En tu mirada,
la profundidad del mar,
la distancia oceánica de los
días
y el pretérito
colmatado en este otoño
con el que ahora nos
abrigamos:
una suma de aconteceres
sucesorios
que hablan de ti, de mí,
de nosotros…
En tu mirada,
el ayer traveseando las vías
del convoy que nos ha traído
a esta orilla,
donde las añoranzas
pesan tanto como los sueños
sin obstaculizar los
proyectos.
Dicen que nos instalamos
para siempre en los primeros
veinte años de nuestra vida,
pero yo traspaso ese acomodo
y te miro a las pupilas del
hoy
para reivindicar que estoy
donde quiero
y con quien deseo
eternizarme.
En tu mirada,
el azul vivaz de tu juventud,
nuestras miradas
que se siguen buscando
y la lozanía desportillada
en la que nos estamos convirtiendo,
esa a la que me aferro.
Una divinura Francisco.
ResponderEliminarDe tus versos se desprende el amor y la ternura del PARA SIEMPRE.
Me encantó !
Apapachos.
Gracias, María del Carmen, por la buena recepción que haces siempre de mis poemas. Ya estoy mejor.
EliminarApapachos
Es maravilloso que todas esas cosas vayan sucediendo con la misma persona a tu lado y viceversa..
ResponderEliminarMi abrazo, Paco... que sea para dos, con gran admiración.
Estas cosas van sucediendo sin que uno se lo proponga, Sara. Sólo hay que dejarse ir. Jajaja.
EliminarBesos.
Atravesando fácilmente la distancia oceánica de los días, desde Buenos Aires los abrazos siempre llegan sin esfuerzo. . . ¿Lo habías notado?
ResponderEliminarSiempre te haces notar, Adriana, y me llega tu afecto por mil medios.
EliminarBesos.
Que bonito Francisco, ese saberse donde uno quiere estar, ese aferrarse a lo vivido para continuar viviendo lo sentido al lado de la persona amada que compartió y sigue compartiendo el camino de la vida.
ResponderEliminarPrecioso de veras.
Por cierto...muchas gracias por pasarte de nuevo por mi blog, Soy consciente de que pasaba menos por aquí, pero es que no sabía si te apetecía que lo hiciera. Este mundo es muy enredado, vamos con el tiempo justo siempre y a veces dejamos colgadas tantas palabras en el quicio de las puertas!
En fin..ya me he enrollado, perdona.
Besos.
Es verdad que ahora visito poco los blogs ajenos, e incluso que atiendo muy poco al propio. Gracias por tu comentario.
EliminarBesos.
Pues precioso, qué quieres... Una envidia nos da Pepita!
ResponderEliminarBesos y abrazos para los dos!
;)
Nada de envidia; me consta que eres una persona muy amada.
EliminarBesos.
Una declaración de amor tannnn bonita...., a pesar de no estar exenta de de los estragos del paso del tiempo. Realista.
ResponderEliminarMe encantó, felicita a tu amada. Es una afortunada.
Gracias por esa felicitación sincera.
EliminarBesos.
“Esas miradas que se siguen buscando…” se encuentra y se aferran al AMOR con mayúsculas. Que sea por muchos años, amigo Francisco.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, José, por tu presencia y opinión.
EliminarUn fuerte abrazo.
¡¡Qué bien describiste el tiempo y el sentimiento en una mirada...Francisco!! La vida comienza con la chispa del amor y se renueva cada día en esa chispa, que es símbolo del amanecer...Todos los tiempos se resumen en esa mirada, porque es la esencia de nuestra propia eternidad, que ya es y seguirá siendo en ella...Mi felicitación y mi abrazo grande por tu profundidad y buen hacer.
ResponderEliminarM.Jesús
Y qué bien me lees, Mª Jesús. Gracias por tu fina intencionalidad.
EliminarBesos.
Hola Francisco. Desde Gran Canaria en donde como siempre tenemos una pizca más de calor en el invierno te mando un saludo caluroso para todos. Que tengan un buen día. Ángel
ResponderEliminarNi te imaginas el frío que estamos pasando, Ángel. Aquí no baja la temperatura como en la sierra castellana, pero tenemos mucha humedad y cala hasta los huesos.
EliminarUn abrazo.
En tu mirada,
ResponderEliminarel ayer traveseando las vías
del convoy que nos ha traído
a esta orilla...
Siempre encuentras los términos adecuados para expresar tus sentimientos. Un fuerte abrazo
Uno no acierta siempre, Felipe, pero debemos intentarlo.
EliminarUn fuerte abrazo
Hay miradas y miradas, pero casi siempre lo dicen todo cuando se sabe leer en ellas. Bellas miradas las que cruzas y compartes. Bss
ResponderEliminarGracias, Katy. Te pido disculpas por mi tardanza en responderte, pero sabes que te quedo muy agradecido por tu comentario.
EliminarBesos.
Hola Francisco. Un poema precioso del transcurrir de los años con la persona que amas.
ResponderEliminarLas miradas son cómplices del amor y de la vida. A veces no salen las palabras, pero con la mirada se pueden decir montones de cosas tanto bellas, alegres, o de tristeza. Que siga latiendo esa mirada en vuestras vidas.
Saludos y abrazos
Gracias, Isa, tú también sabes de esto que hablo, aunque al ser más joven que yo no es tanta la distancia.
EliminarBesos.
¡Ay esas miradas! el amor las deja inmortalizadas.
ResponderEliminarGracias Francisco.
Solo voy a postear cada primero de mes, mi salud no me permite hacer más y sentiría tener que cerrar mi blog.
Un gran abrazo
Sor.Cecilia
Siento sobre mí el privilegio su comentario, Sor Cecilia. Que el Señor le bendiga cada día en tus tareas y ocupaciones.
EliminarUn abrazo.