Estos días ha tenido ocasión en
Sevilla una simpática exposición de soldaditos de plomo en la casa palacio renacentista
que fuera de los Bucarelli, hoy de los Condes de Santa Coloma. Como hay
imágenes que hablan más y mejor que mil palabras, os dejo algunas para regocijo
del niño que llevamos dentro.
Es en verdad preciosa la exposición querido amigo y admirado poeta. Infinitas gracias por hacernos participes de ella.
ResponderEliminarMiles de besinos y feliz inicio de semana te desea esta amiga con inmenso cariño.
Muchas gracias, Zona, por tus cariñosas palabras.
EliminarBesinos.
Aquí, en un patio parecido a ese, también hemos visto maquetas de tanques, pero a mí no es algo que me agrade, pues aunque sean de juguete traen recuerdos de guerra y muerte.
ResponderEliminarMe declaro antibelicista, pero mostrar estos soldados no es una contradicción, sino volver a la infancia.
EliminarAbrazos.
¡Vaya! No ha cogido el enlace.
ResponderEliminarhttp://www.flickr.com/photos/28272464@N07/8968858970/
Estos son de un tamaño considerable. Muy bonito.
EliminarPrefiero los desfiles de estos soldaditos que los de los otros. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarYo también, Felipe. Estos son inofensivos, aunque evocan a los otros.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco, pues la verdad que como tu dices las imagenes hablan por si solas y se ven bonitas, aun siendo hija de militar digo lo mismo que el amigo de arriba, prefiero estos desfiles a los verdaderos, gracias por compartirlo con nosotros:)
ResponderEliminarBesos.
Yo no soy anti nada, pero desearía la inexistencia de los ejércitos, aunque suene a utopía: sin utopías no hay sueños.
EliminarBesos
Vistos así resultan muy bonitos, pero el previo de arreglo de chapa y pintura es un trabajo de "chinos", aunque el resultado final es como el que presentas, fantástico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Los soldaditos y tu comentario me recuerdan, no sabría explicar por qué, los dos meses de mili que hice en Granada en pleno invierno.
EliminarUn abrazo.
Me he acordado con tu comentario de los dos meses destacado que pasé en Granada como soldado, bueno, era cabo.
EliminarUn abrazo.
Preciosa y curiosa exposición.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Hoy me hablaron de ti dos extraordinarias cocineras, y como era de esperar, Elena, lo hicieron muy bien. Te quieren mucho.
EliminarBesos.
En mi familia no he tenido a nadie que los coleccionara, ni siquiera mi padre que coleccionaba muchas cosas, solo los he visto en alguna tienda y es curioso lo diferentes que son siendo iguales. Un abrazo
ResponderEliminarTienes razón. Al menos los buenos son distintos unos de otros, no así los de plástico.
EliminarUn abrazo.
Las colecciones de soldaditos de plomo siempre tuvo mucho éxito, había personas que tenían verdaderos batallones de ellos y algunos son una obra de arte.
ResponderEliminarTienes mucha razón. El museo del Ejército en Madrid tiene una colección fabulosa en calidad y cantidad.
EliminarBesos.
Muy interesante esa exposición. Nos lleva al niño que fuimos.
ResponderEliminarUn abrazo
Una exposición curiosa pero ¡tan linda !!
EliminarCuando mis hijos eran chiquitos tenían bolsas de soldaditos y jugaban horas con ellos . Esos soldaditos eran de plástico. Me parece verlos...
Un lindo recuerdo.
Besos del alma :)
Esa misma ha sido mi sensación, Antorelo, una especie de vuelta a la infancia.
EliminarUn abrazo.
Esos de plástico son muy distintos; los de plomo eran artesanales y todos distintos unos de otros. ¡Cómo nos gustaría que nuestros hijos volvieran a ser niños!
EliminarBesos.
Todo una gozada para "frikis", nostálgicos y coleccionistas.
ResponderEliminarUn saludo.
Creo que no reúno ninguna de las tres características, Cayetano. Desde luego friki y coleccionista no lo soy y nostálgico no creo ser lo.
EliminarUn abrazo.
Muy original, si estuviera más cerca iría a ver la exposición.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y yo que te acompañaría y te comentaría.
EliminarUn abrazo.
Curiosa exposición, que hace retroceder a la infancia, y pone un poso de nostalgia en los corazones al evocarla. Debe ser lindo visitarla.
ResponderEliminarUn abrazo.
La verdad es que me resultó muy curiosa y completa. Cuando yo jugaba con estos muñecos tenía un par de ellos y me inventaba a los demás.
EliminarUn abrazo.
Muy linda Exposición que nos traslada a nuestra Infancia y coincido con algunas personas que te han comentado , prefiero ver esta Exposición a los desfiles de los verdaderos con tanque incluidos.
ResponderEliminarGracias por acercarnos hasta ella!
Un abrazo
A mí me resultó entrañable precisamente por lo que evoca. Gracias una vez más por tu regalo.
EliminarBesos.
Tengo un primo enamorado de estos soldados de plomo. Los compras entre varios y los pintan con una delicadeza increíble. Después los colocan sobre el plano recreando las grandes batallas de la Historia, sobre todo las de Napoleón, con sus ciudades y montes debidamente situados. Y estamos hablando de chicos de cincuenta años; los otros ya juegan con los ordenadores.
ResponderEliminarUn saludo
Existe una afición más numerosa de lo que podemos imaginar a estos soldaditos de plomo, así que no me extraña lo de tu primo.
EliminarBesos.
Hola!!!!
ResponderEliminarme quedo en tu blog y te apunto en mi lista de visitas!
saludos!
Una sorpresa muy agradable, David. Espero nodecepcionarte.
EliminarSaludos.
Yo se de alguien al que le encantaría haber visto esta exposición, estas cosas tienes que decírmelas antes de que pasen jejeje. Un besazo.
ResponderEliminarLo tendré encuentra, Támara, por si se repite y te aviso en cuanto se anuncie.
EliminarBesos.
Qué imágenes más simpáticas, me gusta,
ResponderEliminaryo no tuve soldaditos de pequeño, jugábamos con las chapas de las botellas, pero hacíamos
autenticas batallas...
Un fuerte abrazo.
Esas chapas eran más asequibles y servían para todo. Y los botones, ¿no jugaste al fútbol de mesa con los botones?
EliminarUn abrazo.
Cómo han evolucionado los juegos de los niños. Pero yo me quedo con los antiguos. Creo que estimulaban más la imaginación. Uno tenía que crear su propia película.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Lo más estimulante era hacer la pelota con trapos o el camión con una caja de cartón, también montar una caña a modo de corcel.
EliminarBisous, Madame.
Me imagino como te habrán gustado los soldaditos de niño eh?. Conozco alguien que le encantan los tanquecitos del final, los de guerra... estaría maravillado de estar allí.
ResponderEliminarUn beso Francisco
Cariños
Esos soldaditos no estaban al alcance de cualquiera. Te confieso que no tuve ninguno, pero mi amigo Antonio y su hermano Tomás tenía uno cada uno, el resto del ejército era inventado.
EliminarBesos.
Los niños antes jugaban con ellos, hoy internet les muestra el despedazarse y litros de sangre.
ResponderEliminarSaludos, Francisco.
Trenes razón, Alicia. Es espectáculo de la televisión es para mayores y con reparos.
EliminarAbrazos.
Esos soldaditos llevan mucha historia y nostalgia en sus figuras...No sólo nos recuerdan los juguetes de nuestra infancia, al lado de nuestros hermanos,amigo. También nos recuerdan los desfiles del ejército español, que siempre fué muy emotivo. Mi marido ha sido militar,Francisco y ha amado esos soldaditos de juguete y de verdad.
ResponderEliminarGracias por mostrarnos esta bella e inolvidable exposición.
Mi abrazo grande y feliz noche.
M.Jesús
Yo sólo fui militar de reemplazo y nunca me sentí atraído por la vida militar, pero si tengo alguna virtud es la comprensión, la aceptación y respeto de todos. Esos mini ejércitos pertenecen a otro tiempo y hablan de otros ejércitos menos tecnológicos de los actuales.
EliminarBesos.
Esos soldaditos me recuerdan mi niñez, los juegos de mi hermano, nostalgias del pasado....
ResponderEliminarBsss