Cristo del Mayor Dolor - Parroquia de San Lorenzo, Sevilla |
Tú en la Cruz,
y yo soslayando la mirada del otro para evitar el compromiso..
Tú en la Cruz,
y yo relamiendo mi rasguño en lugar de afanarme en curar las heridas ajenas.
Tú en la Cruz,
y yo ocultando mi rostro a quienes buscan mi mano tendida.
Tú en la Cruz,
y yo en la encrucijada de mi hipocresía.
Tú en la Cruz,
y yo en la muerte inminente de mi egoísmo y mi ceguera.
Tú en la Cruz,
y yo saciando mis caprichos y sin ocuparme del hambre del próximo.
Tú en la Cruz,
y yo negando el pan y la sal a cercanos y distantes.
Tú en la Cruz,
y yo reclamando mis derechos retorcidos de ambición.
Tú en la Cruz,
y yo ciego a los padecimientos de los otros cristos que migran tras el pan.
Tú en la Cruz,
y yo ignorando y no prestando apoyo a quienes huyen de la garra de la
guerra.
Tú en la Cruz,
y yo sin tender la mano a los desahuciados de esta sucia y voraz sociedad.
Tú en la Cruz,
y yo banqueteando a espaldas de mis famélicos vecinos.
Tú en la Cruz,
y yo en esta muerte sin sentido hacia la que me precipito.
Tú en la Cruz,
y yo revestido del oropel de mis mentiras.
Tú en la Cruz,
y yo contándome un cuento para poner en dudas el drama en el que otros
están crucificados.
Tú en la Cruz,
y yo sin aprender que tu Muerte es la Vida a la que resucitar de todas mis
miserias.
Un ejercicio de humildad por tu parte, que dice mucho y bueno de ti; pero convendría más bien aplicárselo a todos aquellos que se dicen cristianos y, teniendo en sus manos la gran responsabilidad de tomar decisiones sobre vidas y haciendas ajenas, miran para otro lado para que la miseria ajena no les estropee estas bonitas fiestas. Entre ellos hay pocos cristianos de verdad. Por ello, muchos son los que se toman los rituales y la celebraciones religiosas como una costumbre, como una fiesta, y no como un ejercicio de pedagogía que pueda mejorar día a día su calidad de buen cristiano.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
En cierta ocasión, un joven llamó a Jesucristo "Maestro bueno". Jesús le respondió: "¿Por qué Me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios". Dios me libre de pensar que soy bueno, Cayetano. En verdad creo que, nadie es totalmente bueno ni totalmente malo, que todos hacemos buenas acciones, en distinta medida, pero también todos llevamos a cabo obras reprobables. Para una persona que quiere acercarse a Dios es bueno hacerlo con humildad y con la mejor disposición de ánimo. Gracias por el alto concepto que tienes de mí. No soy hipócrita, pero fallo constantemente.
EliminarUn abrazo.
Tú en la Cruz y nosotros seguimos indiferentes y tan llenos de defectos.
ResponderEliminarUn abrazo grande, Paco.
Gracias, Sara, por acompañarme en este tiempo de reflexión. Para los cristianos, Jesús da su vida en la cruz por la redención del mundo y hoy que él ha entregado la vida es un tiempo ideal para reflexionar en nuestro estado personal.
EliminarUn fuerte abrazo
Hermosa reflexión o, mejor dicho, oración. Un abrazo
ResponderEliminarViernes Santo, tiempo de adoración de la Cruz para los creyentes. En efecto, Antorelo, es mi oración personal en presencia de Cristo crucificado.
EliminarUn abrazo.
Me parece muy realista esta poesía, estoy contigo en tiodo lo que expresa. Hasta la persona más santa ha tendido un día de flaqueza y como tu bien dices y asís Jesús lo manifestó. "Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios".
ResponderEliminarBesos
Muchos nos creemos buenos porque no robamos o matamos, pero no tomamos en cuenta que cada vez de difamamos a una persona estamos cometiendo un crimen en ella. Las personas tenemos un poco de ángeles y otro tanto de demonios, algo de buenos y algo de malos; también se nos olvida pensar en la omisión, en las veces que no he tendido la mano al caído en el suelo.
EliminarBesos.
Acabo de leer tu poema y ha conmovido mi alma hasta las lágrimas. Soy creyente, vengo de la iglesia de vivir la liturgia de este Viernes Santo y ahora hago mios tus versos como una oración, implorando perdón, y con propósito de enmienda.
ResponderEliminarEspero que nos alcance la gracia de la Resurrección.
Un fuerte abrazo.
Sin duda que ha de alcanzarnos esa gracias, Chela. Como ya he dicho, es mi oración personal ante la Cruz. Este crucificado es de esas imágenes que no sale en procesión por las calles de la ciudad, pero ahí está siempre invitando a la meditación. El Apóstol san Juan dice en una de sus cartas: "Quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve". En base a esta cita (1Jn, 4, 20), toda mi meditación.
EliminarUn fuerte abrazo.
Nos has dado tema de meditación hasta el año que viene, por lo menos.
ResponderEliminarOjalá sirva para que alguien más llegue a la conclusión de que todos tenemos algo que hacer, Tracy.
EliminarUn fuerte abrazo.
la indiferencia se apodero de las multitudes, nos acostumbramos a pedir y reclamar, pero jamás a sacrificar, desde el otro lado de la pantalla del ordenador todo es más fácil...
ResponderEliminarCon la publicación de mi reflexión ante la Cruz no pretendo que cada uno que la lea la haga suya, sino a que cada quien haga la propia. Como dices, desde la trinchera de nuestra comodidad es fácil no pensar más que en uno mismo; pero en la aldea global de las comunicaciones en la que se ha convertido el mundo, todos estamos siendo informados en tiempo real de los infortunios que padecen nuestros semejantes. No usemos la pantalla del ordenador o el televisor como trinchera, pensemos y hagamos nuestro pequeño gesto cada uno.
EliminarUn abrazo.
Ya de vuelta en Madrid, me pongo al día de vuestros posts, Francisco...
ResponderEliminarNos dejas una hermosa y profunda reflexión, que todos debemos hacer de vez en cuando...En nuestras manos está mejorar nuestro mundo, nuestro entorno, nuestra familia. Ojalá que miremos a Jesús en la Cruz y sepamos darle el sentido de Redención que conlleva...Gracias a su muerte hoy podemos celebrar el perdón y nuestra propia resurrección.
FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN PARA TI Y LOS TUYOS, FRANCISCO.
Mi abrazo y mi cariño.
Gracias, María Jesús, por tu espléndido comentario.
EliminarUn abrazo inmenso.
Tú Resucitado.
ResponderEliminarY yo aun en Viernes Santo...
Siempre nos lleva la delantera; ahora nos pedirá que vayamos a Galilea.
EliminarUn fuerte abrazo.
Sos tan exacto Francisco. Una reflexión que debiera ser toma de consciencia: religiosos o no, creyentes o no, esto es para todos. El prójimo es nuestro hermano. Todos somos uno. Tendamos manos y corazones con humildad y alegría. Y en estas Pascuas; PAZ. Paz. Paz para todos. Gracias y como siempre, un gran abrazo transoceánico.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Adriana. Tienes razón, todo lo que hacemos las personas en cualquier punto de la Tierra afecta al resto de sus habitantes; por tanto, mi forma de proceder, de mirar o despreciar al otro, de tenderle la mano o desentenderme de él también repercute en su vida. Repito tus palabras: PAZ, Paz para todos.
EliminarUn fuerte abrazo.
Tú en la cruz
ResponderEliminarYo en la cantera del alma
cincelandote palabras
🌹
¡Qué precioso poema como comentario me regalas, Merche! ¡Preciosa y muy acertada metáfora!
EliminarUn fuerte abrazo
'Cincelándote'.
EliminarUn cíncéládó abrazo
Un mea culpa increíble, no pude dejar de pensar en el egoísmo propio y del otro. Para releerlo todo el año. Gracias. Saludos.
ResponderEliminarLa culpa de no haber auxiliado. Gracias, Rosa María, espero que en futuras lecturas sigas viéndolo con igual claridad.
EliminarUn abrazo.
¡Besos!
ResponderEliminarEs la primera reseña que veo, y aunque me llamaba la atención, quizá no creo que me guste demasiado...
Saludos.
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