He recordado tu nombre
en una descolorida y
cuarteada fotografía
en blanco y negro
y en la memoria de un niño
que ahora es más fuerte
que cuando memorizaba
páginas
de la Enciclopedia Álvarez.
En el viejo salón de baile
de la abuela,
tu lastimero saxo
impregnando de sinuosidades
y de requiebros
el aire de un pueblo en
fiesta,
con el sudor negro de un
Charlie Parker
y tu música transportándome
al cine,
donde los garitos eran la
voz
de la América de tahúres y
copas.
Tu impronta, José Lorenzo,
era más de afable vaquero
que de un tramposo;
tu piel, un tostado de
andamio,
pero el sutil ascensor de
tus escalas
en el saxo dorado y
reluciente,
la magia que encandiló mis
oídos castos.
Música y poesía siempre combinan bien. Y el saxo tiene esa connotación de instrumento de música de calidad, como el jazz, que tan bien rima con la literatura.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Jazz, blues... la música como alimento anímico para la vida, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Bonitos recuerdos de esas noches de saxo reflejan tus versos.....mis recuerdos musicales son de zarzuela en un antiguo tocadisco.Saludos
ResponderEliminarEra un niño cuando mi abuela paterna tenía un salón de baile. Mis recuerdos son así de remotos y mi afición a la música arranca entonces y va descubriendo otros géneros de aquellos bailables. Gracias, Charo.
EliminarUn abrazo.
"El sutil ascensor de tus escalas" maravillosa forma de describir. Da gusto leer tus versos, Francisco. Haces de lo cotidiano algo que vuela por encima de la belleza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Rebeca, por tu subrayado. La metáfora es la sal de la poesía.
EliminarUn abrazo.
Voy a intentar a ver si puedo comentarte, porque había otros dos amigos que tampoco le podía comentar y ahora por arte de birlibirloque puedo hacerlo. así es que voy p'alláa darle a publicar
ResponderEliminarBendita tecnología que nos acerca, Tracy.
EliminarUn abrazo.
Milagroooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
ResponderEliminarpues sí, no sé a qué se deberá esto en fin...
¡Eureka!
EliminarSentido homenaje, Francisco.
ResponderEliminarUna vuelve una y otra vez a la infancia, a ese estado cuasi perfecto que dejamos atrás.
EliminarOtro abrazo más.
Gratos recuerdos convertidos en homenaje a través de tu poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Rafael. Tú conoces bien cómo elabora nuestro cerebro, poeta Lizarazo.
EliminarUn abrazo.
Esos ritmos son vitaminas para el ánimo.
ResponderEliminarEl saxo es sexi. Curiosas las coincidencias, las familias lingüísticas tienen mucho sentido.
Besos avisados.