07 diciembre 2025

ODA A LAS PALOMAS

 




En el parque, un torbellino alado,

una revolución de plumas,

una fiesta entre gorjeo y zureo

que a veces aturde

y siempre complace;

también vuelos urgidos y entrecruzados,

causados por el apetito

al adivinar el pan.

Ellas identifican a la anciana del canasto,

quizás por su gesto generoso,

tal vez por la puntualidad

o por una capacidad olfativa ignota

que no han registrados los anales

ni tampoco interesa a la inteligencia artificial.

Les da con generosidad,

con el desprendimiento

de quien sabe partir y compartir;

entonces lo anodino se hace fiesta,

bullicio, algarabía que sacia.

Unas calle más allá,

una concentración ordenada hace cola;

el pan es una llamada que siempre,

siempre, siempre,

encuentra eco confortable que no empacha:

una fiesta que complace y satisface

las urgencias diarias

del hambre en el hombre.



1 comentario:

  1. El pan " es una llamada siempre", en efecto. En el parque Amate, cerca del barrio de los pajaritos, junto a Santa Aurelia, había gente que daba de comer a las palomas ( poner aquí la canción de Serrat), cuando alguna de ellas, confiada, se acercaba a picotear, una mano la cogía del cogote, le daba un golpe seco contra el suelo y... a la bolsa de plástico del Corte Inglés.
    Un abrazo, Paco.

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