Una exhalación de cristal,
un relámpago traslúcido
como jaspe marmóreo
y adherencias de destellos
granates
o perlas en suspensión aérea
y aguamarinas que se
derraman
─enagua abajo─
barajando con ónices y
topacios
y esmeraldas con sospechas apagadas;
por el indiviso, ágatas
pautadas
y zafiros predominantes en
un todo
con vocación de amatistas:
una luna que bosteza,
un todo armónico que une lo
celeste
con los tesoros arcanos del
alma.
Tu poema nos muestra al científico, al geólogo y al filósofo que analiza ese gesto de la luna, dándole una consistencia física y una trascendencia espiritual...Y todo ello con la belleza lírica del hombre poeta, que va más allá de la apariencia...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo siempre, Francisco.
Feliz semana, amigo.
M.Jesús
Tus comentarios, como el prólogo del libro colgado en esta página en pdf, vienen a engrandecer las limitaciones de mi capacidad creadora. Mil gracias, querida amiga.
EliminarBesos.
La foto preciosa.Lo que agregas en tu poema más precioso aún. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias por tu hermosa valoración.
EliminarBesos.
Podría copiar la imagen?
ResponderEliminarLa imagen es una pintura de mi amigo Manu Blanco, un gran artista. Supongo que no tendrá inconveniente, a condición de que mencione su autoría.
EliminarGracias por tu comentario.
Un beso.
Gracias. Por supuesto que la mencionaré. Pero si el te dice que no me avisas y no la uso.
EliminarBello poema y una imagen no menos bella, se complementan a la perfección.
ResponderEliminarUn beso
Mil gracias, Musa, por destacar ambas cosas.
EliminarUn beso.
Bellísimo poema y bella imagen..
ResponderEliminarUn gozo leerte.
Apapachos.
Gracias, María del Carmen, conozco tu corazón y valoro tu opinión y la calidez de cada una de tus palabras.
ResponderEliminarApapachos.