07 septiembre 2019

POR LOS CAMINOS DE LA VIDA




Para que yo fuera hoy presencia
tuvieron que forjarse otras espadas
de temple desigual
y una misma alma
desgajada de unos en otros.
Hasta donde alcanzo,
templado a golpes
sobre la generosa tierra
a la que fueron arrancando sus frutos,
me siento consecuencia de otros nudos.
Vinieron los años, los lustros, los siglos,
y fueron dejando una misma variable
sobre idéntica genética.
No traía tabla rasa,
pero me aparté de la tradición
y me refugié en la urbe.
En consecuencia, soy el resultado
de esa herencia y también del azar
con el que me fui construyendo
con más improvisación
que ciencia meditada.
Para que yo sea hoy esto que aparento,
una mano invisible y callada
me fue guiando
por los caminos de la vida.

6 comentarios:

  1. Paco es un hombre templado, como el mejor acero.
    Un abrazo.

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    1. Esa es tu mirada, Cayetano, que tras mucho aplicarla me ve muy mejorado. Mi acero es sólo el apellido, por lo demás soy un blandengue que se emociona con facilidad. Gracias desde lo más hondo.
      Un abrazo.

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  2. Todos somos el resultado de la herencia y el entorno o circunstancias que nos rodean.Saludos

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    1. Las circunstancias de las que hablaba Ortega. Pues creo que tienes razón, toda la razón.
      Un abrazo.

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  3. Muy elevado, poeta, decir presencia y no persona. Ya rompiste las cadenas que contienen en persona al alma.
    Mil besos.

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    1. Como el herrero en la forja, se trata de usar nuevas formas, otros materiales con lo que construir para engalanar, Sara.
      Mil y un besos.

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