A Julia López Pomposo
La
Alameda se ha cubierto de pasos y también de hojas para alfombrar el suelo que
tú pises. Es un bullir de vidas agitadas que no se adormecen ni de madrugada.
Los plátanos dan ahora sombras amarillas, entre pajizo y ocre ojeroso y, como
si obedecieran cada una a su propio reloj, caen musitando cabriolas para
alfombrar el suelo y mullir el paso de los enamorados silenciosos y de los
borrachos vociferantes. Amanece más tarde y anochece poco después de la media
tarde, cuando todavía los bostezos no han sido abotonados ni reprimidos. Los
bancos están deshabitados y los veladores incitando al consumo y luciendo una
media sonrisa pícara y provocadora. Esta es la hora intensa de la caída masiva de
hojas, el momento de la brisa que aconseja cerrar el primer botón de la camisa
y limpiar de nuevo las gafas. Busco por entre las cabezas y las sombras tu
pálida sonrisa, con la que reconfortar esta desnudez de no encontrarte. Si has
huido, echa migas de pan a las que me conduzcan el hambre de este encuentro
fallido que me atormenta. Se ha cerrado la noche y sólo veo llorar a las
escasas estrellas que hacen causa común conmigo y se han asomado a la escena.
Se masca la tragedia sin que yo pueda reducir la distancia que nos separa. No
te he dicho que traigo estuchado el perdón con el que reconciliarnos, pero a
estas alturas sólo encuentro desaliento con el que empaquetar la búsqueda entre
el anonimato de este gentío bullicioso que nada me dice.
Como dice la canción de Sabina: estaban todos, menos tú.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
A cada uno nos falta lo que añoramos, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Me aparté del camino cubierto de huellas y me adentré buscándote donde no hubiese pisadas, donde nadie hubiera...
ResponderEliminar'Al otro lado del rio, la brisa parece más suave, el sol, la vida, los mares..'🎼
Buscar y no encontrar, aún en medio de una multitud, es una estrepitosa soledad, Merche.
EliminarUn abrazo.
Vaya... un encuentro fallido que te atormenta...
EliminarNo nos gustan los fracasos, Tracy, y de ahí, todo lo demás.
EliminarUn fuerte abrazo.
El otoño siempre nos trae algún recuerdo, que nos para en el camino y nos induce a buscar entre gente anónima a alguien entrañable...Puede que, esa bendita y mágica sincronía remita nuestros sentimientos a su lugar de destino y nada sea en vano, aunque el silencio nos lleve al desaliento y a la nada...
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo por tu bella prosa, amigo.
Una vez más mil gracias, María Jesús, por tu tino y tu cercanía conmigo.
EliminarUn fuerte abrazo.
Pareciera que son pocas las estrellas que tienen causa común con la persona de noble corazón, cuando todo está tan violento.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte, Paco, más especial que los anteriores. Que nada te haga perder el ánimo y la esperanza.
Con frecuencia, este rincón es salvaguarda en lugar de reclusión; un espacio donde evitar la contaminación de aquello que no me satisface. Muchas gracias, Sara.
EliminarUn abrazo especial.