Hoy recorro caminos viejos
─recorremos─
de la mano de sueños
pretéritos
que se enquistaron de
eternidad…
Aquel paseo, aquel
encuentro,
aquella presencia,
aquella sobreabundancia
del destello de su mirada,
aquellos primeros roces
de nuestras juveniles manos
como el irrefrenable azar
buscado y muy deseado.
Hoy recorro caminos viejos
─recorremos─
enlazados por nuestras manos
añosas
por el mismo paseo,
con idénticos sueños
que abrigan nuestros cuerpos
─ahora achacosos─
renovando viejas promesas
y nuevos propósitos
que se estremecen
proyectándonos.
Me recuerdas al otro poeta, se hace camino.
ResponderEliminarUn beso.
Las ideas y las palabras ajenas acuden a la mente cuando uno escribe o cuando lee, así que, aun en la diversidad, es fácil evocar lo ya dicho por los maestros.
EliminarUn beso.
Una belleza ! ¡ una ternura ! El amor ayer y hoy. Qué privilegio llegar a esas instancias. Yo lo soñé -lo soñamos - pero no pudo ser.
ResponderEliminarMe encantó pero una suave nostalgia acarició mi corazón.
Me alegro por tí , por ustedes, y los envidio sanamente.
Que Dios los bendiga siempre . Apapachos.
Ese suelo de esa plaza era el paseo de aquellos que fuimos como niños. La vida reparte papeles y algunos hacen mutis por el foro mucho antes de lo previsto. nada tenemos asegurado, por eso me gusta dar gracias cada amanecer por la prórroga de un nuevo día.
EliminarApapachos.
Has estados unos días en el pueblo y ya tienes morriña de él.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, Emilio, y hemos paseado el viejo paseo, las calles, las esquinas en las que nos esperábamos... un reverdecer que nutre la vida y la dulcifica.
EliminarUn abrazo.
Qué felicidad seguir recorriendo viejos caminos juntos, enlazados. Un abrazo
ResponderEliminarLo dices por ti mismo y tu Pilar. Yo recorro los caminos más con la mente que con los pies, pero en este caso, en tan poca geografía, fue tal como he contado.
EliminarUn abrazo.
Recuerdos de otro tiempo que acuden a la mente mientras uno recorre las calles -o las fotos- por las que paseó un día. La ciudad ha cambiado al ritmo que cambiamos todos; pero la memoria nos trae siempre la frescura de aquellos años.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así es, Cayetano. es ese almacenamiento nuestro lo único que permanece invariable. Lo bueno es que la memoria es selectiva y por lo general custodia los acontecimientos agradables.
EliminarUn abrazo.
Me alegro que os haya dado tiempo de volver al lugar de partida con un renovado amor a través de los años.
ResponderEliminarEl poema ha querido ser un revivir aquel tiempo pasado y hacerlo presente: por fortuna seguimos los dos unidos y juntos hemos paseado ese mismo espacio del recuerdo juvenil.
EliminarUn beso
─ahora achacosos─
ResponderEliminarrenovando viejas promesas
y nuevos propósitos
que se estremecen proyectándonos.
Hermoso poema. Con el que me identifico.
Un abrazo querido amigo Francisco.
Gracias, Josefa, por destacar mis palabras e identificarte con ellas. Te deseo toda la felicidad.
EliminarUn beso.
Pero aunque los cuerpos están achacosos, os seguís amando y de la mano paseando recuerdos del pasado que siguen hilándose en el presente.
ResponderEliminarUn abrazo.
"Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a une mujer, y se hacen una sola carne". Sólo hemos sido fieles a la Palabra, Sor Cecilia. Gracias por su visita.
EliminarUn abrazo.
Recorrer caminos viejos, renovando viejas promesas...Tus letras nos llevan a ese principio emocionado y latente aún en vuestras manos y miradas...Siento tu profundo agradecimiento a la vida, que os unió y os sigue uniendo en el amor, Francisco...Recibe tu mi gratitud y mi abrazo por regalarnos tu experiencia plena y dichosa, que se eterniza en nuestra mente y en nuestro corazón.
ResponderEliminarM.Jesús
La felicidad pasa por comprender y asumir aquello que nos toca vivir. Quien se pasa el día renegando de esto o aquello no puede alcanzar la felicidad; si quiero exigir al otro la perfección que no tengo, además de injusto, ¿cómo puedo ser feliz? Esta es la base de mi profundo agradecimiento a la vida: me la sigue conservando con el paso del tiempo y me da la lucidez para poder analizarla: Pepita es mi otro yo desde que éramos casi niños. Sólo tengo motivos para dar gracias; también a ti por tu acercamiento y tus palabras.
EliminarBesos.
Como siempre precioso, sobre todo recordar los dos juntos el tiempo pasado,ahora toca poder mirar el presente con agradecimiento a Dios por su bondad.Saludos para los dos
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