20 noviembre 2024

A LA CAÍDA DE LA TARDE

 


De aquella lejana niñez

guardo estampas que acabaron

haciéndose paisaje en la memoria.


Próximo a la caída de la tarde,

cuando el sol era triste despedida

y se acababan los juegos

y volvía a casa, entonces,

y solo entonces,

media docena de barcos o más,

se hacían a la mar

con la esperanza de volver al alba

y alcanzar los sueños en la subasta.


Remos, velas, faenas y aparejos,

buena o mala mar,

buena o mala suerte,

y al alba, entristecidos o ufanos

a rendir su oferta en la porfía

y descansar,

para volver a la tarea de nuevo

a la caída de la tarde.

19 noviembre 2024

UN DÍA SERÉ MEMORIA

 




Un día seré memoria, huesos sin usos

que fueron sepultados, pavesas volátiles

e ingrávidas, cenizas en un ánfora

de barro o de vidrio, según la moda,

mas igualmente silente para siempre.


En uno u otro caso, habitaré el silencio

y el eco será un antojo postizo,

una partitura huérfana de signos

o un cuaderno inmaculado

que tanto se asemeja a la nada:

comienzo y final se unen tangencialmente.


Un día fui una ilusión materializada

y me pusieron el nombre del abuelo,

y mis padres me dieron sus apellidos,

y caminé por llanos, valles y oteros,

esos que me tocaron en suerte;

pero cuando llegue el silencio eterno

daré la verdadera dimensión de mi nada.


Y postrado permaneceré en silencio

por siempre, bajo la luz de visión eterna

que me pensó y dio vida desde la nada.

18 noviembre 2024

TE LO HE DICHO

 


                                                   A mi hijo Carlos


Te lo he dicho con lluvia, con viento,

con sol extremo y arrebatador,

en la penumbra del alumbrado público

y a pleno día, cuando las sombras sestean.


Te lo he dicho en todo los meses,

en todos los climas y en todas las estaciones

a lo largo de tus cincuenta años.

No. No me corrijas, también cuento el embarazo.


Te lo he dicho en el ardor de la fiesta,

en los momentos de gozo y complacencia

y también en medio de los quebrantos,

cuando eras un niño y cuando muchacho.


Te lo he dicho con palabras y gestos,

con expresiones silenciosas y admirativas,

con todo mi poder y con mi nada.

Te lo he dicho y te lo repito mil veces:

para mí eres más que genuino, único.

17 noviembre 2024

PRÉSTAME TU VOZ

 


                          A María Jesús Muñoz


Préstame tu voz, que quiero cantar

a La Mancha con mucha firmeza,

y sin que se me nuble la mirada

perdida y errática por el horizonte.


Quisiera saber si las huellas de D. Quijote

son hoy fósiles en algún museo

o acaso solo viven en quienes lo vivifican

poniendo el alma en la lectura.


Recreo mi mirada en lontananza,

por si el azar me favorece y te diviso,

pero se me pierde entre viñedos durmientes,

abedules enhiestos, tejos y tilos o por

la densa espesura de encinas y robles.


Préstame tu voz, pero no olvides

contagiarme un tanto de tu sensibilidad,

con angosturas de tu basto saber.

16 noviembre 2024

NUNCA

 




                                  A mi madre.


Nunca fui algo extraordinario,

ni física ni intelectualmente,

a penas una medianía

que pasa desapercibida por la multitud.


Allá a lo lejos, un brote verde,

una futura ramita en el jazmín familiar

que siempre se vocaliza

con “E” de esperanza.


Es previsible que me agitara

en todas direcciones y derroteros,

pero alguien iba por delante

y también alguien me seguía.


Entre ambos, ni el más madrugador

ni el tan esperado broche de oro;

uno más en el rango de todos a una:

ni el más hermoso, ni el más grande,

ni el más tierno, ni el más aromático…


Un jazmín más, una estrella blanca

de cinco puntas nacaradas

en manos de la mejor jardinera.

15 noviembre 2024

SI YO PUDIERA

 




Si yo pudiera decir amo

con la voz inequívoca de los ángeles,

si al afirmarlo traspasara

las fronteras familiares

y también las que dicta al oído

las pérfidas conveniencias,

si lograra sentir, gozar y disfrutar

las bondades de todas las criaturas;

si acaso pudiera limar las asperezas

de quienes me consideran su enemigo

y allanara las distancias en cercanía,

si pudiera olvidar las afrentas

de otros desbocados

que traspasaron mis lindes

y hacer borrón y cuenta nueva;

si yo pudiera desear y conceder

la libertad que para mí ansío

dándola a manos llenas…


Después de eso, me sería fácil

partir y compartir el pan

con quienes carecen de casi todo

y hasta habitar cerca de la perfección.



14 noviembre 2024

CARA DE DESEO

 




Tenía cara de deseo,

pero jamás exteriorizaba sus pensamientos;

a pesar de ello, no se veía mortificada

sino contenida. Aguardando

una espera que no llegaba a satisfacer.


Rozaba la angustia como se rozan

los desajustes, con sonido metálico,

pero al tiempo, de su mirada derramaba

un surtidor de sueños contenidos

que antes o después verán la luz.


Como hay ángulos que imploran el complementario,

en ese deseo inconfesado

estaba aprisionada una aventura

que ni siquiera había entallado en sus manos

y que se prometía cargada de esperanza.