliminarUn beso.
Muy preciosa imagen Francisco.
ResponderEliminarCierto que el amor se extiende como las enredaderas y asciende hasta el corazón, bello sentimiento nos regalas en tus letras de hoy.
Un buen fin de semana y un abrazo.
Ambar
Gracias, Ámbar, por tu comentario.
EliminarUn beso.
Bellísimo setiembre que se ha perpetuado. Un poema de luz para mi cuaderno de maravillas.
ResponderEliminarUna divinura. ESCANDALOSAMENTE hermoso.Me fascinan esas enredaderas que se adueñan de las paredes desbordadas , incontenibles. .Has bordado este collar de metáforas con hilos de jade verde esta vez .
Tu poema de hoy es un regalo de lujo para un sábado muy frío ( acá ).
Siempre tus versos son de excelencia y a mí me re gustan . Admiro la delicadeza
y la belleza de tus versos. APAPACHOS.
Cuando pones tanta fuerza en el comentario es que verdaderamente te ha gustado, cosa que me complace. Gracias por tus muchos piropos.
EliminarApapachos.
No es mal mes para iniciar algo importante: un curso de idiomas, una colección de esas que anuncian por la tele, ir al gimnasio, empezar una nueva relación...
ResponderEliminarUn saludo.
El gimnasio, los coleccionables... termina uno por abandonarlos; en cambio esta enredadera me dura toda la vida. Gracias, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Para ti fue en septiembre, para mi fue en junio, hoy cumplimos 39 años de casados y parece que fue ayer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo de menos es el mes de inicio. para nosotros ya vamos camino de los 42 de casados más los de noviazgo casi siete.
EliminarUn abrazo.
Siempre hay un mes que marca el inicio de algo importante en nuestras vidas, y nada más importante que el amor.
ResponderEliminarFelicidades por el amor y el poema.
Un abrazo.
Gracias, Elena, por tu felicitación.
EliminarBesos
Era Septiembre, pero pudo haber sido cualquier mes el que propiciase ese enredarse del amor en ti e ir expandiéndose en hermosa poesía, como ésta, sin ir más lejos.
ResponderEliminarBesos.
Cualquier tiempo es el propicio para el amor, Marienel.
EliminarBesos
El mes preferido para mí, por muchas razones, la principal, porque descubrí la VIDA.
ResponderEliminarAbrazos, Francisco.
Me alegro de tu cambio. La poesía es lo tuyo.
Un motivo más que justificado, Marinel. Te confieso que para mí todos los meses son iguales.
EliminarBesos.
Enredaderas, parras y matorrales...Toda la naturaleza está enredada en tu alma, Francisco...Y es que la naturaleza es el mejor símbolo y metáfora de constancia, belleza y amor,que podemos encontrar...Además septiembre con sus colores rojizos marca ese comienzo, que fue un buen presagio para ese: "donde tú anidas con vocación de eternidad" Muy bello y profundo, Francisco.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo grande, amigo.
Feliz fin de semana.
M.Jesús
Uno no es consciente de como nace el amor, como tampoco sabe por qué las plantas trepadoras actúan como lo hacen, pero esta es la evidencia que puedo contar: éramos casi niños y la sabia naturaleza ha hecho que circule por nosotros la savia que nos mantiene unidos casi toda la vida. Gracias por tus bellos comentarios.
EliminarBesos.
Me encanta tu poesía, Francisco (siempre me encantan...). Tienes un don especial para hilar palabras en versos delicados, con trasfondo real y poderoso.
ResponderEliminar¡Qué hermosa estrofa para finalizar tu poema!
"Era septiembre
cuando te enzarzaste
en la maraña de mi soledad,
y desde entonces soy el matorral
donde tú anidas
con vocación de eternidad."
Me voy satisfecha de haber participado en este espacio glorioso! Abrazos
Gracias, Sylvia. Parece como si la palabra "gracias" estuviera desgastada por el uso, pero ese es el sentimiento que provocas en mi con tu comentario, un estado de gratitud inmenso, pues no te limitas al hoy sino al siempre. Gracias por tu constancia, por no cansarte de leerme.
EliminarUn abrazo y un beso.
Hola Francisco. Que frescura tiene el poema. Muy bello, tan bonito como es el amor.
ResponderEliminarSaludos y besos
Gracias por permitirme leer tu blog, que tengas unas estupendas vacaciones, ! A descansar y ha hacer lo no habitual !
ResponderEliminarSaludos Francisco
Hola Francisco.
ResponderEliminarDesde aquí sigo repasando ya que voy lenta, releo y sigo.
Un buen domingo y un abrazo.
Ambar