El
que es injusto en lo insignificante, también lo es en lo importante.
(Lc 16, 10)
Ni imputado, ni acusado, ni inculpado;
investigado:
una
suerte de sucedáneos lights,
apoyado
en la laxitud gramatical
con
el que quitar hierro
en
lugar de poner grilletes verbales;
una
verborrea gradual,
una
pretendida devaluación,
un
mentidero con el que amordazar
a
los medios y desorientar al pueblo;
para
que oyendo no oigan,
para
que viendo no vean,
para
que siendo no sean…
Y
en esa gradación leguleya
de
ascensión hacia los tribunales,
palabrería
para el desconcierto
tratando
de hacer del latrocinio
una
escalada de simulaciones.
Ni imputado, ni acusado, ni inculpado;
investigado.
Lo más grave de todo no es el lenguaje, sino que son muchos los que miran para otro lado y no tienen reparos en votar a gente corrupta. No digo ya a partidos enteros, porque siempre habrá alguien que diga que la mayoría de sus componentes son honrados y que en todas partes cuecen habas -aunque en algún caso, a calderadas-; sino a grupos locales concretos, con personas concretas a las que pillaron con las manos en la masa. A eso yo lo llamo ser cómplice de la desvergüenza. Así nunca levantaremos cabeza. Y no nos tomarán como gente seria.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
mE SUMO A LAS PALABRAS DE cAYETANO, CON TODO RESPETO. ACÁ ES UNA FOTOCOPIA DE LA REALIDAD DE USTEDES Y PRESUMO QUE EN EL MUNDO TAMBIÉN.
ResponderEliminarno veo que esto mejorará.
Feliz domingo Francisco !
Apapachos.
¡Qué sufrido es el lenguaje! y qué maltratado es por aquellas personas que lo quieren hacer defensor de sus desmanes.
ResponderEliminarNada es igual. Las palabras no quieren decir lo mismo. No solo en política sino en nada. Todo es un adorno para que suene mejor. "Light" como dices.
ResponderEliminarNo se lleva aquello de "al pan, y al vino vino"
Bss
Esta es la lacra de este país y del desencanto hacia la clase política.
ResponderEliminarBesos
Aunque las palabras tienen su importancia, al final de todo ese galimatías el juez dirá culpable o inocente, el problema es que mientras te imputan, te inculpan o te acusan hasta ese final transcurre demasiado tiempo.
ResponderEliminarSaludos
Un abrazo enorme, querido Paco. Muchas gracias por tus palabras, en esta entrada y en la anterior. Seguiré un tiempo sin conexión y no sabes lo mucho que lamento estarme perdiendo de tus versos. Pero llegará el día en que me ponga al corriente con ellos, ya sabes en largas jornadas cuando vuelva a tener Internet. Hoy aproveché un préstamo de móvil de mi hija para venir a leerte y a algunos amigos más.
ResponderEliminarY... aquí ando, como podrás darte cuenta, como lo prometí, alimentando mi alma con tus incomparables versos.
ResponderEliminarNo haré ruido, porque seguramente estás durmiendo.