El pensamiento es la trastienda de las ideas deshilachas
que hacen escorzos por encontrar identidad,
esas que se devanan y dan vida a la palabra;
ésta, una vez pronunciada, es un dardo incontrolado
y sin retorno que dará en la diana o tal vez cause
daños colaterales. En el mismo manantial
nacen las certezas y las dudas, el amor y el odio.
Cuando maceres las ideas, esas que irás ensartando
en el collar de tus pensamientos, como quien silba sílabas,
cuida de no pronunciar nada de lo que tengas que arrepentirte.
... como se dice. esclavos de lo que decimos y dueños de lo que callamos....
ResponderEliminarGracias por la visita
Saludos
Hay cuatro acuerdos en el conocimiento Tolteca y el primero de ellos, el más importante,y también el más dificil de cumplir es: "Se impecable con tus palabras". Las palabras constituyen el poder que tenemos para crear y es un don que proviene directamente de Dios. No olvidemos aquello de: "en el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios.
ResponderEliminarSegún como utilicemos las palabras, nos liberarán o nos esclavizarán más de lo que imaginamos. Toda la magia que poseemos se basa en las palabras. Son pura magia, y esa magia es tan poderosa, que una sola palabra puede cambiar una vida o destruir a millones de personas.(del libro: Los cuatro acuerdos).
Entonces, seamos impecable con nuestras palabras, en todo momento y aún cuando hablamos con nosotros mismos.No olvidemos que una vez pronunciada, ya no volverá jamás.
Un fuerte abrazo, así, con todas las palabras y con todo su significado.
Tienes razón Francisco , al medir las palabras creas un escudo para proteger tu integridad moral.
ResponderEliminarEs necesario tenerlo siempre en cuenta.
Un saludo cordial
Gracias, Abu; gracias, Nerim; gracias, Juliana. Y siguiendo con las palabras... posiblemente la más difícil de pronunciar sea perdón; la más gratificante dar las gracias. Gracias también a Blogueros Mayores que me ha permitido encontraros.
ResponderEliminar¡Tres besos tres!