...y al atravesar Sevilla,
—norte sur—
agua mansa
entre puentes,
jalonada por escolta
de juncos y aneas
que hacen fiesta
de su lento discurrir:
remeros, piraguas,
ánades que parecen flotar
pero que nadan,
que bailan la música silente
de su discurrir pasivo.
Masa inmensa,
álamos y adelfas
—casi todas blancas—
paseantes, ciclistas
y quietud;
el aire se acompasa
en armonía,
sin brisa,
el agua sin brozas,
todo paz,
salvo los que corren
sin pausa,
salvo los que sudan.
Desgana en los que pescan
y cañas enhiestas
oteando carpas,
asechando albures y
barbos.
En este rescoldo
del verano adormecido
en los días de octubre,
busco la sombra
y garabateo
el discurrir en el curso
de unas letras cursivas
que aspiran a poema;
aquí el tráfico es fronterizo,
pero apenas un eco
de silencio
que sugiere recogimiento
y un fluir apaisado
que se hace oblicuo
detrás de la corriente
que se aleja ...
Un poema de jade. Una joya. Y no digo más porque dirás que lo digo porque me ciega el cariño y la amistad.
ResponderEliminar¡APAPACHOS !!
Con saber que te gusta ya me siento satisfecho. Es real, vivo muy cerca del Puente de la Barqueta y necesitaba salir al aire libre. Llevaba un libro para el descanso y siempre me acompañan un bloc y un bolígrafo. Me senté a descansar, vi, tomé notas y... este es el resultado.
EliminarApapachos.
Te ha salido un poema río, con unas aguas en forma de versos que siguen el ritmo de la corriente.
ResponderEliminar¿Una "oda"? Pues que vivan los novios.
Un saludo.
¡... y los padrinos! Gracias, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Maravilloso.
ResponderEliminarEres verdaderamente diestro en pintar paisajes con gran poder de evocación.
¡Lo he vivido! Ahora sé más del Gualdalquivir, y cuando pase por él no dejaré de releer este poema.
Un abrazo grande :)
Cuando vengas a Sevilla, yo seré tu cicerone y te mostraré otros muchos rincones. Gracias, Volarela.
EliminarUn beso
EL Guadalquivir da mucho para hablar de él y tú nos lo has descrito con la belleza y la sensibilidad que te caracteriza, llenándolo de imágenes sugestivas que lo acercan aún más, no sólo a los que lo sentimos nuestro, sino a todo los que lo visitan.
ResponderEliminar"Oh gran río, gran rey de Andalucía..." (Góngora)
Grandes poetas han cantado al Guadalquivir, compararme a ellos me daría vértigo, Tracy.
EliminarUn beso
Me encanta y lo podría aplicar al Manzanares pero en aprendiz de río. Lo aplico
ResponderEliminar"paseantes, ciclistas
y quietud;
el aire se acompasa
en armonía,
sin brisa,"
Queda dicho y mejor imposible, espero que no te olesto la apropiación Mr. Poeta:-)
Bss
Moleste, ud. perdone el error y el doblete:-)
EliminarEs cuestión de caudal, Katy, pero al Manzanares también lo han dejado bien hermoso. ¿Cómo podría molestarme contigo?
EliminarUn beso
Como se nota que te gusta este río jejeje, le escribes cosas preciosas. Un besazo.
ResponderEliminarMe gusta escribir a la naturaleza, a veces a las cosas insignificantes; otras a las que ve todo el mundo.
EliminarUn beso.
Un precioso paseo por las riveras del Guadalquivir, donde encontramos la calma y la paz de sus aguas, que abrazan a remeros y piraguas e invitan al caminante a dormirse en el tiempo...Y retomar ese "rescoldo" del verano, que aún late en los vértices de la memoria...
ResponderEliminarMuy profundo y sentido, Francisco.
Mi gratitud por compartir y mi abrazo inmenso por tu entrega y amor a las letras.
Feliz domingo.
M.Jesús
Me haces muy feliz cuando lees mis poemas con esa mirada profunda y analítica, María Jesús.
EliminarUn beso.
Preciosa oda a un río con historia.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Al río que nos une, que baña primero tus pies y llega aromado a mí.
EliminarUn beso.
Un chico joven diría: ¡Estupendo tío, te ha salío fenomenal! Y no se equivocaría ni un pizco siquiera.
ResponderEliminarTú no eres muy mayor cuando te expresas así, o al menos estás entre ellos.
EliminarUn abrazo
Poema que acaricia paseantes y riveras, poema cantarín con alma viajera ....
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, María. En este caso, al estar próximo a la desembocadura, es como un andate melodioso.
EliminarUn beso
Esta vez si que me has dejado sin palabras, Francisco ¡ nuestro Río Guadalquivir es tan hermoso y tiene tanta historia ! has dibujado en tu Poema perfectamente un paseo que a mi me encantaría poder dar por sus orillas y sentir esa brisa y respirar esa paz , gracias a TI he podido hacerlo . Gracias Francisco !
ResponderEliminarUn abrazo
¡Felicidades, Charo, en el día de tu santo! Cuando quieras pasearlo, yo me haré remero para ti.
EliminarUn beso
Muy buen poema, sí señor...es fácil imaginarse al Guadalquivir y el entorno, durante ese paseo, con esta poética descripción. Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Paqui, por tu comentario.
EliminarUn Beso
Francisco , con emoción he paseado en espíritu por tu Andalucia que amo sin conocer , sobre todo su música que me acompañó todo el tiempo en que de tu mano de poeta caminé por la rivera del Guadalquivir....abrazo
ResponderEliminarGracias por tu comentario, Elba. Si un día quieres conocer Sevilla y su río, aquí me tienes a tu disposición para mostrártela.
EliminarUn abrazo
Si supiéramos descifrar el eco de los sonidos de sus aguas, si nuestros oídos pudieran escuchar los susurros de sus fangos, si nuestros ojos pudieran ver a través de sus corrientes...viviríamos tantas aventuras como vidas atravesaron sus distancias.
ResponderEliminarPreciosa oda al río de la vida...no solo sevillana, también hispana.
Besos
La mayor parte de las cosas nos pasan desapercibidas, Asun. Deberíamos practicar un poco más mirar las cosas con intensidad y queriendo interpretarlas.
EliminarUn beso
Francisco, hables de lo que hables , tus sentimientos los plasmas de tal forma con acertadas palabras que con sinceridd, es un placer venir a disfrutar de ti.
ResponderEliminarBesos muchos ♥♥♥
El placer es mío, Tramos, y tus comentarios siempre deleitosos.
EliminarUn beso.
Lo describes tan bien en tu poesía que parecepque estoy paseando por su rivera, viendo a la gente correr, a los pescadores, al aire acariciando sus aguas y a ti contemplándolo todo para hacer esta magnifica poesía que nos ha llevado al ver el rio Gualdalquivir en la distancia.
ResponderEliminarVeo que sabes describir el amor de maravilla, desde luego escribes muy bien, gracías por tu visita y tu comentario.
Besos.
Me alegro, querida Demófila, que te haya ayudado a pasear por la orilla del río.
EliminarUn beso
¡Dios mio!
ResponderEliminarLa belleza ancha y profunda del Guadalquivir a su paso por Sevilla, y unas letras cuidadas, que se deslizan, que bailan, sobre la superficie del agua, convertidas en versos, goteados sobre el río, desde la pluma brillante de un poeta enamorado de su tierra.
Siempre admirada de como traduces en poesía tu sensibilidad y sentir.
Un afectuoso abrazo.
Muchas gracias, Chela, por esa forma tan especial que tienes de leerme.
EliminarUn beso.
Ole, Francisco! Siempre es un placer leerte.
ResponderEliminarAbrazo!
En tus labios, lectora compulsiva, suena a mucho más que un halago.
EliminarUn beso
Hola Francisco, que decirte si ya te han dicho todo, y afortunadamente muy bueno, porque es así.
ResponderEliminarMe alegro de ese paseo que te supo a gloria bendita, y te hizo dejar aquí las notas musicales de las aguas del río Guadalquivir. Bello poema.
Saludos y besos