¿Quién le ha contado al
viento
cuándo llevo o no llevo
sombrero?
… y su música.
¿Quién le ha dicho a la
lluvia
dónde están los tejados?
… y su música.
¿Quién le dijo a las canales
dónde están las aceras?
… y su música.
¿Quién le ha contado al niño
que el charco es un juguete?
… y su música.
¿Quién le ha dicho al otoño
que alfombre el suelo de
hojarasca?
… y su música.
¿Quién le ha contado al
arroyo
que el puente tiene buena
acústica?
… y su música.
¿Quién le ha dicho al río Guadalquivir
que está pasando por
Sevilla?
… y su silencio.
¡Qué cosa tan linda y tan tierna Francisco ! M re re re gusta. Tiene música... y ternura
ResponderEliminar"¿Quién le ha contado al niño
que el charco es un juguete ?" no puede ser más lindo ! me lo llevo ... ¡es mío !
¡Apapachos !
¿Sabés que cuando vos me robás unas letras me hacés muy feliz?
EliminarApapachos.
Ahí, con lo del río, te equivocas, el río es de lo más cantarín especialmente a su paso por el puente de Triana, al menos cuando yo vivía por allí lo escuchaba, me detenía y su música me embriagaba.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es una metáfora hombre; no rompas el encanto el silencio que no es. porque a veces; en lo más ruidoso de la feria, uno puede escuchar el silencio de la algarabía.
EliminarTodo punto necesita su contrapunto para evidenciarse, Emilio; por eso el silencio es parte imprescindible de la música.
EliminarUn abrazo.
Gracias, Rogelio, por subrayar el sonido de la metáfora.
EliminarUn abrazo.
Silencio respetuoso, tal vez de admiración, sumidos los ruidos en las profundidades del agua...
ResponderEliminarMuy bonito con su música y sin ella.
Besos.
Creo que sin saberlo he logrado sonido de lo obvio: obvio es que el agua es cantarina en cualquiera de sus procesos, como lo es la hojarasca bajo las pisadas y el río cuando discurre mansamente acercándose a la mar. Gracias, Marinel.
EliminarBesos.
La música llueve , la musica es otoño, la música se viste de primavera entre tus versos, la musica eres tú, poeta.
ResponderEliminarUn beso muy grande y feliz fin de demana.
Lo tuyo es cariño que acepto y comparto, María. Mil gracias.
EliminarUn beso.
¿Quién le ha dicho a este poeta que estoy leyendo que convierta sus letras en notas musicales?
ResponderEliminarUn gran abrazo anisado, Paco.
Si para ti he garabateado un pentagrama, música al fin resuena en tus oídos.
EliminarBesos anisados.
Estoy lejos, muy lejos de España pero la siento un poco más cercana con algunos relatos o poemas que mencionan ciudades, ríos o costumbres, como este poema tuyo, Francisco.
ResponderEliminarGracias.
La literatura, Vicente, no es otra cosa que un intento de acercamiento a las emociones del otro.
EliminarUn abrazo.
Es cierto que el viento, la lluvia, el paisaje...y cada día tienen su propia música. La vida misma es un juego, que nos invita a escuchar, a sentir y a descubrir la sonrisa y el canto de las horas...Tu poema nos anima a detenernos, a vivir en profundidad el paisaje y la naturaleza, que nos van dejando la verdad y la esencia de las cosas...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por dar a luz de nuevo al niño grande...que llama a la puerta de nuestro-a niño-a interior.
M.Jesús
Siempre que me acerco a lo nimio, a lo elemental de la vida, acabo con un alto grado de satisfacción, porque finalmente nuestra masa, lo que alcanza nuestra mirada, lo que describen los científicos del cosmos, o en el otro extremo el núcleo de la vida, está formado de cosas elementales que se superponen. Gracias por ese abrazo tuyo que tanto me consuela.
EliminarUn beso.
Todo lo cuenta el tiempo que va pasando, desde que sacaste esta entrada ha pasado más de un año y aún sigue actualizada, el tiempo pasa y nosotros con él, pero las cosas siguen igual, no cambian nada.
ResponderEliminarLa vida cambia menos de lo que imaginamos y mucho más de lo que deseamos.
EliminarUn fuerte abrazo.