Debía tener unos siete años y andaba
rebuscando entre los guijarros que escupe el mar en cada una de sus mareas.
Parecía que el mar se hubiera retirado más que nunca y la playa aparecía
inmensa. El pequeño estaba aparentemente solo, pero algo más lejos, junto a una duna, como a unos
cien metros, bajo una sombrilla una pareja disfrutaba la agradable mañana de
sol y brisa. El leía como si el resto del mundo no estuviera en sus
coordenadas; ella estaba echada al sol, la cabeza cubierta por un pañuelo
estampado y debía escuchar música de un mp4 a juzgar por los auriculares y el
pequeño dispositivo sujeto con una pinza a su bolso.
Antes de perderlos de vista, regresé
sobre mis pasos chapoteando el agua bastante fría al caminar. El pequeño se
había alejado más de quienes serían evidentemente sus padres. Llevaba un cubito
lleno de piedras que seleccionaba con mimo: unas listadas, otras lisas, algunas
de un blanco níveo, otras rosáceas...
— ¿Haces
colección?, le pregunté agachándome para observar mejor los frutos que iba
echando a su cubito.
— “Busco
el corazón de la sirena”.
Me quedé asombrado que el pequeño
quisiera encontrar el corazón de una sirena entre los guijarros que modelan las olas y escupe el mar.
— ¿Crees
que podrás encontrar el corazón vivo de una sirena entre las piedras?
— No
señor, me dijo con una sonrisa.
— ¿Entonces?
— Dice
mi papá que cuando una sirena muere, su corazón es paseado por las olas de uno
a otro confín, y que con el roce, cada vez se va haciendo más pequeño.
— ¿Tu
papá es marinero quizás?
— No,
mi papá es escritor. Me dijo que leyó en los Cuentos de los mares del sur, de un escritor americano, que eso es
lo que pasa con el corazón de las sirenas cuando se cansan de vivir, y que quien
consigue atrapar uno, siempre que lo mantenga en agua de mar, oirá por las
noches cantos maravillosos y narraciones de aventuras de los fondos marinos.
No recuerdo que Jack London
dijera nada al respecto en su colección de cuentos, pero no me atreví a
pincharle el globo de su ilusión y misterio y seguí la caminata alejándome por la orilla.
Qué precioso cuento Francisco !! me trae una brisa bresca que acaricia mi alma y me aleja de la negritud de estos días.
ResponderEliminaryo también busco el corazón de una sirena !!¿ lo podré encontrar ?
besos de suave viento marino y caracolas de colores.
De regreso a SevIlla después de un viaje precipitñado e inesperado. Bastante cansado, pero feliz de haber hecho lo que debía.
EliminarEl cuento pretende ser una invitación a la fantasía del niño y de todos los que disfruten con la misma inquietud de aventura.
Besos.
Una bonita narración Francisco, nunca hay que hacer perder la ilusión a un niño, a fin de cuentas ellos aun conservan la inocencia.
ResponderEliminarun abrazo amigo
Gracias. Tampoco los mayores debemos dejar de ser niños nunca.
EliminarUn abrazo.
Francisco por unos instantes me he sentido niño y parecía que el niño de tu cuento "precioso" en mi mente parecía yo.
ResponderEliminarEs muy importante no dejar de ser niño nunca, vivir la ilusión de la aventura por siempre.
EliminarUn abrazo.
Lo dijera o no Jack London, ese padre ha insuflado sueños e ilusiones en su hijo, eso es bueno, seguro que cuando crezca será un buen lector e incluso hasta puede que escribe. ¡¡Ojala!! nuestros niños de hoy desarrollaran esa imaginación atrofiada por los juegos de ordenador y por el carente interés a la lectura.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jack London no habla en ese libro de tal cosa. Lo sabemos al leer el libro, pero sí de muchas aventuras por los mares del sur. El padre es muy lector y el hijo refiere lo que le ha contado el padre lo que él cree haberle escuchado. Me alegra lo que dices, Emilio, pues esto no es en el fondo más que una invitación a la lectura.
EliminarUn abrazo.
Que bonita la inocencia de un niño, seguro que se sentía muy feliz con las historias que le contaba su padre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Te dejo la dirección de mi nuevo blog.
http://juidiabadia.blogspot.com.es/
Seguro que era un niño feliz. Tenía una meta que conseguir y se divertía persiguiéndola.
EliminarGracias por el comentario y el enlace. Me paso por tu casa.
Saludos.
Hola Francisco, que bonito lo que nos cuentas amigo, mejor no desinflar la ilusión del niño y así que la mantuviese, al menos el escucho lo que su padre le contó y buscaba ese corazón de sirena, hace unas semanas también puse una leyenda parecida a tu relato, pero en aquella esas piedrecitas tan bonitas que nos regala el mar eran llamadas las lagrimas de la sirena:), ojala que los niños no pierdan esa ilusión y la sigan alimentando leyendo esos libros maravillosos que hoy en día brillan por su ausencia de las manos de los mismos, gracias amigo por tan bonito relato.
ResponderEliminarBesos.
Ojalá que nosotros no dejemos nunca de ser niños, de perseguir una ilusión como globo que empuja el viento.
EliminarBesos
Hermoso relato sobre la inocencia y la ilusión de un niño y de muchos adultos que buscan encontrar el corazón perdido y mantenerlo vivo entre fuentes de agua para volver a sentir cantos de amor al oído.
ResponderEliminarBesos.
Has comentado, Ilesin, sobre todos los puntos claves del cuento. Seamos por siempre niños.
EliminarBesos.
Seguro que ese niño oirá por las noches los cantos y las narraciones, aunque no llegue a encontrar el corazón de la sirena.
ResponderEliminarObviamente no encontrará el corazón de la sirena, pero seguro que no dejará de buscarla; eso es precisamente lo hermoso.
EliminarEs bueno mantener esa ilusión y esos sueños porque ayudan a vivir.
ResponderEliminarLos sueños son los que nos permiten vivir en la irrealidad y esperanzados en un mundo mejor.
EliminarBesos.
Me temo que los niños hoy día, a pesar de no perder un ápice de su imaginación, son derivados rápidamente hacia los chismes eléctrónicos en lugar encaminarlos a los libros. Creo que en, general, nuestra generación educamos a nuestros hijos en la lectura, los míos leen mucho; las siguientes ya veremos. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarTú hiciste tu tarea, yo hice mi tarea y también son lectores; ahora le toca sellos con sus hijos y seguro que encontrarán los medios.
EliminarUn fuerte abrazo.
Que historia la del niño buscando el corazon de la sirena; Tampoco recuerdo nada al respecto de Jack London, pero es muy posible, pues lo lei hace tiempo. Saludos, Francisco.
ResponderEliminarLo don no habla nada en ese libro de tal cosa, pero habrá sido un ardiz del padre, una invención del niño o que el autor ha querido teñirlo de verosimilitud.
EliminarUn abrazo.
No sé, pero creo que somos muchos los que buscamos ese corazón de una sirena. Todos los años, cuando paseo por las playas extensas de San Fernando busco entre las piedras y las conchas; es cierto que en realidad no sé qué pretendo encontrar, pero siempre me traigo para casa una buena colección de piedras ...o de corazones.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Yo también busco esas conchas, esas piedrecitas preciosas cuando camino por la orilla; hasta es posible que yo sea ese mismo niño.
EliminarBesos
A mi me pasa como a Elena , Francisco, cuando me voy a andar por la tarde ( cuando no hay Clase ni reuniones ) por la Playa , siempre busco, rebusco y recojo todo lo que me gusta : piedrecitas bonitas y originales, conchas raras , caracolas ...en realidad no busco nada en concreto , busco lo especial , lo que me atrae ,lo que me llama con su silencio , quizá busque sin saberlo el corazón de la sirena o tal vez ya lo haya encontrado . con lo que estoy muy de acuerdo es en no desinflar nunca el corazón de un niño y mucho menos sus ilusiones que son su mayor tesoro.
ResponderEliminarMe ha encantado esta historia ! Un abrazo
Pasa al Club, Charo, tu eres de los que buscamos tesoros en la orilla del mar.
EliminarBesos.
No hay duda de que el mar va dejando en la arena pequeños regalos y mensajes, como lo hace la música que escuchamos, los paisajes que vemos o las palabras que nos llegan en el viento...o leemos en algún cuento o poema...El corazón de la sirena nos llega todos los días por algún medio. Sólo hemos de tener muy abiertos los ojos del alma para reconocerlo...
ResponderEliminarGracias por ese corazón de "niño grande" que se vistió por unos momentos de sirena para encontrarnos...
Mi abrazo inmenso y feliz día,Francisco.
M.Jesús
Tú tienes un ojo en la frente del alma, eres el cíclope que todo lo ve, que todo lo intuye. Gracias, María Jesús, por tu comentario. No dejes de ser una niña curiosa, atenta, analítica, soñadora y cariñosa.
EliminarBesos
Francisco,
ResponderEliminarVeo que somos unos cuantos los que buscamos el corazón de la sirena. Yo también atesoro pequeñas joyas que el mar va depositando en sus muy diversos arenales ¿Encontraré el corazón de la sirena??
Un beso!
Pasa tú también al Club de los niños, al de quienes no dejamos de soñar cada día y buscamos tesoros en la orilla del mar de la ilusión.
EliminarBesos
Queridos lectores todos:
ResponderEliminarSalgo de viaje improvisado y precipitado hacia Marbella al entierro de un familiar, la madre de mi cuñada Carmen. Lamento no poder contestar vuestros comentarios.
Mi agradecimiento y un fuerte abrazo a todos
Ya de regreso. No olvidaré nunca la dulce sonrisa de María. Para ella la luz y el descanso eterno.
EliminarQué maravilloso papá para un niño, y oír cada día historias como esa, y vivir con la ilusión de encontrar el corazón de la sirena. De ese modo cada día es una aventura apasionante.
ResponderEliminarLamento las causas de su viaje. No se preocupe por los comentarios.
Bisous
La responsabilidad de padre abarca también que sean niños felices, imaginativos y soñadores.
EliminarBisous.
Un encantador relato en busca del corazón de la sirena. Una historia ideal que sirve de ejemplo para potenciar la imaginacion de todos los niños.Me ha encantado.
ResponderEliminarUn fuerte y calido abrazo
Me alegra que te haya encantado. Imagino a ese niño cada día persiguiendo a una estrella a una aventura distinta y a su padre haciéndole indicaciones.
EliminarBesos.
Fantasía entrañable, realidad y un buen hacer literario.
ResponderEliminarMe ha resultado muy grato leerte.
Hasta pronto :)
Me interesa mucho tu opinión. La recién llegada no está aun contagiada de la palabrería de los afectos y expresa lo que piensa. Muchas gracias.
EliminarUn beso ¿Puedo?
Magnífico y entrañable relato, aunque los niños de hoy sienten demasiado apego por los aparatos electrónicos.
ResponderEliminarUn abrazo
Tengo un nieto de siete años (no es el del cuento) que haciendo montajes de LEGO, en su fantasía, monta monstruos imposibles, naves espaciales, orugas gigantescas y mil cosas más que uno tiene que ver en su expresión al tiempo de sus explicaciones.
EliminarUn abrazo.
Infinitas gracias querido y admirado amigo por obsequiarnos tan bello y dulce relato, emocionando nuestros sentimientos con el.
ResponderEliminarMiles de besinos de esta amiga con inmenso cariño.
P.D. Es en verdad precioso querido amigo. Me ha enamorado.
Gracias Zona. El amor es otro tipo de ensoñación, otra fantasía que nos hace que la vida sea plena.
EliminarBesinos
Pues si no es de London, el papá del muchacho tiene una portentosa imaginación.
ResponderEliminarUn saludo.
No es de Lo don, al menos en los libros suyos que he leído. Alguien juega a lo imaginativo y ha sonado la flauta, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
A ti que estás leyendo esto, te dejo las siguientes menciones...
Que tengas un fin de semana colmado de bendiciones,
para que tu corazón siga siendo un vergel de emociones.
Que a donde mires veas amor, siendo un toque de esperanza
y hacía donde camines encuentres la felicidad con templanza.
Esta que te quiere
y nunca te interfiere...
Atte.
María Del Carmen
Eres tan afectuosa que no es fácil estar a tu altura.
EliminarBesos
Que bonita historia!
ResponderEliminarYo soy Sirena Corazón.
Los invito a visitar-leer mi blog: "Almas Gemelas que se Unen"
http://almasgemelasqueseunen.blogspot.com
Mi corazón siente, cree en el Amor y las Almas Gemelas!
Un abrazo de luz!
Sirena Corazón
Tal vez el azar vino a unir mi texto a tu nombre; luego paso a visitarte
EliminarUn abrazo.
Muchas Gracias Francisco!
Eliminar(un saludo de pesame por el fallecimiento de vuestro familiar).
Coincidencias...señales...azar...sincronicidad...Tu cuento sobre el corazón de la Sirena...y yo que soy Sirena Corazón...
Un abrazo de luz!
Sirena Corazón
Blog "Almas Gemelas que se Unen"
http://almasgemelasqueseunen.blogspot.com
Mis condolencias para tu cuñada. Me enterado por Charo. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarGracias Felite, tú siempre tan cordial.
EliminarUn abrazo
Una historia hermosa, gráfica, pues me siento en la playa, ahí jutno al niño del cubito, buscando el corazón de la sirena, oliendo a mar y sintiendo la brisa en mi cara. Aunque Jack London no lo dijera, ¡qué más da! La historia del corazón es bonita y basta.
ResponderEliminarUn saludo
Este verano, si tienes ocasión de pasar unos días en la playa, te sentirás esa niña que hay en tu cuando busque sueños entre las piedrecitas y las conchas que arroja el mar. London habló de otras cosas también, fantásticas.
EliminarBesos
Ojalá todos tuviéramos esa inocencia para buscar corazones de sirenas a diario.
ResponderEliminarUn abrazo.
Debemos proponernos no dejar de ser el niño que fuimos.
EliminarUn abrazo.
Prometo que, cuando vuelva un día de estos a la playa, me volveré niño y buscaré... el corazón de la sirena.
ResponderEliminarGracias a Francisco, lo encontraré.
Ángel
No importa que no lo encuentres, ANGEL, lo interesante es la búsqueda.
EliminarUn fuerte abrazo.
¡¡¡Ohhhhhhhhh, Francisco, me ha encantado!!!
ResponderEliminarEs precioso el cuento. Qué pena que viva tan lejos y no tenga playa.
Me ha gustado mucho.
Qué suerte tener un padre así que le cuente historias y le haga feliz a su hijo.
Siento lo del familiar que se ha ido.
Saludos y besos
¡Me alegro tanto que te haya gustado! La misión de los padres no es sólo traerlos al mundo y darles de comer, sino mantenerles alerta, vivos, despertar su curiosidad, crearles ilusión y esperanzas
EliminarGracias, Isa, por tu cariño.
Besos
Precioso. No sé si el autor dijo o no algo al respecto pero ese padre sí sabe qué cosas decir a su hijo. La imaginación libre y mágica de un niño es un campo que debemos abonar con historias maravillosas que le permitan crecer y conservar algo de todo eso en el futuro.
ResponderEliminarUn beso
Jack London no dijo nada, el autor del cuento ha dicho lo que ha dicho. Te deseo que seas por siempre niña.
EliminarBesos
Totalmente de acuerdo con Añil; los padres tenemos el deber de alimentar la imaginación de nuestros hijos porque, en ella, están inmersos los valores que va a desarrollar a lo largo de su vida.
ResponderEliminarMágico cuento que me ha encantado.
Besos.
Muchas gracias, Belén. Después de tantas respuestas a tantos comentarios ya está dicho todo.
EliminarBesos
Tal vez se debería aprender de la imaginación de los niños para creer en cuentos de sirenas, y como no, de la del padre, que creó un mundo para él. Un besazo.
ResponderEliminarPues niños ya lo fuimos, tal vez debería aprender a no dejarlo escapar de nuestro pecho, ¿no crees?
EliminarBesos
¿Recordáis la película "La vida es bella"? El padre hacía posible que su hijo lo viese todo multicolor cuando en realidad lo tenían bastante negro...
ResponderEliminarEn este caso, el padre hace vivir una ilusión a su hijo, lo anima a leer sin que se de cuenta y logra un entretenimiento durante horas...
La recuerdo perfectamente, Mª Carmen, gracias por lo que comentas y por la relación que haces con esa magnífica película.
EliminarBesos
Impresionante cómo estuvo el niño Francisco, no deberíamos perder el hábito de volar con la mente para hacerlo realidad. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amigo.
ResponderEliminarEsto ha sido un pequeño vuelo fantástico de alguien que no quiere renunciar a lo que le queda de niño.
EliminarUn abrazo.
La imaginación de un niño no tiene límites ni se le debe poner, hiciste bien en no decirle nada, como pones en tu entrada.
ResponderEliminarBonita entrada, se ve que este tiempo te inspiraa escribir cosas sobre la playa,dices que el agua estaba fresquita y ciertamente lo está, te lo digo yo que la he comprobado.
Como me dices en tu comentario no hay parámetros para la mujer ideal, mi entrada no habla de eso, sino de la belleza interior y de la exterior.
¿Quién te ha dicho que no eres el hombre ideal?, seguro que para tu mujercita lo eres.
Besos para los dos, hombre ideal.
Gracias por tus comentarios siempre afectosos. Pronto nos veremos.
EliminarBesos
Preciosa historia, soñar con sirenas y con un mundo que es también de grandecitos, es loable! Pues nunca debe desaparecer el corazón y alma de niño. Es el Yo niño quien nos ayuda a equilibrar las asperezas cotidianas. Ojalá todos encontraramos ese corazón de siren@ para vivir soñando.
ResponderEliminarUn abrazo querido Francisco…me encanta tu imaginación que todo lo crea.
Es desde ese mismo yo niño desde el que está escrito. Muchas gracias. Te deseo que con serves la niñez de tu corazón para siempre.
EliminarBesos.