Una vela, tan
solo una vela
con la que
licuar la soledad
y proyectar
las sombras de los cuerpos,
el amor que
se enrama en el otro.
Una vela, un
oráculo que saque de ambos
las ambrosías
de la unicidad,
cuando un
cuerpo se diluye en el otro
y se iluminan
recíprocamente
y despeja en
sus miradas
la
ennegrecida incógnita de la noche.
Una vela, una
vela al viento es la mirada
de dos que se
encuentran en el murmullo
de la
intimidad penumbrosa de la madrugada.
Hola Francisco. Preciosos versos. Es verdad, a veces tan solo una vela te saca de la oscuridad y de la soledad.
ResponderEliminarAbrazosssssss
La vela, Isa, es un medio tradicional de alumbrarse, pero también un símbolo en el que he querido ver el amor ardiendo y consumiéndose.
EliminarMuchos abrazos
Pocos objetos como la vela son tan plenos en significados y sugerencias.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Precisamente eso le decía a Isa con otras palabras, lo mucho que tiene de símbolo y metáfora, Cayetano.
EliminarUn fuerte abrazo.
¡BIEN!
ResponderEliminarMuchas gracias, Angalu. Interpreto de tu palabra un cálido aplauso.
EliminarUn abrazo.
Pues sí Francisco, veo que te inspira la vela, dice mucho su observación, meditar sobre su constante desvanecimiento..., como la vida misma.
ResponderEliminarSAlud hasta los 100ipico
Efectivamente, Toni, tiene mucho de ese darse al tiempo que se consume, como la propia vida. Muchas gracias.
EliminarUn abrazo.
Así como vela de Amor toda encendida, en esta lumi(le)naria oscuridad, prendió de qué forma en mi alma..; ¿se ven las llamas desde allá?.
ResponderEliminar¡Qué lumbrera!(en ambas acepciones), y con tan sólo una vela, con dos, sin más ni más.🔥
Un abrazo
Hasta acá llega la luminaria de tu espíritu lector y amigo, que te complaces en leer y crear al tiempo que comentas. Te estoy muy agradecido.
EliminarUn abrazo.
Muy significativa esa vela, que alumbra el amor...Todos somos vela en el tiempo, que alumbramos a nuestro alrededor, Francisco...Muy bello e inspirador.
ResponderEliminarMi abrazo y mi ánimo.
¡Cómo agradecer tanta gentileza, María Jesús! Me encantan tus comentarios.
EliminarUn fuerte abrazo.