En el vocabulario del amor,
la rosa, la primavera y la
noche
gozan del prestigio
indiscutible
que, a fuer de repetitivo,
evocan al amor como el olor
a tierra mojada pronuncia
“lluvia”
sin poder ni querer
callarlo.
Te conocí a pleno día y en
septiembre,
y como todo esto dista de
los cánones,
se está haciendo tan
duradero en el tiempo;
tú y yo, tan abrochados el
uno al otro,
que no sé si esto es amor o
tal vez,
¡quien sabe! una atinada
anomalía.
Francisco, siempre decimos que nada es casual, que todo tiene su razón interna y su sentido...Esos hilos del universo nos mueven a todos y también nos conmueven.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz semana, amigo.
M.Jesús
Lo de la primavera y las flores es para los señoritos que se quedaron en los libros dulzones de Corín Tellado, tú eres más de Bécquer y Neruda. Verdaderos románticos. Donde esté una buena tempestad...
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.