Esta caligrafía de azahar
que dibuja el presente
de brotes blancos y aromáticos,
que anuncian un tiempo
que se remueve en sí mismo,
una savia que sabe sabrosa
en la copa de las copas
verdes
y yo instalado en mi otoño,
obstinado en un capricho
que se hace rémora,
que evapora las vocales
abiertas
y difumina las cenefas filamentosas
de las consonantes,
aplicando la huella táctil
con su sesgo mate
o brillos opacos y
quejumbrosos;
un cerco me acerca y ondea
entre el ayer y el hoy,
y, en el movimiento sinuoso,
esta grafía ilegible
en la que no reconozco
la jovialidad fugada
por el alcantarillado de los
días.
¡Una divinura ! una exquisitez.
ResponderEliminarAunque estés instalado en el otoño de tus días, tu alma sigue en una eterna primavera.
Bueno ... ahora también tu cuerpo gozará de la bella primavera mientras acá se irá al fin este calor que nos tiene "achicharrados".
Por supuesto, mi cuaderno se engalanará con un nuevo poema de lujo .
Apapachos.
No puedo decir que por encargo, pero me exiges que escriba cuando paso varios días sin hacerlo. A ti te debo este y el siguiente poema en aparecer, porque te inquietas cuando no escribo, porque divinizas todo lo que hago.
EliminarApapachos.
Maravilloso, Francisco, enhorabuena.
ResponderEliminarBs.
Gracias. Comprendo que no es una lectura fácil y por ello valoro todavía más tu calificativo.
EliminarBesos.
Lo importante es vivir con buena letra, aunque la página de la vida empiece siempre en blanco,lo cual no ayuda mucho porque en ocasiones se nos tuercen los renglones.. Yo he de confesar que a veces paso por mi existencia con faltas de ortografía.
ResponderEliminarUn saludo.
Y en esa página en blanco, Cayetano, el otoño de los días y la primavera del presente, un espacio en el que garabatear confesiones aunque sean con tachaduras.
EliminarUn abrazo.
Tu caligrafia hace milagros desde la magia de tus poemas una autentica belleza y obra de arte.
ResponderEliminarUn beso.
Te pierde la amistad, María, como a mí me pierde estar escuchando a J.S. Bach con motivo de ser el aniversario de su nacimiento y con el de acariciar el oído con lo más grande de la música.
EliminarBesos.
¡Poeta! ¡Poeta! ¡Poeta!...
ResponderEliminarEs hermoso el otoño que acumula la belleza de muchas primaveras y conserva el entorno frondoso de lo que se ha sembrado con anterioridad, llenando el bosque de color, de paz, de armonia, permitiendo que otros encuentren dulce y protector cobijo en él.
Felicidades, también por tu encuentro poético en Madrid. Un afectuosísimo saludo.
Chela querida, los incondicionales no me dejáis crecer con los halagos. Gracias por tan bellas y sentidas palabras.
EliminarUn afectuoso abrazo.
Esas vocales que se evaporan y esas consonantes,
ResponderEliminardifuminadas, en tu primavera-otoño,
que tú ves con brillo opaco y quejumbroso...
Se alzan en perspectiva para ver los brotes blancos
y la savia de las copas verdes,
conscientes de su humildad madura y sabia,
donde se detiene el reflejo de la vida,
que une todos los tiempos..
La jovialidad habita en tu alma
y mantiene su pabilo encendido,
cuya luz nos llega a todos
en tus bellos versos, Francisco.
Mi felicitación por esa claridad y simbolismo, que te ha permitido unir literatura, naturaleza y vida...Mi abrazo inmenso por tu entrega generosa a las letras.
Feliz fin de semana, amigo.
M.Jesús
Si fuese tu profesor, María Jesús, te pondría un 10 por ese análisis donde se traslucen todos los perfiles, pero no es el caso. ¡Conoces tan bien la anatomía de mis palabras...!
EliminarGracias por el esfuerzo, por tu amistad, esa que finalmente pudimos aprisionar varias veces en Madrid, aunque insuficientemente.
Besos.
Una bella manera de decir que esto ya no es lo que era.
ResponderEliminarY no lo es con la misma velocidad que ayer ya no es hoy. Así de trepidante es la vida, Tracy.
EliminarBesos.
Esa caligrafía se va con el Otoño, pero la Primavera traerá otra nueva entre flores y aromas renovados. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala
ResponderEliminarImagino que nos veremos pronto en Sevilla, Pepe. No dejes de llamarme y vernos aunque sea brevemente. Ya sabes dónde estoy el Lunes Santo a las 10 de la mañana.
EliminarUn fuerte abrazo.
Yo deseo que la primavera cunda a tal grado que abarque tu ser y te aprisione y no te permita por nada dejar de ser primavera, con todo verdor, humedad y jovialidad.... ¡siempre!
ResponderEliminarUn abrazo de anís.
Para ser constante primavera, ha debido uno sentir antes el tránsito de todos los tiempos por los huesos. Ahí me instalo y en la jovialidad te busco.
EliminarBesos anisados.
Importa lo que se dice, aunque la caligrafía no sea buena
ResponderEliminarSin lugar a dudas, primero la ética y luego la estética.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. Un placer, como siempre el leerte. Vemos que la primavera que nos llega te da alas. De ellos nos congratulamos. Ángel
ResponderEliminarAmigo Ángel,¿cómo pagarte tu fidelidad? Necesito que este tiempo cambiante se asiente de una vez por todas y me congratulo de tu presencia.
EliminarUn abrazo.
Qué preciosidad de poema! En esta caligrafía, nuestro Ser, a veces se diluye.
ResponderEliminarUn abrazo compañero de letras.
Gracias, Ángeles, por el valor que otorgas a mis palabras.
EliminarBesos.
La caligrafía, la forma, como manera de representar lo actual. Me temo que habrá que volver a las cartillas Rubio.
ResponderEliminarSaludos Francisco.
La caligrafía viene a ser como la presentación de un plato por parte del chef, pero si debajo no hay sabor, si no hay conjunción entre los ingredientes, vana es la parafernalia.
EliminarUn abrazo.