En la higuera se ha
enracimado la luna
como sabrosa tajada de melón
que se ofrece a los pájaros
del alba
y a trasnochadores furtivos,
inflamados de nostalgias
del ayer que sueña lo
reiterativo,
entre lo menguante y lo preeminente.
En el hueso del durazno
duerme agazapada la vida,
ponderando,
entre lo aciago y lo
venturoso,
como caja dorada de la
suerte
que no ha de ser, salvo que
caiga
en tierra fértil y se abone
de constancia
a
una mano que mima.
Así
los versos, los suspiros líricos
de
la madrugada,
que
buscan despertar al alba
transcritos
de manera elegante,
con
el irrefrenable deseo de vivir.
Sobre la higuera me has traído otra reflexión, estamos en la higuera.
ResponderEliminarAbrazos.
O quizá en Babia, Emilio, pero lo cierto es que no estamos en lo que estamos.
EliminarUn abrazo.
Pues sí, algunos siguen en la higuera. Por eso vienen los suspiros, líricos, épicos y dramáticos.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Mi amigo Euse García, gran profesor de Literatura, le llama "suspirillos germánicos". Ha pasado más de tres décadas, pero los buenos recuerdos son imborrables.
EliminarUn abrazo, Cayetano.
Cuánto aprendo cada vez que visito esta página. Y cuánto me queda por aprender de tí, amigo mío. Ojalá y el tiempo (ese traicionero), me deje libertad para hacerlo. Te abrazo
ResponderEliminarComo halago te ha quedado muy bonito, pero es estridente porque suena extraño que puedas esperar gran cosa de mí, Asun.
EliminarUn fuerte abrazo.
En la higuera se ha enracimado la luna...¡Qué bonito!
ResponderEliminarEscribes muy bien amigo Francisco.
Un fuerte abrazo de una gaditana desde esta Cataluña, herida de muerte
Muchas gracias por haber subrayado el primer verso, Julia. A fe que lo estoy pasando mal por las circunstancias políticas del momento, pero he dejado de comentar porque no tengo necesidad ni deseos de ganar enemigos, como ya me ha sucedido. Ojalá todo salga muchísimo mejor de lo que se espera y haya paz en las calles y en los hogares de Cataluña.
EliminarUn fuerte abrazo.
Yo me quedaría con la última estrofa:
ResponderEliminarEsos suspiris líricos... con el irrefenable deseo de vivir.
Precioso ...
Un abrazo
Gracias, Chelo, por venir a leer y destacar aquello que te guste.
EliminarUn abrazo.
Hay que subirse a la higuera, si se quiere conseguir buenos frutos.
ResponderEliminarBesos
Sin duda alguna. Desde el suelo sólo se llega a unos cuantos y no siempre los mejores que suelen estar en lo inalcanzable.
EliminarBesos.
Francisco, tu poema da para una profunda reflexión...Realmente, los sueños brillan desde arriba, como la luna en la higuera, muchos tratamos de tocarlos a través de los versos, de la constancia y de la esperanza...Pero, la vida se esconde en ese hueso de durazno, que hay que cuidar y cultivar para lograr el fruto deseado, que no siempre es lo que esperamos...
ResponderEliminarTe dejo mi felicitación y mi abrazo por tu inspiración y buen hacer.
Feliz fin de semana, amigo.
Muchísimas gracias, María Jesús, por tu esfuerzo en analizar este y cada uno de mis poemas. Tus comentarios siempre me llegan hasta la médula. Gracias, gracias, gracias.
EliminarUn fuerte abrazo.