29 diciembre 2025

RUTINA

 




Pasó la lotería de largo y sin ser vista,

como cantinela monótona y añeja

que nos devuelve a la infancia.

Nació el Niño,

pero sigo aferrado al mundanal ruido

y me cuesta abrir las puertas

de par en par

para que una ráfaga

traiga hasta mí una renovación

a la que me resisto empecinadamente,

a pesar de mi mismo.

Cerraré el año con alguna prueba diagnóstica

e inauguraré el siguiente

con un corazón expectante

a los resultados.

A la rutina de propósitos para el nuevo año

le pasó de soslayo saltos y brincos

en la dieta recomendada,

mientras celebro estas últimas páginas del calendario;

y todo ello envuelto en cánticos desentonados,

viejas melodías y mímesis de años anteriores.

Gozo de los presentes

y añoro a los que transitaron,

empeñado en que no pasen al olvido.

En breve, cuando avance enero,

-todavía con molestias gástricas-

me habré olvidado de los propósitos

para seguir siendo el mismo,

incumpliendo las promesas de estos días

y sin corregir los errores.

Rutina: un desencuentro

que no me permite avanzar

y que me ancla en mis defectos por siempre.


28 diciembre 2025

 

SANTOS INOCENTES


                          


                     “Se escucha un grito en Ramá,

                    gemidos y un llanto amargo:

                    Raquel, que llora a sus hijos,

                    no quiere ser consolada,

                    pues se ha quedado sin ellos.”

                    (Jr 31, 15)


Así, también hoy en Gaza

cientos y miles de madres

lloran por sus hijos martirizados

entre estallidos de bombas y de hambre.

La deshumanización se ha subido

a la goleta de la actualidad

con el cuchillo afilado de la hipocresía:

mientras unos dicen que son galgos

y otros dicen que podencos,

mientras algunos diseñan un “resort”

en el que hacer suculentas cajas,

y, como siempre, con el sacrificio de terceros.


Por el declive de la tarde llega la noche,

por el de la impiedad surge el genocidio;

por la simulación, mirando al vacío,

la infame complicidad del silencio.


¡Grita Ramá, grita Gaza, grita Palestina!

No es posible respirar ni conciliar el sueño

con las astillas de la mutilación clavadas

en el pecho, en la espalda y hasta en los intestinos,

entre estallidos y llantos de quienes aguardan

esperando el turno que les siegue la vida.


¡Grita Ramá, grita Gaza, grite el mundo entero!


27 diciembre 2025

EN POCAS PALABRAS

 




A mis años, no me jacto de saber,

más bien todo lo contrario;

es tan inmenso el tránsito hasta el infinito

que cada descubrimiento es una derrota,

una experiencia vital.


La suma de los días me hacen pensar

que no han sido rotundos mis fracasos,

pero sí continuados en el tiempo

a modo de aprendizaje,

como las curvas y los peraltes del camino,

que a veces te asoman al barranco;

pero siempre extrapolables

y capaces de sustituir a por b o por c

para resolver la incógnita.


Nacemos únicos, genuinos,

pero el destino es ser uno más,

y además, solemos titubear errados

en pos de logros que nos llevan al sufrimiento,

al aislamiento, a comenzar de nuevo.


Al final descubres

que verdaderamente nacimos para amar

y se nos va la vida envidiando,

malmetiendo y hasta odiando.


En pocas palabras:

vivir es un tránsito casi a oscuras,

un caminar sorteando dudas

que te llevan desde la ignorancia

hasta el conocimiento en base a la experiencia,

para acabar en el olvido.


26 diciembre 2025

EL OLVIDO

 




Olvido, un morir lentamente,

un borrado parcial,

una partitura sin melodía

que arrastra las notas del estribillo

estirándolas por miedo al vacío.


Y así, en los residuos de lo notorio,

va trompicando una y otra vez

por la falsa escaleta,

repartiendo una y mil veces

la cacofonía de lo brillante

sin la médula de lo trascendental.


Como duermen las brasas

sus últimos bostezos,

antes de quedar reducidas a cenizas,

así el olvido es muerte anticipada

que carcome cada resorte activo,

hasta cerrarse en noche profunda.


El olvido absoluto desemboca,

-por la cascada del silencio-

en el temido abismo de lo eterno.

25 diciembre 2025

NAVIDAD

 






Me pregunto cuántos alumbramientos,

esta pasada madrugada,

en condiciones de absoluta precariedad,

en una pocilga o directamente a cielo abierto,

sin la ayuda de la obstetricia y a pleno desamparo .


Vino la Luz para iluminarnos

y le pusimos obstáculos

para perpetuarnos en la oscuridad.

Fueron generosos los campos,

los ríos y los mares, dando a manos llenas,

y también los bosques, y las selvas;

pero miramos codiciosos a ambos lados

antes de acotarlos en exclusividad.


Tiempo de banquetes, de comilonas,

de excesos indigestos y de euforia,

de tránsito de alcohol y golosinas,

de luces, de belenes y de cánticos,

pero la observación desenfocada

solo alcanza a mirarnos al ombligo.



24 diciembre 2025

A PUNTO DE CARAMELO

 




Cuando ella dio el consentimiento,

seguramente no imaginaba que alumbrar

era retorcerse de amor extremo

y de dolor glorioso y asumido,

echar fuego desde la emotividad

y controlar las llamas desde el corazón,

y desde el diapasón de sus labios y su boca.


Alguien bucea en sus entrañas

y lo que imaginaba caricias son surcos

arando el barbecho que le contrae

su cuerpo entero y sus extremidades.


En la desconocida selva de su interior,

un germen, una criatura que sobrenada

sus cavidades tratando de abrirse paso;

el corazón desbocado y sin riendas,

un desasosiego agitado sus pulmones

y el jadeo incontenible de las convulsiones.


Ya está aquí, ya llega, ya se acerca...

Y el ombligo es, aunque en silencio,

la inquietante alarma que urge a la ebullición,

entre suspiros y agitados quebrantos.


No hay posada, otros se adelantaron

y ocuparon la alcoba donde dar a luz;

de su tripa emergen sueños, delirios

que se hacen surtidores en su boca.

Ya está próximo. Han pasado tan solo

cinco minutos desde las últimas contracciones,

y arriba, en la loma, un cobertizo, un establo,

un refugio de intimidad que invita con urgencia.

 

Ya está aquí la Luz, ya llega, ya se acerca

el radiante momento. Ven, Señor, no tardes.

23 diciembre 2025

TARDE DE INVIERNO

 




La noche se hace proximidad

a poco de la sobremesa.

Esa luz taimada que se desgaja

de entre las negruzcas nubes,

esa aromática vaharada blanca

que asciende, al tiempo,

que se mezcla con el perfume de las castañas

desde la olla agujereada,

y los campanilleros poniendo música

a la escena que envuelve el atardecer

de esta sevillana postal navideña.

En los veladores se atenúa el frío húmedo

quemando gas, con algo de imaginación,

y escanciando alcohol con algo de generosidad;

los apartamento turísticos

luchan entre sí por la captura de clientes

y la música de las maletas rodantes

disputa con los villancicos

la hegemonía musical del anochecer.

En Belén, donde se espera la Luz,

es muy posible que todo esté a oscuras,

y en Gaza, a oscuras y a ciegas

entre el lodo de la nada, con total certeza.

Nacerá el Niño,

montaremos de nuevo una farsa,

y esperaremos a crucificarle

con la esperanza de que ponga remedio

a nuestra incapacidad de vivir en armonía.

La noche está en tono desapacible

y nosotros nos dejamos llevar

sin movernos un ápice de nuestras tradiciones.



22 diciembre 2025

CASTILLO DE NAIPES

 




Esta alegría efímera no durará;

esta agitación de bombos que giran,

de alambres que se colman

de números al azar,

sin la menor interconexión conmigo,

o que ni siquiera pasan rozando el larguero,

a pesar de la euforia que ponen

las voces infantiles…


Mero confeti de una fiesta

que, nacida en la estricta humildad,

hemos convertido

en luminaria del dispendio:

gritar, cantar, comer y beber

hasta extrapolar los límites del decoro,

una inversión fallida

que todavía descose más

el roto sin remedio del bolsillo,

que difícilmente tendrá compostura.


Esta ilusión sobre cimientos de humo

acabará deglutida por nubes deshilachadas,

como sombras derramadas por doquier,

como livianos castillo de naipes

sustentado por la brisa

que sueñan, vuelan y desaparecen.

21 diciembre 2025

PRESENTE

 




Aquí y ahora, dos términos,

la acotación precisa que nos sitúa

en tiempo y espacio,

una localización que acomoda lo impreciso

a la exactitud más escrupulosa,

aunque todavía puro silencio,

escueta presencia.


Como las campanas de la torre,

-bronce bruñido a la intemperie-

no dejan de ser silencio,

presencia expectante y hasta olvido;

su realidad está estrechamente vinculada

con la acción sonora,

igual que tú o yo perfectamente ubicados

y localizados, pero en silencio.


El silencio es la envoltura del vacío,

acaso prudente, cuando aguarda la ocasión,

pero barbecho improductivo

cercano a lo estéril, si así se eterniza.


Presente, si; pero que sea indicativo

de una acción inminente que deje rastro

y, a ser posible, obra imperecedera.

20 diciembre 2025

PUENTE

 




Un puente, un hilvanado

entre el día oficial, el vano y otro festivo,

una barandilla que comunica la fiesta

con la escapada de sí mismo,

-de todas todas-

por los vericuetos de lo inmediato

y lo apresurado sin tiempo que perder.


Lo importante es huir del presente,

bajar por la escalera de emergencias

en busca de lo placentero

al sótano de nuestro día a día;

es dibujar una pausa sin apearnos del frenesí,

cada quien acomodado a su bolsillo

o a su posible endeudamiento.


Aunque la vida se ponga en riesgo

no bajará el telón hasta el último día;

a fin de cuentas, la muerte,

-tan natural ella-

siempre ha de llegar en el último día,

y, cuando acontezca, violenta o no,

será porque estaba escrito

y que nos quiten lo bailado.


Hay que vivir de prisa, sin pérdida de tiempo,

haciendo uso de cada resquicio

y hasta mezclando churras con merinas:

una amalgama para disfrutar urgencias,

a cualquier precio, con o sin riesgo.

Y si acaso la vida descarrila,

arrollado entre chatarras y gasolina,

será el sino que quiso adelantarnos el reloj.

19 diciembre 2025

MIRAD

 




Mirad, todo lo lleva puesto encima,

salvo un hatillo, un ligero envoltorio

que ni siquiera sueña con ser ajuar,

menos aún a esperar en un armario.


Mirad, vivir en la calle es exhibirse

para que, con suerte, lo vean

y de escalofrío a quien pasa;

es estar entre el gentío y sentirse solo,

ser perito en vientos e inclemencias

y también en inmutables escalofríos;

es orientarse por las cuatro esquinas

y saberse presencia no visualizada.


Mirad, es ser contador de calderilla

y ver como crece el caudal de la intemperie

muy por encima de las resistencias físicas

y la incapacidad para contagiar misericordia;

es perder la identidad, también el nombre,

y asumir las carencias de todo y de todos.


Mirad, su hábitat no carece de lo esencial:

se acondiciona acomodándose al aire libre,

se ilumina de luminosos de los escaparates,

pero también de los astros y estrechas;

bebe de las fuentes públicas y de los vientos

o de algún repulsivo cartón de mal nombre,

y evacúa allá donde la urgencia se abre hueco.


Mirad, no tiene llaves, ni cartera, ni agenda,

aprendió a adecuarse a cada estación;

no se desviste por no perder la caducidad

y su presente es efímero y barbilampiño,

su pasado un mar revuelto y confuso

que conviene mantener en calma,

y su futuro, marcadamente condicional:

a la espera de seguir siendo mañana.


18 diciembre 2025

LAS HORAS

 




Las horas del presente son fugaces,

en cambio el futuro es de una densidad

tan lenta y parsimonia, tan demorada,

tan impuntual… No así el pasado.


El pretérito es un visto y no visto

que se apelmaza de manera caótica

y en ese mismo e indisciplinado desorden

aparece y desaparece a capricho,

sin que intervenga la voluntad.


Las horas cabalgan a lomos

de premiosos y apocados jumentos,

mientras rumorean el tic tac del reloj;

siempre al paso, nunca al trote ni a galope,

sino con el balanceo de ese ir y venir

desde el ronzal hasta la cola

en un ondular incesante e impreciso.


En cambio, los instantes contigo,

esas horas remecidas y adormecidas

en proximidad a tu cuerpo,

o simplemente en tu presencia,

bajo la luz protectora de tu mirada,

son una eternidad que no se desdibuja

ni tampoco transita por la esfera sideral,

sino que forman parte indivisible

de ese tiempo perfecto y agramatical

del que solo sabemos tú y yo.


Nuestras miradas y nuestros silencios,

cómplices irredentos de las horas.

17 diciembre 2025

VIVIR PARA VER

 




La difamación y la mentira

como resortes, como llave maestra

que da acceso a escalar a la médula

de esta sociedad dividida, enfrentada

y podrida en los más altos pedestales.


Prensa que no cuenta, que versiona,

que pone el timón a la voz de su amo;

jueces que no juzgan, que sospechan

y condenan conducidos y sin pruebas;

bicoca sospechosa y colateral de amiguetes,

médicos esclavizados y listas de espera

que acabarán haciendo cola ante el paraíso.


Negocio de lo público para un grupúsculo

de avispados y disimulados colegas,

viviendas con acceso por las nubes

y germinación profusa de paraninfos privados;

un gobierno sin apoyos parlamentarios

y un partido que “no gobierna porque no quiere”.


Como constantes, los malos tratos,

la infame vejación de la mujer por serlo,

la mano oculta medrando en la caja común,

la discriminación social, según estatus,

la ambición insaciable de comer de lo ajeno,

y la patria reducida a un símbolo de tela

o a escala singular de pulsera coloreada.


¡Vivir para ver!

16 diciembre 2025

ORACIÓN

 




Señor, tú nos diste ejemplos

muy varios de dolencias y carencias,

en ti estaba el vértigo

por los padecimientos ajenos,

no te limitaste a adoctrinar con verbos,

ni hablaste jamás en barbecho

con adjetivos ni subjuntivos.


Hoy son muchos quienes imitan tu voz,

pero se olvidan de los gestos piadosos,

quienes pronuncian tu nombre en vano

y crean la suntuosidad de un club exclusivo

en el que está reservado el derecho de admisión,

ponen fronteras, levantan muros de espinos,

y se enaltecen con fórmulas vacías

con las que celebrarte en selecta intimidad.


A la servidumbre

le han puesto nombre de mujer,

a los extranjeros, según sus bienes,

árabes o moros de mierda y sudacas,

al huérfano total ignorancia

y a la viuda el trabajo servil y barato

que a todos complace. Y yo, Señor,

yo no soy mejor que ellos.


Dime, Señor, en tales condiciones,

de dispendio lumínico, comilonas y compras,

volviendo la cara a quien nos necesita,

¿verdaderamente vas a nacer de nuevo

entre tanta canalla y tal derroche esta Navidad?


¡Misericordia, Dios mío, que me refugio en ti!


15 diciembre 2025

UN LÁPIZ Y UN PAPEL

 




En nuestras manos,

cien cosas inútiles que no son imprescindibles,

esas que no cuentan para nada

en el día a día,

y que tan complicado resulta prescindir de ellas.


Un lápiz y un papel

donde elaborar la lista de la compra,

-además de saldo o crédito-

para hacer algo eficaz

y que converjan en el mar

de nuestras apetencias con aprovechamiento.


Un lápiz y un papel

donde recoger la inspiración

y tratar de ponerla por escrito,

-con las tachaduras que sean oportunas-

lo que nos hiere, lo que nos duele,

lo que nos conmueve o nos acaricia el alma.


Un lápiz y un papel

con el que apresar el tiempo,

impidiendo que se den a la fuga

las ideas itinerantes, las andariegas,

y también las peregrinas,

que pudieran elaborar una prórroga

a los momentos de estupefacción o de deleite.


Un lápiz y un papel

para esta desmemoria mía

en sus tristes horas de lagunas y olvidos.



14 diciembre 2025

AGUA VA

 




Así como el berrinche de un niño,

que grita, se agita y patalea,

cuando no es consentido y sí contrariado,

a fin de lograr sus denegados caprichos;

así también la tormenta, con su estruendo retardado

y la rabieta eléctrica como flecha incendiaria

que atraviesa los cielos en silencio,

seguida de un barahúnda,

con la velocidad sobrecogedora del pánico.


El cielo se ha tornado de un blancuzco gris espeso,

apenas alcanza la visión al otro lado de la calle,

el silencio es profundo, meditativo, expectante,

ese batido opaco y denso

se ha hecho llovizna;

así también las dudas del bebé

pasan de la llantina a la sonrisa,

sin apenas haber derramado lágrimas.


El niño es un tanto obstinado

y usa todas las herramientas a su alcance

para conseguir lo que quiere,

su experiencia le dice que apunte alto

y monta un terco pollo;

en la calle suenan los timbales

de un fuerte aguacero,

una amenaza fortuita que se supone breve,

pero también intensa.


Ya hace unos minutos que ha escampado,

han dejado de hacer música las canales

sobre el acerado;

el niño duerme plácidamente.