Como la luz del faro en la noche
es la calzada luminosa
que llega a orientar el rumbo
de las embarcaciones
y ayuda a sortear las escolleras;
como el bastón audible del ciego
desvela los pequeños
accidentes del camino
y lo conduce con mano firme
—aún en la debilidad—
Así es para mí la luz de tu mirada
en la sombra tenebrosa de la espesura
de mis pensamiento infaustos:
la estela que me pone a salvo
al rescoldo abrigado
de la dársena de tus brazos.
Bellísimo !! Puedo ver ese faro y llenarme de su luz. Tus versos siempre son una mezcla de belleza y de ternura..
ResponderEliminar"Así es para mí la luz de tu mirada"...para soñar y soñar ...
Te dejo mi admiración y mi afecto.
¡APAPACHOS.
Algunas personas, cuando se hacen mayores, se vuelven ariscos; yo intento ser cada día más dulces, pues es la forma idónea de vivir los días de aplomo. Gracias por tus cariñosas palabras.
EliminarApapachos.
No hay mejor abrigo que la mirada que nos alumbra el alma.
ResponderEliminarPrecioso, la ternura de tus versos, siempre acaricia el alma.
Cariños…
La vida ya nos da los suficientes contratiempos como para que nos empeñemos en todo lo contrario, Oriana. Muchas gracias.
EliminarBesos.
Hola Francisco, que bonito debe ser tener un faro como el que tu describes, guiarse con esa mirada llena de amor, esa guía que nos conduce a un camino lleno de ternura y mucho amor, precioso el poema:)
ResponderEliminarBesos.
No esperes a tener un faro como este, sé tú faro para él y no se resistirá a vivir a oscuras. En el amor, muchas cosas suceden por mímesis.
EliminarBesos pirujos.
El camino es largo y a veces la niebla no nos deja ver. Siempre viene bien contar con alguien que nos alumbre lo que nos queda por recorrer.
ResponderEliminarUn saludo.
Así es, Cayetano, pues como los insectos en la noche, todos nos sentimos atraídos por la luz. Seamos también luz para los otros.
EliminarUn abrazo
Menos mal que tu eres buen timonel y tienes el norte marcado. Otra cosa muy distinta ded esas pateras que se acercan en la noche, sin faros que iluminen, en busca de un paraíso perdido. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarCreo, Felipe, que tenemos mil razones para quejarnos, pero como me dijo un misionero hace dos años: "ustedes en España se conforman ahora con lo imprescindible; pero lo que para ustedes es imprescindible en África es lujo. El mundo está muy mal repartido y todavía se esfuerzan en que el reparto sea más desigual.
EliminarEn cuanto a la navegación de hoy, como sabes, es mucho más dulce y reconfortante.
Un fuerte abrazo.
Esa comprensión del ser amado nos anima y nos guía hacia adelante...Hermoso poema, que nos aporta mucha luz, Francisco...Debemos practicar la buena voluntad y la dulzura, sin duda alguna, es un remanso de paz y de claridad.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso por tu buen hacer.
M.Jesús
En el amor, sin el complemento, somos como almas en pena siempre en busca del abrigo de los vientos. Gracias, Mª Jesús.
EliminarBesos
Qué bueno tener un faro que te guíe cuando estás perdido, y qué bueno ser ese faro y te lo agradezcan de una forma tan bella.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Pd.- En mi escritorio sólo aparece la actualización del último blog que publica. Debajo pone "leer más" pero pincho y como si nada. ¿Sabes solucionar eso?
Es bueno ser amparo para el otro y que el otro lo sea para uno, dar y recibir, ese es el negocio del amor.
EliminarEn cuanto a lo que me dices, Elena, no he notado nada en mi blog y puede que fuera algo puntual del sistema en ese momento.
Un beso.
Hola Francisco, bello poema.
ResponderEliminarQué bonito que sigamos la luz del faro que nos guía. Y en ese guiar caer en los bazos cariñosos de quien nos ama y nos ampara.
Saludos y besos
Gracias, Isa, siempre tan generosa.
EliminarBesos.
Qué poema tan bello. El faro siempre me lleva a ensoñaciones diversas: luz, pero también fortaleza ante las tempestades, soledad...
ResponderEliminarSaludos!!
Muchas gracias por el comentario. Es cierto, el faro sugiere viaje, aventura, Odisea, cánticos de sirenas... también la soledad del farero y de quien espera, como Penélope.
EliminarSaludos.
Qué pena que hoy día el amable trabajo de los fareros se haya transformado en una mera técnica falta de calor humano. La luz no es la misma. Es como si los ojos de tu amada se transformaran en un par de bombillitas pequeñas enchufadas a la luz.
ResponderEliminarUn saludo
¿Acaso, Carmen, son así los ojos de la amada? Tienes razón en lo que dices, ya nada es lo que era, todo se va reconvirtiendo en un elemento electrónico que ni duerme ni descansa, ni vacaciona, ni se embaraza... todo es la fría luz de la mecanización despersonalizada. Por eso conviene agarrarse a lo que sí es verdadero.
EliminarBesos.
Es importante tener siempre una buena luz que te guie a buen puerto.
ResponderEliminarBesos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
...y por la misma razón, unos brazos abiertos que te esperen para abrocharse a ti sin preguntas, sino en la felicidad del encuentro.
EliminarBesos
Todo un homenaje entrañable a la otra persona. Muy acertado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mientras no se demuestre lo contrario, el ser humano es el centro mismo del universo y necesitamos la luz y la espera del otro.
EliminarUn abrazo.
Qué lindo es enmcontrar eso en la mirada de qwuien amamos.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
p.d. Estoy en algo como semi-vacaciones, por eso la falta de visitas frecuentes.
Esa mirada está, es cuestión de fijarse y de engrandecerla si fuera menester, pero sin olvidar que debemos ser recíprocos. Yo también voy a comenzar vacaciones el lunes, de modo que en los dos próximos meses cambiaré de ritmo.
EliminarUn fuerte abrazo y un beso.
Que no se apague ni nos falte nunca ese faro y guía, hacia los brazos del amor.
ResponderEliminarUn abrazo Francisco, que disfrutes, descases y mejores de salud, en tus vacaciones.
A estas alturas de la vida, dudo que me deslumbre otra luz que no sea esa que nos vamos consumiendo juntos toda la vida.
EliminarUn abrazo, José.
peazo arrullamozas estas hecho...
ResponderEliminarLa primera vez que me ponen un apelativo de tal calibre. Jajaja. Gracias, "mi arma".
EliminarBesos.
Todos necesitamos tener un faro pero como tu bien dices en una respuesta, tambien debemos ser el faro de alguien. Precioso poema. Un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias, Katiuska. Así debe ser: ser y recibir luz.
EliminarBesos.
Qué suerte tener ese faro-guía en los vaivenes del mar de la vida. Te felicito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como ya he dicho, no se puede recibir eternamente si no damos: el amor es un equilibrio estable entre lo que se da y se recibe.
EliminarBesos.