11 diciembre 2025

EL NUEVO DÍA

 




En la mesita de noche,

la radio con la que sobresaltarme

o musicalizar los entresueño,

las gafas, un lápiz y papel

donde fijar las urgencias

y ocurrencias volátiles,

en lugar de usar las inquietudes

y los desvelos de la agitación

y ponerle una zancadilla al sueño.


Me sobra noche para dormir

y me falta reposo rehabilitador,

en la densa nebulosa de la madrugada.


La luz del amanecer es el lienzo

sobre el que bosquejo el nuevo día,

y, “aunque el hombre propone

y Dios dispone”,

con frecuencia doy en la diana.


Los días, todos singulares,

-ninguno idéntico-

una partitura en blanco

sobre la que dibujar tonos y semitonos,

los proyectos y cadencias

con los que afrontar el nuevo día.


El nuevo día:

una caligrafía por escribir

con inequívocos rasgos del pasado

y algún posible guiño o sobresalto.


4 comentarios:

  1. Asumo todo. Hoy, a las cinco de la madrugada ya no podía dormir más. Esta noche he tenido suerte: seis horas.

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    1. Yo le doy más uso a la cama para descansar que para dormir. Con seis horas voy bien servido, pero es descanso de seis horas me resulta insuficiente.
      Un abrazo.

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  2. Cada día es singular como bien dices, todo está en que sepamos descubrir el regalo y el milagro que nos trae, amigo poeta.
    Mi abrazo siempre.

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    1. Y cada uno de ellos trae su afán y sus inquietudes, María Jesús.
      Un delicado abrazo.

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