No
hay fuego que resista
el
soplido de un silencio prolongado.
CARMEN
JIMÉNEZ DÍAZ
Soy toda la gente, en mí
la unidad de todas las
discordias;
pero soy único, exclusivo,
raro
como el sabor de un beso que
acabó
en mordisco de mal trato
que buscaba herir desde lo lascivo
y me dejó este silencio
prolongado
tatuado a fuego.
Desde entonces como el pan
duro de cada día
en el apartamiento de mi tristeza
y el desconsuelo de esta
entrega no correspondida
que se atraviesa en los
sentidos
como el cubo de basura
en la sobremesa de la cena.
Yo quiero ser como toda la
gente,
como cualquiera de los que
me cruzo
en las calles con sus caras
de cotidianidad
y el excipiente de un coletazo
de amor
vivido la noche anterior.
Soy toda la gente, en mí
la unidad de todo lo soñado
y la brecha insalvable de lo
acontecido y solapado.
Ya puede estar orgullosa Carmen con el poema que le has dedicado. Es precioso y emotivo "Desde entonces como el pan duro de cada día// en el apartamento de mis tristezas//
ResponderEliminarTremendos versos , Paco .
Has elegido uno de los muchos versos magistrales que hay en el libro.
Carmen se emocionará leyendolo , seguro y no es para menos.
El libro de Carmen Jimenez, es vida hecha letras.
Un abrazo a los dos.
Por si no se entiende, quiero decir, que Paco ha escogido para inspirarse , uno de los muchos versos " grandes" que Carmen nos deja en su libro.
EliminarNo es mi pretensión que Carmen se sienta orgullosa, me basta con que me reconozca como amigo, que lo somos, y la amistad es esto, arropar al que tiene frío, llorar junto a quien llora y festejar con quien está de fiesta.
EliminarUn abrazo.
Así es, Chelo, he querido como subrayar dos versos del poemario para desde ahí crear un poema con el que festejar el libro de esta querida amiga.
EliminarUn abrazo.
Y la brecha insalvable, certera lanzada, atravesándome el costado.
ResponderEliminar¡Oh! se publicó. Más que un comentario fue un pensamiento en voz baja. Ya ves, tristeza por contagio. Tomo tu blog como niña en una pizarra y pasa lo que pasa.
EliminarNo, no olvidaré el paraguas, aunque sentir la lluvia es como revolcarse en la hojarasca.
Mi abrazo
Tus comentarios, hoy por duplicado, son siempre un placer, hoy doble, Merche.
EliminarUn fuerte abrazo.
Me gustó eso del "apartamento de mi tristeza".
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Una manera de cambiar la tópica y esperada rima por la sorpresa de lo inesperado. Te gustó y eso es lo que cuenta, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Como dice Chelo, mi querido Paco, la emoción me embarga al refugiarme en tu poema como me refugio en mi paraguas cuando arrecia la lluvia.
ResponderEliminarLo leeré muchas veces y segura estoy que volveré a emocionarme.
Gracias de todo corazón por dedicar este poema a mi libro.
Un abrazo grande.
Tú y yo lo sabemos, Carmen, pero los lectores desconocen que hemos mantenido una extensa conversación por privado, como también lo es la sabrosa dedicatoria.
EliminarUn fuerte abrazo.
Todos somo uno. Aunque no seamos conscientes hay un inconsciente colectivo. Todos somos uno. Y tenemos un poco de todos. Bss
ResponderEliminarAcabo de leer que un furibundo separatista aduce al ADN diferenciado de los catalanes respecto al resto de españoles. Como ves, no todos están de acuerdo conmigo: yo hablo de todos uno y otros buscan otras uniones. ¡Ay, Katy, qué mal vamos!
EliminarBesos.
Una maravilla de poema, Paco!!! Lo dice todo y el Ser (tú) se mira tal y cual fue creado. Me gusta uno y todos los versos a la vez. Felicitaciones por tu inspiración y creatividad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es si tú lo dices, Ceciely. Lo mejor es que le ha gustado mucho a la persona que se lo he dedicado, mi entrañable amiga Carmen. Muchas gracias, Ceciely.
EliminarUn fuerte abrazo.