El
cacharro que estaba haciendo se estropeó, como
barro
en manos de alfarero, y éste volvió a empezar.
(Jr 18, 4)
Tu
mirada se me hizo de hielo;
por
entre las rendijas
del
cestillo de mis manos,
goteaba,
al tiempo que se fundía;
no
era hielo; no eran ascuas;
era
olvido y distancia, encono;
esa
lejanía que yo había
distraído
entre ambos
y
que ahora quería retomar
en
estado agónico.
Te
prometí un universo privado,
un
paraíso todavía inmaculado
y
te privé gozar del universo
que
te rodeaba. Fui egoísta;
lo
reconozco después de perderte;
pero
recuerda: llevas algo de mí,
como
yo llevo mi vida encadenada
al
ADN de tu sonrisa, a las anillas de tu pelo.
Soy
cántaro roto. He fracasado,
pero
ahora vengo a ti,
para
que tases el botín de mi derrota.
¡Toma
este barro, que a ti suspira,
modélame
a tu antojo, hazme tuyo,
concédeme
una nueva oportunidad,
abárcame
con la luz de tu mirada
y
cose y cuece a mis entrañas
algo
tuyo:
la
fidelidad que antes distraje!
Hay artesanos de manos mágicas que reparan cántaros rotos, bolsillos agujereados por los que se pierden los recuerdos y cristales hechos añicos.
ResponderEliminarUn saludo.
Yo creo que con amor y paciencia el cántaro rota puede restaurarse.
ResponderEliminarJuntar los pedazos suele ser una tarea difícil pero no imposible.
Precioso poema. ¡Me encanta!
Apapachos .
El texto de Jeremias me hizo retroceder a mi etapa de colegiala...creo que esto no se me olvidará en la vida...si bien el tema lo tenía bien preparado cuando oralmente lo tuve que exponer, en un momento me quedé en blanco con el olvido de una sola palabra, la palabra era recipiente...entonces para salir del apuro dije: " Se toma un cacharro" y a pesar de todo lo que seguía lo tenía completamente memorizado ,esta simple palabra muy empleada por el sur, vino a dar con el fracaso de mis horas de estudios ya que la monja que impartía la clase era de Salamanca y no me dejó que prosiguiera...avergonzada callé, sin manifestar que estaba capacitada para explicar de forma clara todo lo que seguía.....El cántaro se me rompió y no pude componer las piezas, quizás me faltó determinación, ahora este cántaro roto aún tiene solución de recomponerse.
ResponderEliminarBesos
Que bonita y sentida petición. No creo que nadie pudiese negarse ante palabras tan bellas venidas directamente de un corazón arrepentido y anhelante
ResponderEliminarPrecioso de veras.
Besos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCuántos amores se rompen por falta de fidelidad y entrega, Francisco...La metáfora del cántaro roto nos muestra una decepción o una oportunidad desaprovechada...Pero, la belleza de ese cántaro con su silencio humilde y esperanzado, tu la aprovechas para mostrar tu humildad y poner tu firme confianza en sus manos...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo de luz por la profundidad y belleza literaria, amigo.
M.Jesús
Tanto fue el cántaro a la fuente....
ResponderEliminarUn beso.
Sin duda alguna, todas las hadas deben haber estado desocupadas el día que naciste y acudieron a regalarte todos los dones...estos versos son una vasija no rota sino llena de maravillosas imágenes y metáforas...Es bajar la cabeza y aún así mantener la esbeltez del perdedor que acepta una derrota pero que se lleva el trofeo de haber sentido un gran amor...precioso..bss
ResponderEliminarEse amor que se rompió por la falta de fidelidad...es dificil de restañar, el cántaro se rompió de tanto ir a la fuente....
ResponderEliminarUn cálido abrazo
Francisco, creo que debiste completar el verso bíblico pues enriquece mayormente tu hermoso poema. Permíteme escribirlo aquí: "El cacharro que estaba haciendo con barro se estropeó en manos del alfarero, y éste volvió a empezar, transformándolo en otro cacharro diferente, como mejor le pareció al alfarero".
ResponderEliminarUn arrepentimiento tan sincero que supone una renuncia a lo que se es. Un abrazo
ResponderEliminarSi se intenta no se fracasa; se fracasa, cuando uno se rinde.
ResponderEliminarSaludos.
Precioso Francisco. De alguna manera todos somos cantaros rotos, agrietados. Muy pocos pueden presumir de no serlo. Pero estamos entre esas esas manos, las únicas manos capaces de hacer prepararnos, y hacer que luzcamos como nuevos Bss
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