Armonía, transparencia, quietud, estatismo
que toma vida desde el mar arremolinado de la paleta de Pedro Olivares hasta el lienzo, donde las manchas se sublevan como
difuminadas en la cercanía, para ofrecer nitidez en la media distancia.
Pedro no dibuja, aboceta y pinta, color
sobre color y de la amalgama la luz que resucita y da vida corpórea metamorfoseando
lo que no era en presencia que se oferta y conquista.
Una vidriera de fondo, y sobre el
tapete de una deslavazada y coqueta mesa camilla —cuya presencia es subjetiva,
aunque corporal—, maravillosa disciplina disponen jarra, botella, flores y
vaso, donde la densidad material de cada objeto con sus finas transparencias, crean
la perspectiva y el espacio protagonista de unos zapatos plateados de mujer que
subyuga de misterio la escena.
Luz y transparencias en competición,
subrayada por tenues sombras que aportan
volumen, densidad y realismo.
Pues enhorabuena al artista Pedro Olivares. me gusta cómo pinta el vidrio, por cierto.
ResponderEliminarBuenas noches
Bisous
Un bonito bodegón, en el que destaco la botella y la jarra de vidrio de la derecha. Un abrazo desde mi mejana
EliminarEs un magnífico pintor, al que me gusta ver pintas por la soltura, certeza y rapidez con la que da los trazos, Madame.
EliminarBisous
Es verdad, Felipe, que logra unas transparencias inauditas.
EliminarUn abrazo
Un cuadro realista, pero con el detalle surrealista de los zapatos entre los otros objetos.
ResponderEliminarNo entiendo mucho.
EliminarPuedo decir simplemente que me gusta.
Felicitaciones a Pedro.
Un abrazo gigante :)
Cuando Dalí colocó a la modelo de espaldas al retrato, mirando por la ventana, también llamó la atención porque no era la imagen habitual que se ofrecía en los cuadros; los artistas lo son por lo que hace y por cómo lo hacen.
EliminarUn abrazo.
Decir me gusta, María del Carmen, también es un criterio. Le transmito tu felicitación a Pedro.
EliminarBesos
¡¡ay los zapatos!!; un bodegón aparentemente clásico pero con unos zapatos que le dan, como han comentado, un toque surrealista.
ResponderEliminarUn saludo
Nos hemos acostumbrado a ciertos elementos como componentes de un bodegón y nos resulta chocante los zapatos, pero no me negarás que tienen un punto.
EliminarUn abrazo
Me gusta y está muy bien pintado, pero no me acaban degustar los zapatos en una mesa. Nunca los pongo. Pero no deja de ser llamativo y original.
ResponderEliminarBss
Tú no pones los zapatos en la mesa porque eres una mujer de buenos modales, pero sabes que hasta presidentes de gobierno ponen los pies encima de la mesa, ¿lo recuerdas?
EliminarBesos
Tu comentario aporta algunas interesantes pinceladas al cuadro.
ResponderEliminarAhora que... habría que llamar la atención a esa mujer que pone los zapatos en la mesa.
Un saludo y feliz domingo.
Gracias por fijarte en mi explicación, aunque no le restas protagonismo a los zapatos.
EliminarUn abrazo
Parece que de todo el cuadro lo que mas llama la atención son los zapatos, quizás porque al verlos fuera de lugar, los ojos se dirigen a ellos y allí queda presa la mirada.
ResponderEliminarLuego debemos pensar que el pintor ha querido llamar la atención colocando un objeto fuera del sitio habitual.
EliminarUn abrazo
Vaya, coincido con la mayoría, el vidrio me encanta, pero los zapatos no, ni los veo proporcionados ni les encuentro sentido dentro del cuadro.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Para mí el sentido es rompedor; ni siquiera se trata de unos zapatos nuevos.
EliminarBesos
Leer y disfrutar de tu descripción es como mirar el linezo sin tenerlo delante. Besos primo.
ResponderEliminarGracias, prima, por destacar mi escasa colaboración.
EliminarBesos
Siempre me han llamado la atención los bodegones, es cierto que los que están a grafito me gustan más, pero tienen algo fascinante, y es que es complejo pintarlos y dibujarlos. Un besazo.
ResponderEliminarEl carboncillo o grafito sirve para aprender a dibujar, pero la paleta de color es una complejidad cuando se supera el grafito que no es fácil de ejecutar.
EliminarBesos
Me gusta el cuadro y me gusta la descripción que lo acompaña formando un todo. Como a muchos, me gusta el vidrio y, como a pocos, me gustan los zapatos porque, desde mi inexperta opinión, le dan originalidad, creo que gracias a ellos el cuadro deja de ser un bodegón más para ser el "bodegón de los zapatos". Creo que esos zapatos tan comentados son la identidad del cuadro. Enhorabuena Francisco por tus palabras y enhorabuena al pintor por sus pinceladas.
ResponderEliminarGracias, Mariano; así que le disputo protagonismo al artista. Estoy contigo en tu forma de ver este bodegón, donde los zapatos son los protagonistas de la escena.
EliminarUn abrazo
Me ha encantado la descripción que has hecho del cuadro.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Antorelo, lo has dejado todo para mí y tampoco es justo.
EliminarUn abrazo
Te estará muy agaradecido Pedro Olivares por esta muestra de cariño y admiración, pues no es fácil que se publicite tu obra a partir de un medio de divulgación y promoción tan fantástico como es este espacio.
ResponderEliminarUn saludo
Supongo que sí, pero no lo he hecho para que me lo agradezca, sino por amistad y admiración. Gracias, Carmen.
EliminarBesos
Pedro transmite con este bodogón abocetado, donde las luces se matizan y difuminan. A mí me gusta, y mucho. Mis felicitaciones para él, Francisco. Buen domingo.
ResponderEliminarSi te gusta a ti, maestro, tengo razón cuando me gusta y lo publico. Muchas gracias, Paco.
EliminarUn abrazo
Hola Francisco, pues sí es un hermoso bodegón y el hecho de poner los zapatos, le da originalidad, pues sale del clásico bodegón.
ResponderEliminarMis felicitaciones a su amigo Pedro
Un abrazo
Sor.Cecilia
Muchas gracias, Sor Cecilia. Seguro que Pedro se pondrá muy contento cuando le muestre esto, pues él no suele entrar en la Red, sino que su ocupación de jubilado la dedica a la pintura.
EliminarUn abrazo
Bonito bodegón y buena descripción de él, felicita a Pedro de mi parte por el magnifico bodegón que ha pintado, muy original al poner los zapatos en primer término del cuadro.
ResponderEliminarMe dices en tu comentario que el amor es una liberación, llevas mucha razón, también dices que sigo inspirada, como tú, a la vista de tus entradas que son muy variadas y amenas.
Besos, hasta pronto querido amigo
Gracias por tu opinión tan acertada, Demófila. Ya falta menos para que nos veamos. Tengo ganas de que pasen los días.
EliminarBesos
ESA DESCRIPCION, BRILLANTE POR CIERTO, ME RECUERDA A CUANDO ESTUDIABA HISTORIA DEL ARTE. TE FELICITO FRANCISCO.
ResponderEliminarUN BESO GRANDE.
¡Qué buen halago para mi vanidad, Luján! Muchas gracias por tu opinión.
EliminarBesos
Aunque algo tarde y "desaparecida" de por aquí un par de días ( ya sabes que he estado en Ronda disfrutando del Romanticismo) vengo ahora ya que " más vale tarde que..." ¿verdad? a ver si me da tiempo de poner algo para mañana de todo lo que he visto y vivido, si no, tendrá que ser pasado .
ResponderEliminarMe gusta el cuadro , Francisco, sobre todo la forma de pintar el vidrio y sobre todo el jarrón con las flores , pero en general me ha gustado todo y se nota que le llena pintar , se nota su pasión por la pintura y eso me encanta.
Gracias por mostrárnoslo! Un abrazo
Pues muchas gracias en su nombre y gracias por entrar a comentar, a pesar del cansancio y las tareas acumuladas.
EliminarBesos
Tus palabras le hacen justicia al cuadro,Francisco...La armonía en sus formas y colores es muy agradable...El detalle de los zapatos es una idea original y rompe el aparente clasicismo del cuadro; pero le aporta vida al resto de los objetos, que permanecen a la expectativa mirando esos zapatos...que les ha quitado protagonismo...(sonrío).
ResponderEliminarMi felicitación para Pedro y para ti por tu hermoso post.
Mi abrazo siempre.
M.Jesús
Gracias, María Jesús, pero el protagonismo no es mío sino de Pedro y su pintura; yo he tratado de estar al nivel de la exigencia, para darle al cuadro el lugar que merece. No por casualidad lo he entresacado de la exposición.
EliminarBesos
Hola Francisco, preciosa la obra de arte.
ResponderEliminarEnhorabuena a Pedro por esta preciosidad y a ti por mostrarla y escribir sobre ella.
Saludos y besos