Consolad,
consolad a mi pueblo.
(Is 40, 1)
Amaneció lánguido, sin
ganas,
con la pereza de una mañana
grisácea de diciembre;
desperezándose
entre los barrotes del alba
y la luz abriéndose paso
entre bostezos y demora.
La niebla ofuscada
y la alarma del teléfono
haciendo de pértiga eficaz
para sobrepasar el vano
indolente.
En la radio bulle vivaz la
mañana
con noticias que suenan a
añejas,
pero la víctima de los malos
tratos
es nueva, aunque yace
como las anteriores
y ya son demasiadas.
Consolad, consolad a mi pueblo…
Llevas razón, es repugnante nuestro pasotismo.
ResponderEliminarSaludos
Desconozco la medida que acabe con tanta crueldad, pero es urgente acabar con esta lacra.
EliminarUn abrazo.
Repugnante, odioso e insoportable...bueno no, esto último parece ser, desgraciadamente, excesivamente soportable.
ResponderEliminarY los políticos de tres al cuarto pasan de puntillas y haciendo parches sobre el tema.
Si me dejaran a mi, te aseguro que sería tan ejemplarizante que a buen seguro se lo pensarían esos degenerados.
Perdona, pero me enciendo.
Me duele el alma con este y otros temas que no se solucionan.
:(
Besos.
Lamento haberte indignado, Marinel.
EliminarBesos.
Más víctimas por malos tratos que por terrorismo. Y como el que oye llover. ¿Será que no provoca alarma social? ¿O será que miramos para otro lado porque pensamos que a los nuestros nunca les va a pasar?
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Al parecer no causan la misma alarma social, lo que habla de parcialidad en el punto de vista.
EliminarUn abrazo, Cayetano.
No vemos el problema hasta que nos toca a nosotros. Hojalá se acabe con esto.
ResponderEliminarUn abrazo.
No debe ser fácil acabar con ello, pero a veces me hago cruces ante la detencion de algunos filoterroristas sin que hayan acometido ninguna fechoría,lo que explica que se esté invirtiendo muchos medios, como es obvio. Ojalá el nuevo gobierno se lo tome en serio y acabe con estos asesinatos.
Eliminar¿Es que esto no va a cesar nunca?
ResponderEliminarParece ser que no. Ayer me desperté con esa noticia en la radio y me invadió la rabia.
EliminarBesos.
Pues parece ser que no. Hoy han matado a otra, suma y sigue
ResponderEliminarPrecisamente ese fue mi despertar: tengo la costumbre de sintonizar la radio en la mesita de noche al despertar y fue como un revolcón.
EliminarUn abrazo.
¿Cuándo va a terminar todo esto ?...
ResponderEliminar¿Cuándo despertarán aquellos que tienen poder para ponerle fin ?...
Apapachos.
Comprendo que los medios policiales no son fáciles y que en cuanto a la educación, tendrán que ponerse de acuerdo los políticos en establecer una educación cargada de valores y duradera en el tiempo y no para cada cambio de gobierno; en todo caso, "largo me lo fiáis, amigo Sancho".
EliminarApapachos.
Este sinsentido parece no tener fin. Se ha intentado con nuevas leyes, pero algo falla y no hallamos el remedio. No podemos seguir así.
ResponderEliminarEsas leyes, al margen de la dificultad en ejercerlas eficazmente, debieran ser consensuadas entre todos los partidos y no fruto de uno de ellos y criticados por el resto. Lo cierto es que, como dices, no podemos seguir así.
EliminarUn abrazo.
La raíz del problema del problema es en el tipo de educación que impartimos a nuestros hijos,desde pequeños debemos inculcarle valores humanos cómo el respeto, la solidaridad, tolerancia...si ellos viven esos valores desde pequeños, cuando lleguen a ser hombres y mujeres la vilencia no tendrá cabida en sus vidas.
ResponderEliminarBesos
Estoy de acuerdo contigo, pero ahora que tenemos el problema tan agudizado encima, la vida de tantas mujeres no pueden esperar la lenta rueda de la educación y deben tomar alguna medida eficaz complementaria.
EliminarBesos.
Yace como las anteriores y ya son demasiadas, no se toman medidas ni por las autoridades , ni por el gobieno, ni po los jueces, nadie hace nada para remediar todo esto, solo se sabe que cada yacen más y que de no tomarse medidas esto no finalizará nunca.
ResponderEliminarGracias por tu visita y por tu comentario, dices en él que a veces encontrar la palabra adecuda estan difícil como pasear por la orilla del mar, no le encuentro la similitud, a mi pasear por la orilla del mar me encanta y buscar la piedrecita que dices en tu comentario.
Besoso, feliz fin de semana.
Me refería no al placer de pasear la orilla del mar, que es una delicia, sino a lo difícil de encontrar la piedrecita que llevas en la mente, aquella que deseas y que no siempre se encuentra, como tampoco siempre es fácil atinar con la palabra justa.
EliminarBesos.