Mientras la tierra yerma
dialoga con la lluvia mansa a
grandes sorbos
y en su ansia acabará ahíta,
el gusano escarba en la
hojarasca
y el jilguero enrojece el
buche de deseo
y sueña bocados exquisitos;
el búho, en la rama, es agudeza
sin destello
que vigila todos los
movimientos
ahorrando esfuerzos que
pudieran acabar
sin recompensa.
En el corral, una gallina
enhuera en silencio
y el gallo hace ligero
duermevela esperando al alba;
bajo la herida de la azada,
se acurruca la simiente con
la promesa de germinar
y en el naranjo, lo que
fuera azahar,
son bolitas verdes que
canturrean cítricos alientos
En la modesta cama del
labriego,
el descanso se abriga en los
lienzos de esperanza
y se regocija con la música
del agua.
Precioso poema, Paco. Lleno de naturaleza viva y esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Cayetano. Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn abrazo.
Un precioso recorrido por el día a día de la vida del campo y la agricultura. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Me alegra mucho, Julia. Yo estoy encantado de que vengas a esta casa y tomes posesión de ella.
EliminarUn fuerte abrazo.
Que bonito Francisco. Todo un canto a la naturaleza. Bss
ResponderEliminarQué bonita tú, Katy. Algunas veces me sale bien, ¿a que sí?
EliminarBesos.
Mientras, su forma Verbal 'simienta' mi mente, me 'bucoliza', me hace 'onomatopeyar'.
ResponderEliminarSi en verdad produce en ti todos esos efectos, Merche, es que no se trata de un híbrido, sino que transmite la vida. Mil gracias.
EliminarBesos.
Que bonita esa mirada de poeta observando la naturaleza.
ResponderEliminarY ese " canturrear cítricos alientos"
me ha encantado.
Con su permiso recorreré su espacio.
Lirio del valle.
Otro motivo más para que me gusten los lirios y los valle. Muchísimas gracias por venir a leer y comentar.
EliminarUn abrazo de bienvenida.
Nos muestras ese otoño, que duerme bajo la lluvia, mientras la vida continua expectante y al acecho...Y es que la muerte y la vida se dan la mano y nos invitan a trascender y a ser, Francisco.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por tu amor a las letras.
Y mi gratitud inmensa a ti, María Jesús, por la lucidez de tus comentarios.
EliminarUn fuerte abrazo.
Un poema vivo y para hacernos sentir más vivos que nunca.
ResponderEliminarBesitos de dulce anís en el canto de un gallo.
Celebro que te haya hecho sentir. Gracias, querida Sara por tus cálidos comentarios.
EliminarBesos anisados.