Un ligero temblor,
un estremecimiento en los
visillos
que los mecía abarquillando;
como ese vacío que deja tu
silencio,
resbalado, cual lágrima seca
por la senda inhóspita
que lleva al desierto.
Al abrigo del hogar,
soy un barco anclado
cuya tripulación está franco
de ría.
En mi mirada, la nostalgia;
en lo íntimo de mi
firmamento,
la opaca caricia del .deseo
Los visillos tremolando te han llevado a las velas del barco. En el mío tan solo soy el que leva anclas, ni siquiera timonel.
ResponderEliminarTambién hay días de galerna.
Un abrazo, Paco.
Uno, que tiene la arboladura siempre dispuesta a escapar de esta ramplona realidad, a levar ancla y a salir al encuentro de Ítaca. ¿Te vienes, Cayetano?
EliminarUn abrazo.
" De repente todo el árbol tiembla
ResponderEliminary no hay ni rastro de viento."
Un abrazo
En mis versos falta tu aportación, por eso cuando vienes, Merche, se produce el encuentro y la redondez del verso. Muchas gracias por tu generosidad.
EliminarUn abrazo.
Sí, un temblor también en mis visillos solo que sin aire, sin barco sin timonel...
ResponderEliminarUn abrazo.
Y desde cada arista, un punto de vista con una panorámica distinta. Somos ángulos y la suerte es encontrar el complementario.
EliminarUn fuerte abrazo.
Cuánto sentimiento en tan pocos versos. Fuerte, sentido y apasionado. Cariños y feliz año.
ResponderEliminarSiempre que puedo, Rosa María, me limito y procuro no extenderme, sino condensar en pocos versos aquello que quiero decir. Para mí la poesía es un medio de sugerir sentimientos más que narrarlos.
EliminarUn fuerte abrazo.
Yo también me siento barco anclado al calor de mi hogar.Saludos
ResponderEliminarMi estado físico me mantiene anclado más de lo que me gustaría, a pesar de que ya soy mayor, pero lo importante es que la mente viva en libertad. Tengo algunos poemas a alguna ciudad en la que nunca estuve. Nada te ate. El hogar es sin dudas el mejor de los mares que puedas navegar, pero que tu libertad e imaginación esté siempre por encima de los inconvenientes, Charo.
EliminarUn fuerte abrazo.
La mente nunca es prisionera, y aunque el cuerpo a veces no responde como desearíamos, sí que tenemos esa libertad de volar, de viajar y esa te pertenece por suerte. Muy bello esto de sugerir. 😘
ResponderEliminarPerdona, Katy, estuve unos días medio ausente y no di respuesta a tu comentario. Te sugiero que me perdones y aceptes mis disculpas.
EliminarUn fuerte abrazo.