Ayer, sin ir más lejos, un mosquito cebado en mi dormitorio que sonaba como un reactor, mientras yo tiritaba de frío. Ya no hay ni que esperar a las estaciones.
Aún en la soledad... con frío y nieve, podemos soñar y revivir la primavera deseada. El pensamiento es poderoso y actúa sobre tus deseos. Tu poema, Francisco, encierra muchas opciones y, mi cometario también. Un abrazo, gusto de leerte otra vez.
Yo estoy gozando de unas temperaturas cálidas, en tierras malagueñas, aquí me vine a celebrar mi cumpleaños que fue el 20 de febrero, ya mismo estoy dd regreso .
Pasamos nuestra primavera tan rápido que luego nos gusta echar nuestra mirada hacia atrás al llegar al otoño o al invierno de nuestra vida. Y la de la estaciones, querido Paco, que ya llegue. Fuerte abrazo.
Es cierto que me gusta echar la mirada atrás, pero no volvería atrás si ello fuera posible. No he tenido una vida ideal, pero no puedo ni imaginar mi hoy con 20 años.
De algún modo, vivimos atrincherados en la primavera, aunque envejeciendo a lomos del resto de las estaciones. Muchas gracias por tu comentario, Katiuska,
Con un invierno intenso, ya soñamos con la primavera para remediar los dolores.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pero la primavera a la que me refiero no volveremos a ella, Emilio.
EliminarUn fuerte abrazo.
Ya llegará, Paco. Y con ella, el polen, las alergias y los puñeteros insectos. No, si luego echaremos en falta el frío.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ayer, sin ir más lejos, un mosquito cebado en mi dormitorio que sonaba como un reactor, mientras yo tiritaba de frío. Ya no hay ni que esperar a las estaciones.
EliminarUn abrazo.
Aún en la soledad... con frío y nieve, podemos soñar y revivir la primavera deseada. El pensamiento es poderoso y actúa sobre tus deseos. Tu poema, Francisco, encierra muchas opciones y, mi cometario también.
ResponderEliminarUn abrazo, gusto de leerte otra vez.
Traté de hacer un poema condensado en extensión y con pretensión plurisignificativa. Muchas gracias por tu palabras, Ceciely.
EliminarUn abrazo.
Yo estoy gozando de unas temperaturas cálidas, en tierras malagueñas, aquí me vine a celebrar mi cumpleaños que fue el 20 de febrero, ya mismo estoy dd regreso .
ResponderEliminarBesos
Que disfrutes mucho de mi costa. Cuando cierro los ojos, ese es el mar que imagino, el que me vio crecer.
EliminarBesos
Pasamos nuestra primavera tan rápido que luego nos gusta echar nuestra mirada hacia atrás al llegar al otoño o al invierno de nuestra vida. Y la de la estaciones, querido Paco, que ya llegue.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Es cierto que me gusta echar la mirada atrás, pero no volvería atrás si ello fuera posible. No he tenido una vida ideal, pero no puedo ni imaginar mi hoy con 20 años.
EliminarUn fuerte abrazo, Sara.
A veces la primavera se acomoda en nuestro interior,queriendo salir a flote...pero no siempre es bueno.Saludos
ResponderEliminarDe algún modo, vivimos atrincherados en la primavera, aunque envejeciendo a lomos del resto de las estaciones. Muchas gracias por tu comentario, Katiuska,
EliminarUn abrazo.