27 octubre 2009

Tolerancia

Me invita mi amigo Joaquín a que hable de la tolerancia. En el DRAE se define tolerancia, en su segunda acepción, como: “respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias”. Lo cierto es que muchas veces el diccionario es algo parco en las definiciones y no siempre nos muestra todas las angulosidades que un término pueden llegar a simbolizar.

El significado clásico ha sido «permitir el mal sin aprobarlo». ¿Permitir el mal? ¿No nos llevará esa permisividad a tolerar los efectos colaterales del belicismo y otras atrocidades contra los seres humanos en nombre de vaya usted a saber qué oscuros intereses?

Muchas personas suelen alardear de tolerantes y justamente a estas son las que, si no me equivoco, pretende mi amigo que le hinque el diente. Si entendemos la tolerancia como la predisposición a aceptar de los demás una manera de ser y sentir distinta de la propia, una conducta que puede incluso zaherir los intereses del tolerante, habremos de estar de acuerdo de que se trata de un ser extraordinario, un verdadero virtuoso. Pero el más grande virtuoso nacido de mujer, Jesucristo, -a pesar de su condición de Hijo de Dios- cuando llegó al templo y observó en lo que lo habían convertido los mercaderes, los echó a punta de látigo diciendo: “No hagáis de la casa de mi Padre una casa de mercado” (Jn 2, 16).

Se dice que la tolerancia es fácil de aplaudir, difícil de practicar, y muy difícil de explicar. Cuando se defiende una doctrina, una ley, una costumbre, ésta lleva consigo casi ineludiblemente no tolerar su incumplimiento. Pero también sabemos que una ley como la del Talión está afortunadamente superada por buena parte de la humanidad; en consecuencia, lo que en cierto momento es legal puede que no sea justo en otro instante. ¿Cuál es el mal con el que debe transigir la tolerancia? Considero que sólo debiera ser tolerado el mal cuando creamos que impedirlo provocará un mal mayor o que vendrá a impedir un bien muy superior.

Uno puede ser muy alto o muy bajo, muy gordo o muy flaco, pero no se puede ser muy tolerante, sino tolerante o intolerante. La tolerancia ejercida está en función del grado de conocimiento que tengamos de nuestra propia realidad, de nuestras imperfecciones, de nuestros deseos de ser comprendidos y comprender; de aceptar que podemos estar equivocados, que necesitamos amar y ser amados.

Don Quijote, entre los consejos que dio a Sancho antes de que fuese a gobernar la ínsula,(cap. XLII, 2ª parte) le dice entre otras cosas: “Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia”. Por eso, basándome en la virtud de compadecer las miserias ajenas –hay que perdonar si queremos ser perdonados- quiero ser tolerante con quienes dicen que son muy tolerantes, pero me reservo hasta darles ocasión de ver dónde les aprieta el zapato.

2 comentarios:

  1. Gracias Paco, todo lo que sea reflexionar que bien nos viene, además, te veo totalmente sumergido en la tecnología punta y me alegro.

    Sabes que me pasa que me gusta muy poco la palabra tolerancia, y todo es por las tonterías que se hacen en la mente, no sé quizás el sonido, no sé, a mí eso de tolerancia me suena a prepotencia, como si le estuviéramos perdonando la vida al otro, como si cada uno estuviéramos en un trono aceptando o no lo que el otro es o el otro piensa, así que mira por más que me de rabia, le he cogido coraje a la palabra, prefiero hablar de respeto y de Amor a los demás sin tapujos, aceptando que las diferencias hacen grandiosa la creación y nos obligan a esforzarnos para conciliar, para destacar, para todo, esas benditas diferencias de las que todos aprendemos, tanto. Gracias por tu hermosa reflexión sobre la tolerancia. Un saludo Marisa

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  2. Gracias por tu acertado comentario y también por el re-comentario de Malu, ambos en el sentido qu yo sugería, es decir que bien me capataste de qué iba mi propuesta.

    Teniendo en cuenta el éxito obtenido, me atreveré a proponerte otro tema, aunque éste me temo que será un poco más "delicado"...

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