12 septiembre 2019

JAZZ, SOULD AND BLUES




Rasga el velo del local la atmósfera del saxo
de Charlie Parker y la música empapa
la noche de nostalgia en blanco y negro,
de mustia soledad que se ahoga
en copas sin fin y cigarrillos o sus derivados
que hacen irrespirable el ambiente.
En el viejo garito un puñado de americanos
vocacionales y parroquianos familiarizados
con el jazz, sould and blues, y la nocturnidad.
Por lo común, todos marcan el ritmo
de las baquetas sobre la caja,
con hombros, cuello, pies y con los gestos
oscilantes de sus cabezas que aprueban
y acompasan agitados.
Nadie ocupa la pista mínima de baile,
pero todos sabrían enjuiciar lo correcto;
por debajo y por encima de los sones
del aparato reproductor, conversaciones
anónimas, que se interfieren o se contagian
de la gestualidad del aforo.
El club es un hervidero forofo y apasionado,
donde se programa música en vivo
para el fin de semana.

11 septiembre 2019

UNA ARAUCARIA EN EL HUERTO DEL CAFÉ




A Encarni Cebrián

En el jardín, asomándose a la piscina,
una araucaria escala por encima de la mirada
elevándose al cielo, con su cono verde
taladrando las nubes o los limpios firmamentos
como si buscara las puertas del Paraíso.
Un cucurucho vegetal y fornido
con inequívocos genes de conífera:
tronco erecto, firme, decidido en ascensión sublime,
como un inmenso árbol de Navidad
que ensaya salmodias de clorofila al infinito.
Sus hojas como rizomas que se vencen a sí mismas
cuando viran del verde permanente
al anodino y mortífero ocre tostado
y siembra el suelo de pequeñas culebras.
El tronco, de imposible escala y piel escamosa,
es competencia que invita a mirar a lo alto
como quien persigue a un ángel
en sus trompos y escalas helicoidales,
mientras imaginamos acrobacias imposibles
que se pierden dulcemente
por encima de las cornisas,
y con el viento adecuado parece juguetear
con las estrellas fugaces.

10 septiembre 2019

AGUA DE TU DUCHA




Agua de tu ducha quisiera ser,
lluvia controlada que empape tu cuerpo,
que esponje tus cabellos
y desde ahí resbale por tu cuello
y por la avenida de tu espalda,
para acabar distrayéndose
en el ensanche de tus caderas
y remansarme
sin la urgencia de encontrar la salida;
pelvis sagrada,
punto central de la geometría de tu cuerpo,
capitel de tus dos columnas marmóreas
hasta la basa de tus pies desnudos;
agua agrimensora, táctil,
oleosa y suave. Agua en fin,
dulce tacto con el que sellar
cada poro de tu cuerpo.

Agua de tu ducha, cacicia…

09 septiembre 2019

DOS PALABRAS




Las palabras sencillas
son el fundamento de la vida:
dos ruedas, una bicicleta,
y con motor una motocicleta;
un banquete es el memorial de una boda,
pero pan y agua
el sustrato y sustento de la vida
en fase alimentaria.
Dos alas son un insecto que vuela
y molesta,
pero también la polinización de los frutos
y sus gráciles nutrientes;
dos alas, un colibrí que canta
o un ángel que te precede abriéndote paso.
Busco la esencia vital en dos palabras,
tan sólo dos voces
de las miles del diccionario.
Amor y esperanza,
vida y muerte, principio y fin,
del todo a la nada.
Dos palabras: tú y yo
censo global de toda la existencia.

08 septiembre 2019

UNA PIEDRA MÁS




El mineral de hierro
en su yacimiento
no deja de ser una piedra más,
aunque asuma el grado de magnetita.
Nada sabe de su futuro,
como tampoco yo lo sé del mío
ni lo supe nunca;
tampoco fui capaz de prever mis rigideces
ni mis fragilidades.
Todavía en el alto horno
ese mineral de hierro
que se caracterizó por su óxido,
no imagina si acabará
en temple de acero o en inoxidable,
ni si un día terminará
en forma de cafetera;
tal vez por eso, se resiste a mi esfuerzo
cuando trato de abrirla
y retirar los posos para dejarla limpia
en espera de una próxima vez.
La magnetita, en su yacimiento,
como el hombre en su cuna,
página en blanco.

07 septiembre 2019

POR LOS CAMINOS DE LA VIDA




Para que yo fuera hoy presencia
tuvieron que forjarse otras espadas
de temple desigual
y una misma alma
desgajada de unos en otros.
Hasta donde alcanzo,
templado a golpes
sobre la generosa tierra
a la que fueron arrancando sus frutos,
me siento consecuencia de otros nudos.
Vinieron los años, los lustros, los siglos,
y fueron dejando una misma variable
sobre idéntica genética.
No traía tabla rasa,
pero me aparté de la tradición
y me refugié en la urbe.
En consecuencia, soy el resultado
de esa herencia y también del azar
con el que me fui construyendo
con más improvisación
que ciencia meditada.
Para que yo sea hoy esto que aparento,
una mano invisible y callada
me fue guiando
por los caminos de la vida.

06 septiembre 2019

SEPTIEMBRE EN SEVILLA




Septiembre en Sevilla
y el tiempo amembrillado
en los treinta y ocho grados
a la sombra,
y la esperanza y el resuello
pensando en el otoño
caduco y amarillento con ocres demacrados.
Mi origen es abril,
pero de tanto asomarme a mayo y junio,
de este paisaje agostado,
sueño la lluvia
como ducha generalizada y compartida.
Los poetas cantan a septiembre
pensando en la vendimia
o en la vuelta de vacaciones;
yo pienso en octubre y en Dionisio
donde la tradición me invita a fiesta
y en cuyo solaz sueño y me relamo.