La esperanza es un camino de ida
y de no retorno, una mirada al frente
dejando atrás los calcinados
campos de la desolación,
un avanzar lento con los ojos puesto
en el objetivo de una vida superable,
vivible, habitable, donde el sol salga cada día
y amase con esfuerzo y sudor del trabajo
un trozo amargo de pan con el que saciarse,
con el que acallar en las tripas la música
de un larguísimo desentreno agónico.
El Sur se abrasa de sol y miseria
y prefiere abrazarse a los espinos
y a los aceros asesinos,
que vivir una noche interminable
donde sólo se sueña la escapatoria
de que la luna es un queso fresco;
porque, tras la noche, tras cada noche,
espera una noche más larga,
más interminablemente infinita.
No hay espinos, no hay vallas, no hay cuchillas
capaces de contener la desesperación
de ese desierto que va fagocitando
a los más débiles y debilitando a los fuertes:
cuando se acaba el pasto, las cabras ramonean
las acacias, los elevados espinos
y las conciencias de
los que vivimos
alrededor de la opulenta mesa del Norte,
a pesar de nuestras quejas y lamentos.
Destacado poema, a pesar de la razón de nacer. Abrazo
ResponderEliminarGracias, Nerina, creo que no hay solución que un reparto más equitativo, pero resulta que se acabaron las fronteras para el dinero y no para las personas. Quien tiene todo perdido ya no le queda miedo, sólo la mirada desesperada al frente sin pensar en los obstáculos.
EliminarUn abrazo.
Desolador, trágico, cruel, injusto y desgraciadamente real.
ResponderEliminarPobre gente ellos y nosotros al obrar así, también.
Un beso de buenas noches.
Hay personas que no les gusta que se trate estos temas, pero creo que es bueno que conozcamos la cruda realidad.
EliminarUn beso.
Me da mucha tristeza este poema. Acá sólo encuentro desolación, pobreza, hambre, pero toda esta lamentable situación siempre es para los que no tienen. Siempre estamos en lo mismo. Los que tienen y los que no.Entonces si somos buenos y compasivos debempos buscar aunque más mçno sea ese granito de arena con el podría ayudar.Porque de un lado hay indiferencia y del otro también.
ResponderEliminar¡APAPACHOS !!!:)
A mí me ha llevado la tristeza a escribir este poema como denuncia. Ha cambiado el panorama mundial: ahora se fabrica donde resulte más barato para repartirlo al mundo entero, donde los salarios sean más bajos. El capital se ha sentado en la cúspide de la pirámide y esclaviza a las bases; en medio están los gobernantes al dictado y el tercer mundo muriendo de hambre. Cuando se agudiza la crisis, se socorre a los bancos y se retira las ayudas a las familias. El mundo al revés. ¿Hacia adónde vamos?
EliminarApapachos.
Real, duro, desolador. Aunque la esperanza no alcance es bueno que no se pierda!
ResponderEliminarBeso.
Tenemos que ser portadores de esperanza, aunque no sea fácil en la situación presente y, por tanto, acoger a las personas con caridad.
EliminarUn beso.
¡Qué de poemas Francisco! Creo que tu vena creadora de versos es inagotable.
ResponderEliminarmis felicitaciones por estos que ahora leo.
Un besote.
Muchas gracias, Laura. A veces no sé cómo salen, pero van saliendo.
EliminarUn beso.
En España el nacionalismo es propio de regiones ricas. Son las que más ruido meten.
ResponderEliminarPero el sur, el sur también existe, que diría Benedetti.
Un saludo.
Llegué al rico Zarauz en 1967 con un ceceo malagueño impresionante. Allí lo que no tenían apellidos autóctonos, eran alaveses, navarros, burgaleses, andaluces, extremeños... luego hice grande y buenos amigos. Pero hoy me refiero a las fronteras de la hambruna, que es más duro todavía.
EliminarUn abrazo.
Que nombre más bonito le han puesto a esas vallas asesinas, "concertinas", suena a música, una música que hiere gravemente.
ResponderEliminarSaludos
Eso debe ser el rendimiento de tantos asesores, entre los que deben haber muchos lingüistas, a juzgar por la cantinela de eufemismos con los que nos castigan.
EliminarUn abrazo.
El mundo está mal repartido y este no es el problema,sino quiénes lo reparten de tal forma...
ResponderEliminarY el problema no solo sigue intacto, además va incrementándose, agigantándose y extendiéndose a causa del reparto de unos pocos, de la sumisión y aceptación de otros muchísimos, que de existir el concepto unión, podríamos cambiarlo.
Así pues, todos somos culpables en la medida que nos toca y es absolutamente terrible.
Besos.
Anoche, después de haber escrito el poema, vi un programa de televisión que era muy alarmante. La cúpula del dinero maneja todo (también a los gobiernos) y hacen competir a sus propias empresas de uno y otro país entre ellos a ver quién hace el trabajo por menos. Hoy todo está permitido al dinero; a las personas se les ponen fronteras.
EliminarBesos.
Lamentable todo, las cuchillas, la injusticia, la desesperación. Qué difícil e inútil poner fronteras al hambre.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Esos cortafuegos sólo sirven para que algunos se queden por el camino, pero quien nada tiene que perder... Qué difícil es ponerle frontera a la hambruna.
EliminarUn beso.
Desolador. Y lo peor es que de la opulenta mesa del norte no quedan apenas migajas para tantos a los que su peor situación obliga a olvidarse de los espinos. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarNos están orientalizando. El objetivo de las grandes firmas es que trabajemos aquí en competencia con los países del cuenco de arroz o mijo. Pronto no caerán migajas de la mesa del rico Epulón.
EliminarUn abrazo.
Un poema tremendamente solidario...El desierto quema, duele y mata, unos escapan a la aventura y otros permanecen muriendo de forma agónica...La esperanza, como dices impulsa hacia adelante, pero también se agota y se va difuminando como el espejismo, que llama y engaña a la vista...Magnífico y crítico poema, amigo...El Norte debe mirar a su hermano Sur...Es la única manera de que el espíritu de la humanidad avance en la esperanza y en el amor.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo,Francisco.
Feliz lunes, amigo.
M.Jesús
Una persona no puede darle la vuelta al estado de cosas, pero entre todos podemos crear conciencia solidaria. Mil gracias, una vez más.
EliminarUn beso.
Infinitas gracias mi querido y admirado poeta por emocionar nuestros sentimientos con la inmensa belleza de tus letras. Miles de besinos y feliz inicio de semana te desea esta amiga con inmenso cariño.
ResponderEliminarGracias a ti, Ozna, por venir a leer y emocionarte.
EliminarBesinos.
Me he quedado sin palabras, querido amigo Francisco , ya sabes que a veces me pasa eso cuando te leo y esta vez me ha superado por lo duro de la situación de todas esas personas , abre en mi una herida porque me duele mucho que el Mundo esté tan mal repartido , no culpo a nadie en concreto , creo que la culpa la tenemos todos que dejamos que todo esto pase . Aunque la esperanza se escapa es necesario no dejarla escapar ... tremendo, Francisco , sin palabras ...
ResponderEliminarUn abrazo esperanzador y lleno de cariño .
Confieso, Charo, que me costó meterle el diente a este tema. Las noticias y las imágenes que he visto en televisión me empujaban a hacerlo y no sabía cómo hasta que me puse a ello.
EliminarUn beso
Es cierto todo cuanto leo, no hay vallas capaces de impedir el éxodo de unas tierras, muchas veces ricas, en las que los únicos ricos son sus dirigentes.
ResponderEliminarUn saludo.
Pero lo curioso es que ahora estamos asistiendo a un cambio mayúsculo donde los dirigente no son los poderosos, sino la voz de su amo. No lo veré, pero estamos asistiendo a más que un cambio de milenio, un cambio de era histórica.
EliminarUn abrazo.
El egoísmo y la avaricia no tiene límites, eso hace que cada vez se acentué más las desigualdades entre el norte de la abundancia y el sur de la hambruna y miseria. Como bien recitas en tu poema, Amigo Francisco, cuando la desesperación llega, no hay obstáculo que la contenga, lo tiene todo perdido ¡menos la esperanza!
EliminarUn abrazo.
Tal cual lo dices, José, es la avaricia la que está gobernando los destinos de este mundo.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco, un poema cargado de sentimientos. Tiene que ser muy duro no tener nada que ofrecer a tus hijos y par ello jugarse la vida saltando esas alambradas de espino. Sería tan fácil que los países que más tienen ayudaran a estas personas desesperadas a ganarse la vida invirtiendo en su propio país. No teniendo que salir y dejar a sus familias solas para ganarse el pan de cada día. Pero la opulencia nos hace ser ciegos y no ver lo que sucede más allá de nuestras fronteras.
ResponderEliminarSaludos y besos
Pensando sólo en mí mismo no habría podido escribir esto, pero tenemos que darnos cuenta que no podemos acaparar a costa de la vida de otros. Me contaba una negrita subsahariana que su madre le ponía muchas noche una piedra caliente sobre el estómago a ella y sus hermanos para calmarles la sensación de hambre. Creo recordar que es somalí y tardó tres años y medio en llegar desde su país hasta el nuestro, con su tiempo de espera a poder subirse a una patera para cruzar el estrecho.
EliminarUn beso.
Todo un canto a la justicia social, amigo Francisco...En nuestro Sur, la esperanza se va agotando en estos últimos tiempos que vivimos...
ResponderEliminarMi abrazo solidario :)
Hoy, Ángeles, estoy hablando del Sur del Sur, de esos países que fueron esquilmados y donde en ocasiones beber agua potable es pura virguería.
EliminarUn beso.
En tus bellos versos reflejas magníficamente las calamidades del Sur.
ResponderEliminarDuro y cruel destino; esperanza que tal vez no sea la válida.
Pero mientras destelle un rayito de sol...
Mezquino dinero y sus dueños y señores.
Un abrazo
Me alegro que te duela, porque ese ha sido mi propósito y mi dolor.
EliminarUn beso.
A mí también me ha dolido. Eres un hombre honesto de verdad. ¿Sabes de un país que ha vendido algunos de sus ríos? Ese es Chile. Y también las minas, los bancos, la educación, la salud, la vejez con pensiones más pequeñas cada vez. Gran parte de esos dueños son empresas españolas. Ojalá que el cambio de gobierno produzca cambios en la sociedad. Disculpa lo dicho pero tu genial poema me ha motivado a escribirlo. Abrazos.
ResponderEliminarEl dinero, amigo Vicente, es apátrida y por añadidura tiene patente de corso, es el único que tiene franquicia para todas las frontera, para todos los saqueos. Estamos en las manos de la voracidad y nos están cavando los pies asfixiándonos en vida.
EliminarTe agradezco mucho tu comentario.
Un abrazo.