Nací, ─como todos─
dependiente,
pero fui arroyo en crecida
y me hice arrogante
como altanero es el poder
y soberbio el ignorante;
luego me dio la vida
con las puertas en las narices
y descubrí los limos
de las escombreras
y las limaduras aceradas
y los posos de los pozos
ciegos
donde la pus y el abandono.
Recuperé la inocencia
y crecí hacia lo sublime,
porque es de la nada
de donde la vida se hace
vigorosa,
grandiosa a la par que
sencilla;
aprendí a dar gracias,
a conocer las lindes
y la fragilidad de la
insolencia…
Ahora doy gracias a diario
cada vez que al abrir los
ojos
se anuncia en el claror del
silencio
un nuevo día, envuelto
en el celofán de la
precariedad,
como dádiva que puede
no tener prórroga.
La amistad me cabe
en el cuenco de la mano,
pero en respuesta esculpo
plegarias
para agradecer tanto don.
La vida es un regalo inmenso
cuya condecoración es la
muerte,
pero, en tanto se acicala,
doy gracias por cada una
de sus prórrogas.
Poema publicado en el blog "Trazando Caminos"
Que puedas seguir dando gracias durante mucho tiempo. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarGracias, Felipe, y que tú me acompañes. Un fuerte abrazo.
EliminarSí, demos gracias a Dios por la vida Francisco, también por cuantos nos quieren.
ResponderEliminarFeliz Pascua de Resurrección.
Un abrazo
Como decía el cantor, "gracias a la vida, que me ha dado tanto". Pues en esas alabanzas nos movemos, Sor Cecilia. Feliz Pascua de Resurrección.
EliminarUn abrazo.
Me gusta l filosofí y lo acertado de las palabras de tu poema...hay que tener humildad en esta vida, esa humildad que es la que te hace reconocer cuan frágiles somos....cada día que disfrutamos es un regalo de Dios....espero que podamos disfrutar de tu compañía largos años.
ResponderEliminarBesos
Eso espero y deseo. Y que tú nos sigas regalando tantas bellas imágenes como siempre.
EliminarBesos.
También yo doy las gracias al abrir los ojos cada día, aunque no tan bellamente como tú.
ResponderEliminarUn beso.
La belleza es porque he tenido la suerte de colocar las palabras. Pero quien debe entenderla descifra también los murmullos.
EliminarUn beso.
También yo doy las gracias cada día, aunque me duelan todos los huesos y me lleve tiempo lograr que se coloquen en su lugar .Aunque cadavez vea menos, aunque deba convivir con los famosos Acúfenos ... miro todo lo que tengo y doy gracias. A veces lloro por lo que me falta ( emocionalmente ) no me conformo tan fácilmente como vos pero en lo sustancial me identifico con tus versos. He pasado por todo y lo he superado y acá estoy con carradas de amor rondándome, lo demás "viene por añadidura" . Soy una sobreviviente.
ResponderEliminarMe encantó tu poema y lo hice mío, sin pedir permiso, a modo de un tormentón. Es mi naturaleza.
También , como vos, doy gracias por las prórrogas.
Apapachos.
Reconocer nuestra fragilidad, sabernos sobrevivientes, es un claro síntoma de sabiduría; las especificidades las ponemos cada uno según nuestra naturaleza. Cada vez que me robás vos es como un galardón.
EliminarApapachos.
Es maravilloso leer este poema al empezar mi día...es ahondar en el pensamiento que ayer tuve al jugar con mis nietas...volver a la inocencia cuando sin querer queriendo te encuentras jugando como cuando eras niña sin mas deseos que el de disfrutar de la vida..Siempre es un verdadero placer leerte...besitos..
ResponderEliminarMe emocionan tus palabras, Mirella. Y contigo, como con el resto de comentarios, me doy cuenta que no soy nada especial, sino uno más entre miles, entre millones; porque los sentimientos son más comunes de lo que creemos.
EliminarBesos.
Con la arrogancia de la juventud, nos queremos comer el mundo. Luego el paso de los años nos devuelve la serenidad y aprendemos a ver la vida desde los ojos de la experiencia que te dan los batacazos y los portazos recibidos a lo largo de ella. Precioso poema.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias, Julia, por identificarte con mis palabras, por verte reflejada en ellas y comentarlo.
EliminarUn abrazo.
Mi favorita que tanto me identiica.Habia relatado anteriomente algo que no salio publicado.Gracias muy bella poesia.
EliminarSi he logrado una coincidencia contigo, Lucía, me siento doblemente gratificado. Gracias por tu comentario.
EliminarUn beso.
Me encantó, Besos.
ResponderEliminarTe agradezco el comentario, Amapola.
EliminarUn beso.
Esta es la diferencia cuando nada más levantarte ves la botella medio llena.
ResponderEliminarPodríamos decir eso de "gracias a la vida, que me ha dado tanto", como señalaba Violeta Parra.
Un saludo
La mirada optimista nos trae muchos beneficios, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco, muy bonito el poema. Siempre hay que estar dando gracias y ser agradecid@s por el don de la vida sea las que nos toque.
ResponderEliminarSaludos y abrazos
Me alegra que opines como yo, Isa. Gracias por tu presencia siempre.
EliminarBesos.
Francisco, nos dejas un resumen de vida, consciente y agradecido...Desde las lindes y la fragilidad vamos recuperando la inocencia y creciendo hacia lo sublime...E ahí la luz y la sabiduría, amigo. Feliz semana de Resurrección y que sigamos compartiendo poesía y sentimientos por mucho tiempo.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo inmenso.
M.Jesús
Gracias por tu visión clarividente, María Jesús. Feliz octavario y felicidades todos tus días.
EliminarUn beso abrazado.
Y tu que disfrutes esas prórrogas con salud.
ResponderEliminarSaludos
Igualmente, Emilio, muchísimas gracias por tus buenos deseos.
EliminarUn abrazo.
La vida contiene etapas a lo largo de las cuales sufrimos altibajos por los azares del destino. Pero no hay duda de que en cada una de ellas aprendemos y crecemos, tanto con lo bueno como con lo malo.
ResponderEliminarUn saludo
Hola Francisco, si no vuelvo a su blog, no me puedo enterar que me desea una Feliz Pascua de Resurrección.Solo puedo postear una vez al mes y entonces les visito.
ResponderEliminarBueno...A seguir
Un abrazo
¡¡¡Precioso!!!
ResponderEliminarComo dices, la vida es una dádiva, un don, un regal... y la muerte la coranación de la vida, y se agradece la prorroga de ese momento. Mientras disfrutemos del amor, y de la amistad.
Un afectuoso abrazo, alegrándome de que estemos vivos y de este intercambio de amistad.
Francisco, somos nosotros quienes agradecermos tu don. Ahí va el habitual abrazo desde Buenos Aires.
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