21 diciembre 2025

PRESENTE

 




Aquí y ahora, dos términos,

la acotación precisa que nos sitúa

en tiempo y espacio,

una localización que acomoda lo impreciso

a la exactitud más escrupulosa,

aunque todavía puro silencio,

escueta presencia.


Como las campanas de la torre,

-bronce bruñido a la intemperie-

no dejan de ser silencio,

presencia expectante y hasta olvido;

su realidad está estrechamente vinculada

con la acción sonora,

igual que tú o yo perfectamente ubicados

y localizados, pero en silencio.


El silencio es la envoltura del vacío,

acaso prudente, cuando aguarda la ocasión,

pero barbecho improductivo

cercano a lo estéril, si así se eterniza.


Presente, si; pero que sea indicativo

de una acción inminente que deje rastro

y, a ser posible, obra imperecedera.

20 diciembre 2025

PUENTE

 




Un puente, un hilvanado

entre el día oficial, el vano y otro festivo,

una barandilla que comunica la fiesta

con la escapada de sí mismo,

-de todas todas-

por los vericuetos de lo inmediato

y lo apresurado sin tiempo que perder.


Lo importante es huir del presente,

bajar por la escalera de emergencias

en busca de lo placentero

al sótano de nuestro día a día;

es dibujar una pausa sin apearnos del frenesí,

cada quien acomodado a su bolsillo

o a su posible endeudamiento.


Aunque la vida se ponga en riesgo

no bajará el telón hasta el último día;

a fin de cuentas, la muerte,

-tan natural ella-

siempre ha de llegar en el último día,

y, cuando acontezca, violenta o no,

será porque estaba escrito

y que nos quiten lo bailado.


Hay que vivir de prisa, sin pérdida de tiempo,

haciendo uso de cada resquicio

y hasta mezclando churras con merinas:

una amalgama para disfrutar urgencias,

a cualquier precio, con o sin riesgo.

Y si acaso la vida descarrila,

arrollado entre chatarras y gasolina,

será el sino que quiso adelantarnos el reloj.

19 diciembre 2025

MIRAD

 




Mirad, todo lo lleva puesto encima,

salvo un hatillo, un ligero envoltorio

que ni siquiera sueña con ser ajuar,

menos aún a esperar en un armario.


Mirad, vivir en la calle es exhibirse

para que, con suerte, lo vean

y de escalofrío a quien pasa;

es estar entre el gentío y sentirse solo,

ser perito en vientos e inclemencias

y también en inmutables escalofríos;

es orientarse por las cuatro esquinas

y saberse presencia no visualizada.


Mirad, es ser contador de calderilla

y ver como crece el caudal de la intemperie

muy por encima de las resistencias físicas

y la incapacidad para contagiar misericordia;

es perder la identidad, también el nombre,

y asumir las carencias de todo y de todos.


Mirad, su hábitat no carece de lo esencial:

se acondiciona acomodándose al aire libre,

se ilumina de luminosos de los escaparates,

pero también de los astros y estrechas;

bebe de las fuentes públicas y de los vientos

o de algún repulsivo cartón de mal nombre,

y evacúa allá donde la urgencia se abre hueco.


Mirad, no tiene llaves, ni cartera, ni agenda,

aprendió a adecuarse a cada estación;

no se desviste por no perder la caducidad

y su presente es efímero y barbilampiño,

su pasado un mar revuelto y confuso

que conviene mantener en calma,

y su futuro, marcadamente condicional:

a la espera de seguir siendo mañana.


18 diciembre 2025

LAS HORAS

 




Las horas del presente son fugaces,

en cambio el futuro es de una densidad

tan lenta y parsimonia, tan demorada,

tan impuntual… No así el pasado.


El pretérito es un visto y no visto

que se apelmaza de manera caótica

y en ese mismo e indisciplinado desorden

aparece y desaparece a capricho,

sin que intervenga la voluntad.


Las horas cabalgan a lomos

de premiosos y apocados jumentos,

mientras rumorean el tic tac del reloj;

siempre al paso, nunca al trote ni a galope,

sino con el balanceo de ese ir y venir

desde el ronzal hasta la cola

en un ondular incesante e impreciso.


En cambio, los instantes contigo,

esas horas remecidas y adormecidas

en proximidad a tu cuerpo,

o simplemente en tu presencia,

bajo la luz protectora de tu mirada,

son una eternidad que no se desdibuja

ni tampoco transita por la esfera sideral,

sino que forman parte indivisible

de ese tiempo perfecto y agramatical

del que solo sabemos tú y yo.


Nuestras miradas y nuestros silencios,

cómplices irredentos de las horas.

17 diciembre 2025

VIVIR PARA VER

 




La difamación y la mentira

como resortes, como llave maestra

que da acceso a escalar a la médula

de esta sociedad dividida, enfrentada

y podrida en los más altos pedestales.


Prensa que no cuenta, que versiona,

que pone el timón a la voz de su amo;

jueces que no juzgan, que sospechan

y condenan conducidos y sin pruebas;

bicoca sospechosa y colateral de amiguetes,

médicos esclavizados y listas de espera

que acabarán haciendo cola ante el paraíso.


Negocio de lo público para un grupúsculo

de avispados y disimulados colegas,

viviendas con acceso por las nubes

y germinación profusa de paraninfos privados;

un gobierno sin apoyos parlamentarios

y un partido que “no gobierna porque no quiere”.


Como constantes, los malos tratos,

la infame vejación de la mujer por serlo,

la mano oculta medrando en la caja común,

la discriminación social, según estatus,

la ambición insaciable de comer de lo ajeno,

y la patria reducida a un símbolo de tela

o a escala singular de pulsera coloreada.


¡Vivir para ver!

16 diciembre 2025

ORACIÓN

 




Señor, tú nos diste ejemplos

muy varios de dolencias y carencias,

en ti estaba el vértigo

por los padecimientos ajenos,

no te limitaste a adoctrinar con verbos,

ni hablaste jamás en barbecho

con adjetivos ni subjuntivos.


Hoy son muchos quienes imitan tu voz,

pero se olvidan de los gestos piadosos,

quienes pronuncian tu nombre en vano

y crean la suntuosidad de un club exclusivo

en el que está reservado el derecho de admisión,

ponen fronteras, levantan muros de espinos,

y se enaltecen con fórmulas vacías

con las que celebrarte en selecta intimidad.


A la servidumbre

le han puesto nombre de mujer,

a los extranjeros, según sus bienes,

árabes o moros de mierda y sudacas,

al huérfano total ignorancia

y a la viuda el trabajo servil y barato

que a todos complace. Y yo, Señor,

yo no soy mejor que ellos.


Dime, Señor, en tales condiciones,

de dispendio lumínico, comilonas y compras,

volviendo la cara a quien nos necesita,

¿verdaderamente vas a nacer de nuevo

entre tanta canalla y tal derroche esta Navidad?


¡Misericordia, Dios mío, que me refugio en ti!


15 diciembre 2025

UN LÁPIZ Y UN PAPEL

 




En nuestras manos,

cien cosas inútiles que no son imprescindibles,

esas que no cuentan para nada

en el día a día,

y que tan complicado resulta prescindir de ellas.


Un lápiz y un papel

donde elaborar la lista de la compra,

-además de saldo o crédito-

para hacer algo eficaz

y que converjan en el mar

de nuestras apetencias con aprovechamiento.


Un lápiz y un papel

donde recoger la inspiración

y tratar de ponerla por escrito,

-con las tachaduras que sean oportunas-

lo que nos hiere, lo que nos duele,

lo que nos conmueve o nos acaricia el alma.


Un lápiz y un papel

con el que apresar el tiempo,

impidiendo que se den a la fuga

las ideas itinerantes, las andariegas,

y también las peregrinas,

que pudieran elaborar una prórroga

a los momentos de estupefacción o de deleite.


Un lápiz y un papel

para esta desmemoria mía

en sus tristes horas de lagunas y olvidos.



14 diciembre 2025

AGUA VA

 




Así como el berrinche de un niño,

que grita, se agita y patalea,

cuando no es consentido y sí contrariado,

a fin de lograr sus denegados caprichos;

así también la tormenta, con su estruendo retardado

y la rabieta eléctrica como flecha incendiaria

que atraviesa los cielos en silencio,

seguida de un barahúnda,

con la velocidad sobrecogedora del pánico.


El cielo se ha tornado de un blancuzco gris espeso,

apenas alcanza la visión al otro lado de la calle,

el silencio es profundo, meditativo, expectante,

ese batido opaco y denso

se ha hecho llovizna;

así también las dudas del bebé

pasan de la llantina a la sonrisa,

sin apenas haber derramado lágrimas.


El niño es un tanto obstinado

y usa todas las herramientas a su alcance

para conseguir lo que quiere,

su experiencia le dice que apunte alto

y monta un terco pollo;

en la calle suenan los timbales

de un fuerte aguacero,

una amenaza fortuita que se supone breve,

pero también intensa.


Ya hace unos minutos que ha escampado,

han dejado de hacer música las canales

sobre el acerado;

el niño duerme plácidamente.

13 diciembre 2025

SEDUCCIÓN

 




Aquellos pantalones cortos,

aquellas rodillas heridas

de rodar por los suelos,

aquella infancia de juegos y escuela.


El alma infantil que perdura

y rejuvenece acariciando los recuerdos,

el niño que soñaba con el mañana

y ese hoy que no se corresponde con el diseño.


La pequeña ventana a pleno sur,

oteando por encima de los tejados,

y el azul del mar hiriendo las retinas,

por cuyas rendijas se filtraban los sueños

envueltos en susurros acariciadores.


Como la mar, todo remoto, muy remoto,

y la seducción es flechazo que pervive

y prende la mecha de los hechizos,

para inmortalizar lo que perdura y enfrenta

aquella luz radiante, dichosa y cegadora,

con las mortecinas sombras del declive.

12 diciembre 2025

CONFUSIÓN

 




Este más de medio siglo de pertenencia

e intimidad ininterrumpida,

de deslinde imposible entre el tú y el yo,

entre el imán de tu cuerpo

y la acerada tosquedad del mío,

esa vocación volcánica que nació en lo remoto

y que se ha anquilosado

en la terquedad atemporal

del para siempre…

Ahora que el deseo no es el aperitivo

y que ni siquiera forma parte del menú,

ahora que se ha achatado mi pericia

por los polos,

y no alcanzo a distinguir con nitidez

el juego, el jugo y la médula,

se, y me reafirmo en ello,

que soy donde tú acabas:

mi mal aquello que te daña

y mi daño el mal que te aqueja.

Confusión, sí;

pero con las cosas muy claras.

11 diciembre 2025

EL NUEVO DÍA

 




En la mesita de noche,

la radio con la que sobresaltarme

o musicalizar los entresueño,

las gafas, un lápiz y papel

donde fijar las urgencias

y ocurrencias volátiles,

en lugar de usar las inquietudes

y los desvelos de la agitación

y ponerle una zancadilla al sueño.


Me sobra noche para dormir

y me falta reposo rehabilitador,

en la densa nebulosa de la madrugada.


La luz del amanecer es el lienzo

sobre el que bosquejo el nuevo día,

y, “aunque el hombre propone

y Dios dispone”,

con frecuencia doy en la diana.


Los días, todos singulares,

-ninguno idéntico-

una partitura en blanco

sobre la que dibujar tonos y semitonos,

los proyectos y cadencias

con los que afrontar el nuevo día.


El nuevo día:

una caligrafía por escribir

con inequívocos rasgos del pasado

y algún posible guiño o sobresalto.


10 diciembre 2025

AUNQUE

 




Aunque estés absolutamente roto,

aunque se endurezca tu oído

y solo pongas tu atención en las cosas banales,

aunque tus piernas no te respondan

y te cueste la misma vida caminar al encuentro,

aunque la voz no te salga del cuerpo

y no puedas ampararte pidiendo auxilio,

aunque tus ojos se acomoden a estar cerrados

y a no percibir lo bello que hay a tu alrededor,

nada de todo esto te robará tu dignidad de persona,

salvo desentenderte de todos y abrazar al desamor.

09 diciembre 2025

LAS APARIENCIAS

 




Las apariencias,

ese físico que se despoja,

lentamente,

-de menos a mas-

el declive de la tersura

que no cubren los complementos,

ni disimulan los maquillajes.

Ese hurto lento y lacerante

ante el espejo de los días,

hasta trasparentar la merma

en el agredido paisaje facial,

cuando la piel da silente testimonio

de todo lo que hemos simulado.

La degradación social de lo bello

y el esplendor de lo ruinoso,

el vértigo que visualiza la sima

imposible de superar.

Hay que transitar ese camino

con prosapia, con ternura, sin alarmas

y con total nobleza y sinceridad:

en ello están las huellas de nuestra vida.


08 diciembre 2025

ALBORADA

 




La densidad de la noche,

remoloneando en la espesura,

traspasada por el claror

de la Luz,

a pesar de la resistencia

y de la reticencia de quienes la niegan.

En la cárcel de la almohada

se debaten las pesadillas,

con el flagelo puntiagudo

que emborronan los sueños.

El río se desliza en alianza

con la densa nebulosa nocturna,

como maniatado y conducido

por fuerzas extrañas y coercitivas,

que le hacen dudar si seguir su camino

o tomar un atajo por el que liberarse.

Croan las ranas adelantando la alborada,

al tiempo que se mecen las sombras

al compás de la brisa que ulula en las ramas.

Por encima de las dudas,

la certeza va despuntando la aurora

y la Luz se hace presencia viva,

entrañas inmaculadas, omnisciencia.

.


07 diciembre 2025

ODA A LAS PALOMAS

 




En el parque, un torbellino alado,

una revolución de plumas,

una fiesta entre gorjeo y zureo

que a veces aturde

y siempre complace;

también vuelos urgidos y entrecruzados,

causados por el apetito

al adivinar el pan.

Ellas identifican a la anciana del canasto,

quizás por su gesto generoso,

tal vez por la puntualidad

o por una capacidad olfativa ignota

que no han registrados los anales

ni tampoco interesa a la inteligencia artificial.

Les da con generosidad,

con el desprendimiento

de quien sabe partir y compartir;

entonces lo anodino se hace fiesta,

bullicio, algarabía que sacia.

Unas calle más allá,

una concentración ordenada hace cola;

el pan es una llamada que siempre,

siempre, siempre,

encuentra eco confortable que no empacha:

una fiesta que complace y satisface

las urgencias diarias

del hambre en el hombre.



06 diciembre 2025

CAYUCO

 




Lo que está por suceder

es un pensamiento social enquistado,

como el hambre que se da de bruces

entre el fracaso y la ineficacia.


Un cayuco, una cáscara de nuez

a merced de las olas,

echándole el pulso a las fuerzas del viento

y a las olas, pero también

al hambre y a las carencias;

una apuesta poderosa en la ruleta de los sueños

o rendirse a ver salir y ponerse el sol

con las pesadillas de la supervivencia

rolando a capricho como juguetonas nubes

por la rosa de los vientos.


Volver la mirada a los mayores

para tomar una desolada instantánea familiar

y apostar por erradicar flatos y bostezos:

triunfar o morir como única salida,

la aventura del pan de cada día

por un pasaje que lleva a la vida

o quizás al olvido eterno y anónimo

en el lecho de las aguas marinas.

05 diciembre 2025

ADVIENTO

 




Atardece hoy viernes,

la luz se va haciendo opaca

y el silencio es la antesala de lo extraordinario.

Se ha echado el viento

y tal vez por eso, tras varear las ramas,

se ha alfombrado el paseo con copos de colores.

Un coro de nubes densas,

-entre bastidores-

corre anticipadamente el cortinaje de la noche

cuando está a punto de encenderse

las alegres y multitudinarias luces

que anuncian la Navidad.

Un relumbrón lumínico que es feroz competencia

entre los municipios españoles,

en anticipación y cuantía,

que dispara el pistoletazo de salida

de este tiempo de compras y despilfarro,

una incitación al consumo

que abre más y más la zanja existente

que algunos logran saltar sin sobresaltos

y otros caen de bruces y son sepultados

en deudas.

Una mala lectura,

una interpretación errónea y perniciosa

del tiempo que se anuncia,

y que muchos iniciaremos con el pie cambiado.

04 diciembre 2025

EN LA MEMORIA

 




La memoria, ese saco con descosidos

donde se atesoran los viejos recuerdos

y también las llagas y las escoceduras,

esa arpillera donde se van recolectando

los frutos del decurso y el acontecer diario,

donde se amalgaman los unos y los otros,

se funden y hasta se confunden

con el paso lento y mortecino de los años.

Un limbo en el que la voluntad

se queda fuera de los márgenes

y es lo ingobernable quien se impone.

En esa aureola amorfa duerme o hace guardia

lo satisfactorio y el despiece de lo odioso,

lo que nos gustaría repetir cada día

y aquello otro a lo que tememos que se repita.

No caben todos los acontecimientos,

pero tampoco somos dueños de la selección:

como una rosa, su fragancia y sus espinas,

el coro, los aplausos y también los abucheos.

No siempre es posible atrincherarse

en el blindaje de una sonrisa blanca

y sobrenadar la espuma de coral

de los inolvidables momentos de gloria.

En la memoria, lo uno y lo diverso,

lo feliz y confortable y también lo abyecto:

a veces una mano sutil que acaricia,

otras un puño erguido y tenso que amenaza.